7 consejos para cuidar la vista
La vista es uno de los sentidos más esenciales para nuestra interacción con el mundo que nos rodea. A través de los ojos percibimos colores, formas y movimientos, lo que nos permite orientarnos, aprender y disfrutar de experiencias visuales.
Sin embargo, este sentido tan vital puede verse afectado por diversos factores como el envejecimiento, el uso prolongado de pantallas, la exposición a la luz solar sin protección o ciertos hábitos poco saludables, apareciendo problemas como la miopía, el astigmatismo, las cataratas o el glaucoma -cada vez más comunes-. Por eso es crucial cuidar la salud visual desde una edad temprana, con chequeos regulares, el uso de gafas adecuadas y protección ante la luz UV. Mantener una buena salud visual no solo preserva la calidad de vida, sino que también previene complicaciones graves que podrían afectar nuestra independencia y bienestar a largo plazo.
Si quieres empezar a cuidar tu vista y no sabes por dónde, hoy te traemos 7 consejos que pueden serte útiles.
1. Revisiones oftalmológicas periódicas
Realizar revisiones oftalmológicas periódicas es fundamental para mantener una buena salud visual, ya que, aunque muchas personas creen que solo deben ir al oftalmólogo si tienen problemas evidentes como visión borrosa o dolores de cabeza, la verdad es que los chequeos regulares permiten detectar problemas oculares en etapas tempranas, incluso antes de que se presenten síntomas. Patologías como el glaucoma, las cataratas o la degeneración macular suelen desarrollarse lentamente, y es posible que no se noten en su fase inicial.
Con revisiones anuales, el especialista puede identificar cambios en la agudeza visual, ajustar la graduación de lentes si es necesario, y examinar el estado general del ojo, incluyendo la presión intraocular y la salud de la retina. Además, el oftalmólogo puede darnos consejos preventivos personalizados o sugerirnos tratamientos adecuados para nuestro caso. Este hábito preventivo no solo protege la vista, sino que también puede prevenir complicaciones graves a largo plazo.
2. Descanso visual
El descanso adecuado de la vista es crucial, especialmente en esta época en la que el uso prolongado de pantallas es parte de la rutina diaria. Una técnica sencilla pero efectiva para reducir la fatiga visual es la regla del 20-20-20, la cual consiste en que cada 20 minutos de uso de pantallas, debes apartar la vista y enfocar un objeto que esté a 20 pies de distancia (aproximadamente 6 metros) durante al menos 20 segundos. Este ejercicio permite que los músculos oculares se relajen, disminuyendo la tensión y el cansancio visual.
Cuidar la vista es una tarea que debemos tomarnos en serio, ya que es muy importante para nuestro día a día
La fatiga visual digital, también conocida como síndrome visual informático, puede causar síntomas como ojo seco, visión borrosa, dolor de cabeza y molestias oculares, por lo que incorporar pequeños descansos de este tipo a lo largo del día ayuda a prevenir problemas como estos y a mantener los ojos en un mejor estado. Además, es importante parpadear con frecuencia para mantener una lubricación ocular adecuada durante el uso de pantallas y en nuestra vida en general.
3. Proteger los ojos del sol
Proteger los ojos de los rayos ultravioleta (UV) es muy importante para prevenir daños a largo plazo en la vista, ya que la exposición prolongada al sol sin la protección adecuada puede causar diversas afecciones oculares, como cataratas, degeneración macular o queratitis actínica, una inflamación de la córnea.
Las gafas de sol con filtro UV, certificadas para bloquear entre el 99% y el 100% de los rayos UVA y UVB, son una herramienta clave para cuidar la salud ocular. Es importante utilizarlas no solo en días soleados, sino también en los nublados, ya que los rayos UV pueden atravesar esas nubes. Además, es recomendable usar gorras o sombreros de ala ancha para reducir la cantidad de radiación directa sobre los ojos.
Esta precaución es especialmente relevante en entornos con mayor reflejo de luz, como la nieve, el agua o la arena, donde los efectos de los rayos UV se intensifican y pueden aumentar el riesgo de daño ocular.
4. Seguir una dieta equilibrada
Tener una dieta equilibrada es necesario para mantener una buena salud visual, ya que ciertos nutrientes juegan un papel clave en la protección y buen funcionamiento de nuestros ojos.
