13 Consejos para conseguir una casa segura para un bebé

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Para los futuros padres, puede ser abrumador mirar alrededor de su casa para ver qué cambios se deben hacer para mantener seguro al bebé que llega. Si ya encima, pruebas a buscar en internet los mejores productos a prueba de bebés, podemos volvernos locos viendo interminables listas de artículos “imprescindibles”.

 

Los padres primerizos pueden preguntarse: ¿realmente tengo que “blindar” mi casa?

Una vez consultados los expertos y aunque la respuesta es un SÍ rotundo, todos están de acuerdo en que proteger a los bebés consiste más bien en seguir nuestra intuición y no tanto en tener todos los productos de seguridad de última generación.

 

Pero si quieres construir un hogar en el que no tengas que estar persiguiendo a tu hijo por la casa y diciendo “no” constantemente, hay algunas cosas que puedes hacer para estar un poco más tranquilo.

 

Familiarízate con la temperatura óptima del agua: regula tu caldera

 

Para mantener seguros a los bebés, debemos asegurarnos de que el agua de los grifos no supere los 38-40º máximo. Alrededor de los 12-15 meses, a los niños les encanta jugar a girar cosas; entran en el baño, abren el grifo del agua caliente y pueden abrasarse si tu casa es de esas en las que el agua sale hirviendo directamente. Si la temperatura general del agua no supera los 40º, es difícil que eso suceda, y es algo sencillo en lo que generalmente, no pensamos.

 

Mantén los baños cerrados o asegurados en todo momento

 

El baño es un área “enorme” donde puede ocurrir de todo; los niños se pueden ahogar en pequeñas cantidades de agua, incluso unos pocos centímetros.

Los bebés y los niños pequeños también se sienten inexplicablemente atraídos a jugar con el inodoro y abrir los armarios del baño, que a menudo están llenos de limpiadores tóxicos y medicamentos potencialmente peligrosos.

 

Haz que la cuna sea un lugar seguro

 

Aunque cada vez es más raro, de vez en cuando se da el caso de algún bebe que sufre incidentes asociados a las cunas o sus colchones. Para evitar lesiones, es muy importante para los padres saber cuál es la altura adecuada de la base de la cuna para la edad de nuestro bebé.

Obviamente, cuando son recién nacidos, puedes tener el colchón de la cuna en el nivel más alto, pero cuando van creciendo y tan pronto como pueden sentarse o levantarse, debes bajarlo al máximo porque si no, pueden ponerse de pie y volcar.

 

 

Atento a los objetos pesados ​​que haya en la casa

 

Alrededor de los seis meses de edad, los bebés comienzan a moverse, rodar y jugar en el suelo con frecuencia. Es en este punto cuando conviene que los padres nos sentemos con los peques. Hay que tumbarse en el suelo y mirar desde su punto de vista para reparar en ese mueble con objetos pesados encima y pensar en cambiarlas de sitio.

Un poco más adelante, empezarán a agarrarse a los muebles para ponerse de pie, así que quizá necesitemos anclar parte del mobiliario a las paredes.

 

Cuidado con la electricidad

 

De los 15 meses en adelante, quizá antes si tu bebé es precoz, les fascinan los juegos de introducir objetos en otros objetos. Un enchufe parece bastante apetecible para este cometido, así que hazte con unas cuantas tapas, de manera que siga siendo cómodo para un adulto enchufar cualquier cosa, pero resulte imposible para esos dedos diminutos entrar en esos atractivos agujeritos simétricos.

 

No te olvides de las cuerdas de las cortinas

 

Por alguna razón a los niños pequeños les chifla ponerse cosas alrededor del cuello, por lo que es importantísimo mantener lejos de su alcance esos cordones colgantes. Hay muchas opciones para sustituir esos tiradores por otros más seguros o colocarlos a una altura a la que el niño no pueda llegar.

 

Hazte con un “probador de objetos pequeños”

 

Coge el tubo del papel higiénico: las cosas que caben ahí pueden suponer riesgo de asfixia y no podemos tenerlas cerca del bebé. Si tienes niños mayores, debes tener especial cuidado con los juguetes pequeños como los Legos.

 

Usa barreras salva-escaleras

 

Si tu casa tiene más de una planta, sitúa barreras de seguridad en la parte superior de las escaleras o cierra a cal y canto las puertas -si tienes- que conduzcan a ellas. Intenta encontrar alguna que no tenga una barra en la parte inferior: no queremos ser nosotros los que tropecemos y nos caigamos con el bebé en brazos…

 

Mantén los productos de limpieza y medicinas fuera de su alcance

 

Cierra los armarios y coloca las cosas en alto. Aunque hay que recordar que una vez el bebé es capaz de trepar, ni siquiera un estante alto parará a los más intrépidos, así que la mejor opción es guardar esas cosas bajo llave.

Los medicamentos tipo pastillas de colores atractivos son muy peligrosos, ya que pueden confundirlos con caramelos. Debemos estar muy pendientes de estas cosas y no olvidarnos un blíster de comprimidos encima de una mesa o en la encimera del lavabo.

 

La cocina no es buen sitio para jugar

 

Si tu bebé ya gatea, es muy peligroso que esté en la cocina mientras preparas la cena, por ejemplo. Hazte con una buena provisión de juguetes que le mantengan entretenido, con luces y sonidos, para que pueda estar un ratito en un clásico corralito o en una manta de juegos, a salvo de salpicaduras de aceite caliente o derrames inesperados.

 

Cuidado con las esquinas

 

A veces las esquinas afiladas son imanes para los bebés, por lo que es posible que debas colocar protectores de esquina para mesas.

Lo sabemos, tu adorado espacio no se verá exactamente como en las revistas de decoración, pero piensa que es por el bien de tu niño y que sólo serán “unos añitos”. Coloca protectores blandos de quita y pon, y en cuanto el chiquitín sea capaz de quitarlos, prueba a fijarlos con algún pegamento que no dañe el mueble cuando vayas a retirarlos.

 

Protege las ventanas

 

Coloca unos topes o algún artilugio que impida que las ventanas se abran más de 10 cm. Mejor que tengan varias posiciones para que puedas abrirlas cuando lo necesites y el bebé esté supervisado.

 

Evita los manteles

 

A los niños les encanta tirar de las puntas de los manteles y, más que eso, usarlos como asidero para levantarse. Piensa que, desde el suelo, para ellos no son más que una ayuda para ponerse de pie, y no ven lo que hay encima. Pero corren un serio peligro de sufrir un traumatismo si se les cae un objeto pesado encima, o de quemarse si lo que se les viene encima es una fuente llena de comida caliente.

Por un tiempo, usa manteles individuales.

 

Proteger a un bebé puede parecer a primera vista complicado, pero hay multitud de gadgets en el mercado para echarte una mano con todos los puntos que te hemos propuesto. Además, el sentido común es lo que más nos ayudará en esta tarea titánica de construir un hogar mucho más seguro y “a prueba de niños”.