Quiero alquilar mi casa, ¿por dónde empiezo?

Tomar la decisión de poner tu casa en alquiler es dar un gran paso hacia adelante. Estés buscando aumentar tus ingresos con ese dinero extra o simplemente porque quieras darle uso a una vivienda vacía, el proceso de poner una casa en alquiler es algo que te proporcionará mucha satisfacción, sobre todo si tienes claro todo lo que tienes que hacer.

Antes de poner el cartel de "Se Alquila", hay algunos pasos que debes conocer para asegurarte de que la experiencia sea la mejor tanto para ti como para tu futuro inquilino.

Lo esencial para alquilar tu casa es tener claro qué hay que hacer, desde la preparación inicial de la casa hasta la selección de inquilinos, y hoy podrás descubrir si lo tienes todo listo o hay algún fleco que se te había quedado suelto y debes subsanar.

Ya sabrás que para poner un piso en alquiler necesitas contar con una serie de documentos y hacer algún que otro trámite para conseguirlos si no los tienes ya en tu poder.

Cierto es que dependerá también de la provincia en la que esté la vivienda, ya que puede haber variaciones respecto a las comunidades autónomas, así que lo más indicado es consultar en el ayuntamiento del lugar donde vayas a poner el piso o casa en alquiler. Probablemente puedas encontrar la información en la web del consistorio.  

La cédula de habitabilidad es un documento que se entrega cuando el organismo competente considera que la casa es apta para ser habitada tras terminar la construcción, y deberá ir anexado al contrato de alquiler que prepares.

Es muy importante y te dará puntos estar al tanto de la calificación energética de la vivienda. Para conseguirla, debes contactar con un agente autorizado para hacer el estudio y proporcionarte la etiqueta correspondiente, que tendrá que aparecer en el anuncio. El recibo de los suministros tiene mucho que ver con esta calificación y tu posible inquilino agradecerá saberlo. 

La escritura de la casa también es necesaria para acreditar la propiedad de la vivienda que vas a poner en alquiler y debes estar al día con los pagos de los suministros y aportar los recibos del último mes para que el nuevo inquilino pueda cambiar la titularidad en los contratos de agua, luz y gas.

Es muy conveniente contar con un seguro de vivienda para proteger ese inmueble que vas a poner en alquiler, así que comparar seguros de hogar es otra de las cosas que tendrás que poner en tu lista de cosas por hacer si quieres tener todo preparado para conseguir un buen inquilino.

Tener una póliza como Hogar Arrendador El Corte Inglés es la herramienta perfecta para librarte de sustos o evitar correr riesgos innecesarios. 

Si das con un alquilado que no es todo lo cuidadoso que debiera o tienes algún problema con él durante su estancia en tu casa, debes saber que tendrás cobertura frente a los actos vandálicos cometidos por el inquilino y que contarás con protección legal por desahucio, incluyendo la reclamación de rentas impagadas. Eso sí, recuerda comunicar a tu seguro el impago desde el primer mes que se produzca y también dispondrás de defensa jurídica ilimitada -si optas por la libre elección de abogado, hasta los límites estipulados en la póliza-.

Opcionalmente, puedes añadir a tu seguro la cobertura de impago de alquileres, de avería de electrodomésticos o un servicio manitas que ayude al inquilino con pequeñas tareas de bricolaje, como cambiar un interruptor o colocar unas cortinas. La cobertura de mantenimiento también puede ser de mucha utilidad si tu inquilino necesita alguna pequeña reparación que esté incluida en esta garantía.

Para evitar encontrarnos justo con aquello que no deseamos, es necesario elegir bien al que vivirá en nuestra casa. Hay ciertos consejos que puedes seguir para intentar conseguirlo a la primera.

Si especificas en el anuncio todos los requisitos que pides para alquilar tu casa, quien no los cumpla no te llamará. Ahí haces una primera criba, así que piensa bien qué consideras imprescindible para que un inquilino pueda instalarse, como avales o algún tipo de garantía extra.

Elegir bien al inquilino se torna fundamental a la hora de evitar problemas cuando alquilas una propiedad

Necesitarás su documentación (pasaporte, DNI o NIE), un contrato de trabajo, si es autónomo puedes pedir la declaración de la renta del año previo y si trabaja por cuenta ajena lo habitual es pedir las nóminas de los tres últimos meses, o puedes pedir un extracto bancario para certificar su solvencia.

Piensa en lo que tú quieres: si buscas alguien que ocupe tu casa durante un corto espacio de tiempo, quizá un estudiante sería lo ideal, mientras que, si prefieres que se queden durante años, una familia es el perfil que se puede adaptar a tus intereses.

Programa encuentros con todos los candidatos: es la mejor manera de ver qué impresión recibes de ellos. Las preguntas que te hagan acerca de la casa o el interés que muestren te darán pistas acerca de lo que cuidarán la vivienda o se preocuparán por mantenerla en buen estado.

Fíjate en cómo se comunica. Cuidado si no responde a tus preguntas con claridad, porque las evasivas podrían estar escondiendo algo que pueda traernos problemas más adelante. Y si acude a la cita con documentación para aportar al contrato o enseñarte, puedes suponer que estás ante una persona responsable que había, como tú, preparado esa cita con antelación.

Otra opción si quieres conseguir algo de dinero extra es poner en alquiler una habitación en tu casa. Aquí es incluso más importante elegir bien al inquilino, ya que tendréis que convivir. Puedes elaborar un contrato con las normas que decidas, pero si no hay baño en su dormitorio, piensa que compartiréis, además de las zonas comunes de la casa, como la cocina, el salón o las terrazas, el cuarto de baño.

El orden, la limpieza, el respeto mutuo y el cumplimento de las normas son fundamentales y casi imprescindibles para que la convivencia sea lo más placentera posible. 

Dale una vuelta, a lo mejor conoces a alguien que merece mucho la pena y te haces un amigo para toda la vida…