Los alimentos ricos en vitamina A, como las zanahorias o las espinacas, ayudan a mantener una visión clara, especialmente en condiciones de poca luz, ya que favorecen el buen estado de la retina. La vitamina C, presente en cítricos, pimientos o brócoli, actúa como antioxidante protegiendo los ojos del daño causado por los radicales libres, reduciendo el riesgo de desarrollar cataratas. Asimismo, la vitamina E, que se encuentra en almendras, semillas o aceite de girasol, previene el daño celular que puede afectar a la visión con el tiempo, mientras que, por su parte, los ácidos grasos omega-3, presentes en pescados como el salmón o las sardinas, son esenciales para mantener la salud de la retina y prevenir el ojo seco.
5. Mantener una buena iluminación
Es sin duda esencial para evitar forzar la vista y prevenir problemas oculares a largo plazo. Una luz inadecuada, por demasiado tenue o demasiado brillante, puede provocar fatiga visual, dolor de cabeza y dificultad en la concentración.
Al trabajar, estudiar o leer, lo ideal es contar con una iluminación uniforme que no genere reflejos ni sombras intensas sobre las superficies. Las lámparas de escritorio deben colocarse de forma que el haz de luz no incida directamente sobre los ojos, sino que ilumine el área de trabajo. Además, es importante evitar el contraste excesivo entre la luz de la pantalla y la del entorno, por lo que es recomendable ajustar el brillo del monitor y complementarlo con luz ambiental. Crear un entorno visualmente cómodo y bien iluminado ayuda a mantener la salud ocular, reduciendo el riesgo de fatiga y permitiendo un mejor rendimiento en las actividades diarias.
6. No ignorar síntomas
Prestar atención a los síntomas relacionados con la vista es fundamental para prevenir problemas oculares graves. Muchas veces, molestias como una visión borrosa, dolor en los ojos, enrojecimiento, sequedad o la aparición de destellos de luz pueden parecernos inofensivas o temporales, pero pueden ser indicadores de afecciones serias como el glaucoma, la retinopatía, o una infección ocular.
Ignorarlos puede llevar al deterioro progresivo de la visión o incluso a la pérdida permanente de la misma si no se trata a tiempo, por lo que debemos acudir al especialista si notamos cualquier cambio en nuestra vista. Tratarlo a tiempo puede ser clave para evitar complicaciones mayores.
Además, si usas gafas o lentes de contacto, un ajuste inadecuado puede ocasionar dolor de cabeza o fatiga visual, por lo que también es importante su revisión regular.
7. Contar con un seguro con cobertura oftalmológica
Como último consejo, pero no el menos importante, tener un seguro de salud es una buena inversión para el cuidado de nuestra vista, ya que nos garantiza el acceso a una atención médica especializada de manera rápida y eficiente, proporcionando la tranquilidad de estar cubiertos ante cualquier posible problema. La especialidad de oftalmología es una cobertura del seguro privado de salud que suele ser bastante desconocida, pero puede ayudarnos muchísimo si empezamos a presentar problemas de visión.
Los seguros médicos suelen incluir esta especialidad, aunque el nivel de cobertura depende del tipo de póliza contratada, por lo que es muy recomendable realizar una comparativa de seguros de salud, para poder escoger el que más se adapte a tu estilo de vida y cubra tus necesidades específicas. En cualquier caso, resulta fundamental tanto para prevenir posibles afecciones como para tratar las que puedan aparecer con el tiempo, y hablando con uno de nuestros expertos, puedes decidirte por el que más te interese.
Los servicios oftalmológicos generalmente incluyen consultas, exámenes y diagnósticos realizados por especialistas, de forma que los asegurados pueden llevar un control regular de su visión y, en caso de detectarse alguna patología, acceder a los tratamientos específicos contemplados en su póliza. Además, este tipo de cobertura suele abarcar el seguimiento médico necesario durante todo el proceso, desde el diagnóstico hasta la recuperación.
Los seguros de salud que encontrarás en El Corte Inglés Seguros te ofrecen la cobertura de oftalmología, que incluye el cross linking corneal (aunque se encuentra excluido en caso de ectasia a consecuencia de cualquier cirugía refractiva), la retinografía o la tomografía de coherencia óptica, pleóptica y ortóptica, entre otras, además de lo anteriormente indicado.
No dejes de lado el cuidado de tu vista y contacta con nuestros expertos para encontrar el mejor seguro para proteger tus ojos y los de tu familia.