Fatiga pandémica: como puede ayudarte un seguro de salud

¿Sufres fatiga pandémica, o ni siquiera sabes lo que es? Tu seguro de salud puede ayudarte con el mal que aqueja a la sociedad en los últimos tiempos. Vida Saludable

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Fatiga pandémica: un nuevo adjetivo que debemos aprender y que adorna el sustantivo “fatiga”, que todos conocemos a la perfección porque, que levante la mano quien no ha sentido esa sensación de agotamiento en su propia piel alguna vez. 

En este punto de la pandemia, la gente está cansada de estar encerrada debido a las restricciones, de las reuniones en interiores, de las que se mantienen fuera de casa... También están cansados ​​de llevar mascarilla, del distanciamiento físico, de estar lejos de familiares y amigos, y cada vez más hartos de las rutinas de la “nueva normalidad”. Las personas están experimentando un tipo de agotamiento que los expertos denominan fatiga COVID-19.

Se ha publicado un estudio en el que algunos expertos de la salud dedicaron un tiempo a analizar cómo los médicos pueden ayudar mejor a sus pacientes a superar la fatiga causada por el COVID-19 y mantener cierta estabilidad. Con toda probabilidad, cuando leas esto, querrás consultar a los médicos de tu seguro de salud, que te atenderán y si consideran que esta nueva patología te aqueja, te derivarán a los especialistas que consideren convenientes para tu caso. Ya sabes que en las compañías de seguros tienes incluida las especialidades médicas, como es el caso de Asisa, Adeslas o Sanitas, donde encontrarás atención por parte de psicólogo, sujeto al alcance y condiciones de la póliza contratada, si así lo prescriben los profesionales médicos que te reconozcan. 

Pautas recomendables para enfrentarse a la fatiga pandémica

  • Reconocer los signos de fatiga pandémica. Un síntoma es estar excesivamente cansado a pesar de disfrutar de un descanso adecuado. Incluso si duermes ocho horas, te sientes como si te arrastraras todo el día. Además, si estás aislado de tus seres queridos, compañeros de trabajo y personas con las que solías tener vínculos, el agotamiento y la fatiga pueden hacer que sientas que hay cosas que ya no valen la pena.  A raíz de esto, surge otro rasgo característico, que es sentirse ineficaz, inútil. 
  • Busca atención para tu salud mental. La salud mental ha estado sufriendo bastante tiempo ya y en parte viene motivado por la pérdida de conexión social, pero también nos agota estar dentro de casa todo el tiempo. Sentirse mal en esta situación es algo completamente normal, así que si necesitas buscar ayuda, hazlo.
  • Encuentra la forma de hacer comunidad. Es muy importante encontrar alguna manera de mantenerse conectado. Si te gusta jugar online y a tus amigos también, es una opción para hablar y sentirse unido a ellos.  Haz un chat con tu familia, videollamadas… Encontrar una manera de seguir sintiéndose parte de un grupo, aunque sea de forma digital es importante.
  • Mantén la esperanza. Por la fatiga pandémica, estamos cansados dentro del alma, emocional, psicológica, social y espiritualmente; simplemente estamos cansados y cero motivados, así que, para salir de esta situación, debemos mantener la esperanza de que las cosas vayan mejorando. Piensa en la vacuna, en doblegar la curva… si hay algo que puedas hacer para mantener la esperanza, ese es realmente el camino que hay que seguir.
  • Crea un horario. Cuando pierdes las rutinas, pierdes gran parte de tu impulso y la sensación de crecimiento personal. Como seres humanos, nos gusta tener algo hacia lo que nos dirigimos y, cuando ni siquiera sabemos cuál es el final de algo, ¿cómo podemos avanzar hacia él? Si estás teletrabajando y sales poco, lo que puedes hacer es quitarte el pijama, ducharte, vestirte y pasar de tu cuarto al salón cada mañana; te ayudará a sentir que experimentas algún tipo de cambio a lo largo del día.
  • Concéntrate en lo que puedes controlar. Aunque pienses que estamos en un mundo en este momento en el que parece que todo está perdido, elige una o dos cosas sobre las que tengas control. Puede ser realizar una tabla de ejercicios, salir a caminar… lo relacionado con el deporte te da sensación de control y, además, mejora tu salud y tu estado anímico. 
  • Practica la afirmación positiva. En la mayoría de los casos, estamos haciéndolo lo mejor que podemos, no siempre nos damos valor a nosotros mismos y tendemos a deslizarnos hacia el lado negativo, pero es fundamental pensar en las cosas en que eres bueno. Concéntrate y repítete a ti mismo como un mantra: “lo estoy haciendo lo mejor que puedo; aunque esté cansado de todo esto, hay cosas por las que tengo que estar agradecido”. Verás como poco a poco, tu estado de ánimo mejora.
  • Establece límites para las redes sociales. Debemos tener cuidado con las redes sociales que consumimos, porque un exceso de noticias negativas puede hundirnos aún más. Busca, nuevamente, alguna fuente de esperanza y optimismo, no uses las redes solamente para informarte de cosas que afecten a tu estado de ánimo y puedan deprimirte. 
  • Continúa con las medidas preventivas. Si bien ya han llegado las vacunas, y tienen una alta eficacia, piensa que aún estando vacunado tienes un mínimo riesgo de contagio. Por eso la prudencia es primordial; continuar usando la mascarilla, manteniendo la distancia social y siguiendo las normas establecidas, es importantísimo para que todo esto termine algún día. Probablemente cuando todos estemos vacunados podrá aligerarse alguna norma; vamos a pensar que todo llegará, y que si nos mantenemos fuertes y estables emocionalmente, la espera se hará más llevadera.

Así que intenta no caer en pensamientos negativos, ser optimista, ver el lado bueno de las cosas (que lo hay, te lo aseguramos) y piensa que un día más es un día menos para lograr recuperar nuestra vida tal y como la conocíamos.