Accidente en una rotonda, ¿quién tiene la culpa?
Automóvil
En este artículo podrás informarte acerca de
- 4 accidentes frecuentes en una rotonda: quién tiene la culpa y cómo actúa el seguro en cada caso
- Colisión al entrar sin ceder el paso
- Choque al cambiar de carril dentro de la rotonda
- Alcance al frenar para salir sin señalizar
- Salida desde el carril interior sin respetar al exterior
- ¿Qué pasa si el contrario se fuga o no quiere firmar el parte?
- Datos que necesitas recoger del contrario para dar el parte
Las rotondas están por todas partes y, aunque parezcan sencillas, no son pocos los accidentes que ocurren en ellas. Cambios de carril sin señalizar, salidas mal calculadas o dudas sobre la prioridad son causas frecuentes de golpes, a veces leves, pero no por ello menos incómodos.
En estas situaciones, el seguro de coche juega un papel fundamental, tanto para cubrir los daños como para ayudarte a resolver el parte sin complicaciones. En los próximos párrafos, te explicaremos todo lo que necesitas saber para enfrentarte con tranquilidad a un accidente en una rotonda.
4 accidentes frecuentes en una rotonda: quién tiene la culpa y cómo actúa el seguro en cada caso
Las rotondas, aunque no parecen tener mayor complicación, son auténticos puntos calientes de accidentes. Aunque la mayoría de estos incidentes no son graves, no quita que sean un lío a la hora de decidir quién tiene la culpa y cómo responde el seguro. Por eso, aquí verás cuatro de los accidentes más frecuentes en una rotonda, con la responsabilidad clara y la cobertura que suele actuar en cada caso.
Colisión al entrar sin ceder el paso
Uno de los errores más habituales: llegar a la rotonda y meterse sin respetar la prioridad de los que ya circulan dentro. Esto provoca que el coche que entra se golpee con otro que tenía preferencia.
En este caso, la responsabilidad recae en el vehículo que entra sin ceder el paso. El Reglamento General de Circulación es claro: en las rotondas, los que ya están dentro tienen prioridad sobre los que acceden.
En una rotonda, no ceder el paso a quienes ya circulan por ella conlleva ser el responsable del accidente
Si te ves envuelto en un incidente de este tipo, es importante saber que:
- Si tienes solo un seguro de coche básico, tu aseguradora cubrirá los daños del otro vehículo y las posibles lesiones de sus ocupantes.
- Si tu póliza es a todo riesgo, además reparará tu coche (con o sin franquicia, según lo que tengas contratado).
Choque al cambiar de carril dentro de la rotonda
Imagina que circulas por el carril interior y quieres pasar al exterior para salir, pero no señalizas ni miras por el retrovisor. Justo en ese momento, otro vehículo circula por el carril exterior y, por tanto, te estás asegurando el golpe lateral.
En la mayoría de los casos, la responsabilidad es de quien cambia de carril de forma indebida. Cambiar de carril dentro de una rotonda es como hacerlo en una carretera, hay que señalizar y, sobre todo, cerciorarse de que se puede hacer con total seguridad.
Alcance al frenar para salir sin señalizar
Otra situación típica es que el coche de delante frena en seco para tomar una salida, pero no ha puesto el intermitente. Tú, que circulas detrás, no puedes reaccionar a tiempo y acabas golpeando su parte trasera.
Aunque el coche de delante haya frenado sin avisar, en la mayoría de los casos la responsabilidad recae en quien circula detrás por no mantener la distancia de seguridad. Sin embargo, si hay testigos o pruebas claras de que la maniobra fue peligrosa y sin señalizar, la culpa podría repartirse.
En este caso, si tienes un seguro a terceros, puede suceder que:
- Si eres tú quien golpea, tu seguro cubrirá los daños del vehículo delantero.
- Si el otro conductor es responsable, será su seguro quien cubra tus daños.
Por otro lado, con un seguro a todo riesgo, tus daños estarán cubiertos independientemente de la culpa, aunque luego la aseguradora reclame al contrario si procede.
Salida desde el carril interior sin respetar al exterior
Este es otro clásico: un coche circula por el carril interior de la rotonda, decide salir, y cruza sin mirar si otro vehículo va por el carril exterior (que este sí tiene preferencia). El resultado es un golpe lateral en plena salida.
En este caso, la responsabilidad es del que sale desde el interior invadiendo el carril exterior. La norma es clara, para salir de una rotonda hay que colocarse con antelación en el carril exterior o, si no es posible, ceder el paso a quienes ya están en él.
Si fueras quien circulaba por el carril interior y tienes un incidente de este tipo, debes comprender como actuará tu seguro.
- Seguro a terceros: cubrirá los daños y lesiones del vehículo que circulaba por el exterior, pero no los tuyos.
- Seguro a terceros ampliado: además de cubrir los daños al otro vehículo, te protegerá frente a situaciones como robo, incendio o rotura de lunas, aunque no reparará tu coche por los daños del accidente si la culpa es tuya.
- Seguro a todo riesgo: además de cubrir al contrario, también reparará tu coche, con o sin franquicia según la póliza.
En definitiva, los accidentes en las rotondas pueden parecer simples, pero cada situación tiene sus matices. Por eso, antes de quedarte con dudas o llevarte sorpresas, merece la pena comparar seguros de coche y elegir el que mejor se adapte a tus necesidades, teniendo en cuenta no solo el precio, sino también las coberturas que realmente te protegerán en el día a día.
¿Qué pasa si el contrario se fuga o no quiere firmar el parte?
Cuando ocurre un accidente y el otro conductor decide huir o negarse a firmar el parte, la situación se complica, pero no estás desprotegido.
Lo primero es mantener la calma y no abandonar el lugar del siniestro. Llama a la Policía Local o a la Guardia Civil para que levanten un atestado, ya que esto será esencial para tu reclamación.
Mientras esperas, trata de anotar todo lo que puedas. Con esta información, podrás acudir a tu aseguradora o, si no se identifica al culpable, al Consorcio de Compensación de Seguros (CCS); sin embargo, ten en cuenta que en estos casos el CCS solo cubre daños personales y materiales graves, además de aplicar una franquicia mínima de 500 euros para los daños materiales menores.
Datos que necesitas recoger del contrario para dar el parte
Si estás ante un accidente en el que el otro conductor huye o rehúsa firmar el parte amistoso, conviene que recojas todos los datos posibles. Anota la matrícula del vehículo, marca, modelo, color y cualquier detalle que ayude a identificarlo. Si puedes, fotografía el lugar del accidente: posición de los coches, daños visibles, señales, restos, huellas...
Además, pide los datos de los testigos (nombre y teléfono) y observa si hay cámaras cercanas, como en un negocio o un semáforo, que puedan haber grabado el suceso. Esta documentación será crucial al presentar la reclamación ante tu aseguradora o ante el Consorcio de Compensación de Seguros en caso de no identificar al culpable.