Poco a poco va creciendo el interés en nuestro país por los coches con cambio automático. De hecho, en España hay una aceptación muy baja de este tipo de sistemas en comparación con otros mercados, como el norteamericano, y que poco a poco se ha ido adaptando a este tipo de cambios de marchas que tanto ha costado introducir.
Tradicionalmente la comercialización y demanda de este tipo de coches se había enfocado hacia los vehículos de gamas media y alta, aunque en la actualidad se están expandiendo a todo tipo de vehículos.
Uno de los motivos por los que no acaba de calara en el mercado es tienen un precio más elevado que el mismo coche equipado con cambio manual. Además, las averías son más costosas y supone un mayor gasto de combustible.
Sin embargo, se está produciendo un cambio de tendencia y poco a poco, y este tipo de vehículos comienza a ganar adeptos. El motivo principal: la evolución de los cambios automáticos, que incluso llegan a superar en rapidez y consumo a los manuales. Además, son capaces de ofrecer una conducción deportiva similar a un cambio manual cuando incluyen la opción de cambio secuencial con levas en el volante.
Antes las marcas ofrecían, hace más de una década, cajas de cambios automáticas, en modelos de gama alta y algunos de la media, con cuatro velocidades que se caracterizaban por su lentitud en los cambios de marcha, su mayor gasto de combustible y eran menos eficaces en la frenada.
En cambio, en la actualidad con los cambios en la electrónica del vehículo han dado lugar a una nueva generación de cambios automáticos más suaves, más rápidos, más eficientes en consumo y que se ofrecen como opción incluso en vehículos generalistas de tamaño medio y pequeño. De hecho, muchos modelos ‘premium’ ya solo se venden con cambio automático.
Además, un coche con cambios manuales se puede utilizar el motor como freno, reduciendo marchas. Esta técnica resulta muy útil a la hora de bajar puertos de montaña. Al reducir de marcha las revoluciones suben en proporción a la relación del engranaje, y eso provoca la progresiva detención del vehículo.
En contraposición, los automáticos más básicos no pueden realizan esta tarea, por lo que suelen gastar más frenos… y una mala conducción puede incluso llegar a deteriorar los discos de freno. Con un cambio de marchas automático que incorpore un sistema de cambio secuencial sí se puede hacer uso del freno de motor sin problemas.
Si tienes dudas sobre cual es el mejor seguro para tu coche, no dudes en consultarnos.