Estos son los accidentes que pueden ocurrir en casa si hay ácaros

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No los vemos en nuestro día a día, y de hecho el ácaro no es visible salvo con el uso de un microscopio, pero por desgracia está ahí. En la mayoría de los casos sin ser conscientes de ello, convivimos con los ácaros, ya que nuestras vidas, siempre sujetos a la velocidad que nos impone el cumplimiento de nuestras obligaciones, nos lleva a que con más frecuencia de lo aconsejable seamos más laxos de lo debido en el cumplimiento de unas sencillas operaciones domésticas que favorecen la lucha contra su presencia. 

Algunas veces, los seguros de hogar cubren las desinsectaciones, así que si al leer este post crees que esto es lo que puede pasar en tu casa, llama a tu seguro para comprobarlo.

El ácaro es un insecto microscópico que pertenece a la misma familia que las arañas o los escorpiones, pero a diferencia de estos, el ácaro no pica ni transmite enfermedades, pero su presencia en una concentración alta puede ocasionar dolencias y enfermedades respiratorias, que por supuesto terminan suponiendo una disminución importante en nuestro bienestar diario. Viven entre 65 y 100 días de media, y en ese periodo de vida tienen tiempo para generar una secreción fecal de unos 2000 gránulos, así como de diferentes proteínas que se encuentran en su saliva. 

Al ácaro le encanta la humedad, y por eso es en verano y otoño, con el aumento de las temperaturas, la llegada de lluvias y el incremento de la humedad en el ambiente, cuando se produce la mayor proliferación de estos insectos. 

Recuerda que muchas pólizas de hogar incorporan la reparación de humedades. Por ello, no dudes en consultar las coberturas que tienes contratadas para intentar solucionar lo más cómodamente el problema.

¿Qué producen los ácaros en casa?

Es muy habitual oír hablar de tener alergia al polvo. Este término no es del todo correcto, ya que la que conocemos de manera frecuente como alergia al polvo es el tipo de alergia que provoca la presencia de ácaros, que anidan principalmente en el polvo de casa. Son responsables por tanto de la aparición de alergias, que en el caso de los bebés puede llegar a derivar en asma, y con mayor frecuencia, estas alergias producen síntomas como la rinitis atópica, conjuntivitis, o estornudos producto de la congestión nasal. Pero no se detienen ahí; su presencia en cojines, colchones y almohadas puede producir también la aparición de dermatitis, eczemas u otras dolencias dermatológicas. 

¿Qué podemos hacer?

Una vez que hemos tenido la suerte de conocer todo lo que estos bichitos provocan, es la hora de luchar contra ellos. Empezaremos por reconocer que es muy difícil su eliminación completa, ni siquiera con una limpieza del hogar cercana a la obsesión, pero sí que podemos reducir su presencia con algunas rutinas diarias muy sencillas, y que deberemos convertirlas precisamente en eso, en una rutina. 

Es fundamental la ventilación de las habitaciones, en un tiempo no inferior a media hora, y mucho mejor si podemos llegar a las dos horas con la ventana abierta antes de limpiar la habitación o hacer la cama. Precisamente es en la cama y en la almohada donde más acumulación se produce, por lo que el uso de colchones y almohadas de látex o de fibra, materiales que no favorecen su absorción ni su reproducción, es también recomendable. El lavado de la ropa de cama es también importante, y su frecuencia no debe ser superior a la semana. La funda de la almohada es según algunos estudios, el elemento más pernicioso cuando hablamos de la aparición de dolencias dermatológicas o respiratorias, ya que nuestros maquillajes o incluso nuestro sudor mientras dormimos generan una mayor acumulación, por lo que al final es algo que terminamos incluyendo en nuestra respiración durante la noche. 

En cuanto a nuestros suelos o nuestros muebles, es necesario acostumbrarse al uso de una aspiradora, ya que al barrer o pasar una bayeta lo que estamos haciendo es mover el polvo de un lado a otro, en lugar de eliminarlo de forma completa. Si nuestra aspiradora tiene un filtro HEPA, mucho mejor; su eficacia eliminando los ácaros es más alta que las aspiradoras que no lo tienen. En particular, si tenemos en casa alfombras o moquetas la limpieza con aspiradora de estos elementos es fundamental en la lucha contra los ácaros. Y en el caso de que vivamos con una mascota, no es necesario pasarle la aspiradora, pero sí que debemos mantenerla muy limpia, ya que su pelo es un refugio ideal para los ácaros. Su lavado una vez a la semana, dos si es posible, y el peinado y cepillado de su pelaje son acciones que nos ayudarán a lograr el objetivo final de todas estas rutinas: reducir la presencia de ácaros en casa.