10 consejos para cuidar tu piel

La piel es el órgano más grande que tenemos y no siempre la cuidamos como debiéramos. No te pierdas los consejos que te damos para tenerla en perfecto estado. Vida Saludable

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Todos sabemos (la teoría es fácil) que crear y mantener con constancia una rutina es fundamental para tener una piel bonita y saludable. Nuestra piel necesita un poquito de atención y cariño de fuera hacia dentro, para que se note de dentro hacia fuera. Podemos mencionar el ejercicio y llegar hasta la dieta, pasando por ser conscientes de los productos que utilizamos y, con estas pautas, vamos a contarte 10 formas sencillas de cuidar tu piel. 

Lávate la cara

Parece obvio, pero los dermatólogos opinan (sí, seguro que los especialistas en la piel que están dentro del cuadro médico de tu seguro de salud también) que no debe ser tan obvio para todo el mundo. Algo tan simple como lavarse la cara consigue eliminar la suciedad o la grasa que se acumula cada día (y, por cierto, también hacemos desaparecer las bacterias) y que hace que nuestros poros parezcan más grandes. Nuestra cara excreta grasa (aceites) al dormir, así que debemos lavárnosla cuando nos despertamos para eliminar el exceso de estos aceites o el sudor nocturno (sobre todo cuando se acerca el verano y pasamos más calor por la noche).

Por supuesto, hay que lavarse la cara también antes de acostarse para eliminar la suciedad del día o restos de maquillaje. También hay que lavarse la cara después de haber sudado o hacer deporte. Usa un producto para el lavado de cara que sea suave y natural, aunque los encontrarás específicos para cada tipo de piel o problema dermatológico que puedas sufrir. 

Duerme más

Necesitamos de 7 a 9 horas de sueño reparador todas y cada una de las noches. El sueño es esencial para que nuestro cuerpo se restaure, rejuvenezca y repare. El concepto del sueño reparador funciona de verdad, porque nuestra piel produce colágeno nuevo cuando dormimos. Es como hacer una visita a la fuente de la juventud todas las noches. Mantener unas rutinas en cuanto a la hora de acostarse y despertarse nos ayudará a conseguir ese sueño reparador. 

Respira aire limpio

La fuerte contaminación del aire, el humo del tabaco y los perfumes y aromas artificiales realmente afectan a la salud de nuestra piel. Pueden formar radicales libres (ya sabemos que son muy perjudiciales) y causar irritaciones en la piel. Si no puedes evitarlos, ayuda a la reparación de tu piel con productos lo más naturales y orgánicos posible. El lavado de cara que antes mencionamos y los productos con antioxidantes pueden ayudar a reparar ese daño en la piel. Y recuerda que el aire limpio y fresco nos ayuda a relajarnos y reduce el estrés. Eso se refleja también en nuestro exterior.

Dormir las horas necesarias o respirar aire fresco ayudan en el cuidado diario de nuestra piel

Utiliza antioxidantes

Como señalamos más arriba, los radicales libres hacen bastante daño a nuestra piel. Las frituras, las bebidas alcohólicas y otras sustancias más o menos tóxicas con las que tenemos contacto a diario pueden generar radicales libres, pero la buena noticia es que los antioxidantes son capaces de neutralizarlos. La vitamina C es de los antioxidantes más conocidos y utilizados desde hace mucho tiempo en el campo de la dermatología. Tenemos que prestar atención a lo que comemos y tomar alimentos ricos en antioxidantes, además de usar productos para el cuidado de la piel que los incluyan. Hay muchos ingredientes naturales en los que están presentes: el té verde o la granada, el chocolate negro, los arándanos, las frambuesas, las fresas o las nueces. 

Usa tu seguro de salud

Si aún no tienes un dermatólogo “de cabecera”, estás a tiempo de encontrarlo haciendo una comparativa de seguros médicos. Verás cuánto mejora tu piel al ponerte en manos de un dermatólogo que te ayude con las rutinas, tratamientos y productos que más te beneficien.

Exfolia tu rostro

Encuentra ingredientes exfoliantes suaves como los alfahidroxiácidos (AHA) que se encuentran en los ácidos de algunas frutas naturales. Los alfahidroxiácidos disuelven el pegamento natural de la piel que mantiene unidas las células muertas y las células nuevas. Te pueden ayudar a eliminar suavemente las células muertas de tu piel. Los alfahidroxiácidos también actúan como humectantes, de modo que atraen la humedad a nuestra piel. Ten cuidado si tienes piel atópica y no uses los exfoliantes a la ligera sin consultarlo antes con tu dermatólogo.

Haz ejercicio regularmente

El deporte ayuda a aumentar el torrente sanguíneo que lleva el oxígeno a nuestra piel, ayuda a disminuir el estrés y a mejorar la calidad del sueño. Recuerda que hemos hablado de lavarnos bien la cara después de los entrenamientos.

Ejercicio, hidratación y protección solar son básicos que no debemos olvidar si deseamos mantener nuestra piel en perfecto estado

Usa hidratantes

Usar una crema hidratante todos los días es muy importante para todo tipo de piel, ya sea seca, grasa, madura, mixta o propensa al acné. La hidratación adecuada ayuda a prevenir la piel seca y escamosa y mantiene las células de la piel funcionando al máximo. Esto puede ayudar a prevenir la formación de finas líneas de expresión y arrugas más marcadas. Quedó en el pasado aquella idea de que las pieles grasas no debían usar hidratantes porque producían más grasa. Igual que no salimos desnudos a la calle, la hidratante es “el vestido” de nuestra piel y la protege del frío, del calor, de la contaminación…

Bebe agua

Nuestra piel necesita agua. El agua hidrata y alimenta la piel desde el interior. La piel deshidratada puede estar opaca, producir picor y sequedad y hacer que las líneas de expresión sean más visibles, además de acentuar las ojeras. Se sabe que el alcohol y el café deshidratan la piel, así que beber mucha agua la mantiene hidratada y le proporciona un brillo saludable. Comer frutas y verduras, hacer ejercicio y dormir bien, como ya hemos visto, también puede ayudar a mantener la piel hidratada.

Usa protección solar

El sol provoca la mayor parte del envejecimiento de la piel. Mucho sol puede causar graves daños en nuestra piel, desde la deshidratación hasta los temidos radicales libres. Los protectores solares nos brindan una protección esencial contra los dañinos rayos del sol y deben usarse cuando nos exponemos al sol durante períodos prolongados. También deberíamos usar ropa con protección solar, tejidos naturales y limitar la exposición al sol.

Como última recomendación, te aconsejamos leer con detenimiento las listas de ingredientes de los productos que utilices. Normalmente, los ingredientes de calidad hacen productos de calidad y tendríamos que intentar evitar que los ingredientes artificiales y tóxicos entrasen en contacto con nuestra piel. La Unión Europea (UE) tiene unas regulaciones bastante estrictas y prohíbe más de 1.300 ingredientes, aunque hay que ser cautos con productos que provengan de fuera de Europa, ya que las leyes de otros países son algo más laxas a este respecto. 

Ya tienes algunas pistas básicas para cuidar tu piel y mantenerla saludable y en buen estado este verano. Recuerda que las rutinas y la constancia son claves en el cuidado de la piel, y si te esfuerzas al principio, en poco tiempo agradecerás haberte dedicado un ratito cada día.