¿Puede ayudarme mi médico a dormir mejor?
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Además de ser uno de los mayores placeres que la vida nos concede, dormir es tan necesario y saludable como ingerir alimentos o beber agua siendo una necesidad que todo ser vivo necesita para, valga la redundancia, mantenerse vivo.
Ya que tenemos que dormir por necesidad, ¿por qué no hacerlo bien? Parece obvio pensar que todo el mundo duerme bien cada día, pero la realidad es muy distinta…
¿Recuerdas la sensación de ir a dormir estando muy cansado o quedarte dormido en cualquier sitio tras llevar muchas horas sin hacerlo? ¡Es un verdadero lujo! Sin duda, un placer. Ahora bien, ¿qué pasa si aun estando cansado, no logras dormir?
¿Sabías que los problemas relacionados con el sueño son una verdadera epidemia en estos tiempos? Hay quien ya cataloga el insomnio como “la enfermedad del siglo XXI o un problema de salud pública” siendo una patología que afecta a infinidad de personas, muchas más de las que a priori crees.
Si los problemas relacionados con el sueño son constantes en el tiempo, por supuesto que acudir a un médico especialista en trastornos del sueño hará que consigas volver a reconciliarte con el placer de dormir. Tu seguro de salud puede ayudarte con esto, poniendo a tu disposición un cuadro de especialidades donde valorarán tu problema.
Además, algo que comienza a ser cada vez más valorado por la sociedad española pero que hasta hace unos años no lo era, por aquello de los estigmas, es la atención psicológica tan necesaria en estos casos. También puedes consultar con un psicólogo que tendrás en tu cuadro médico, y si no tienes seguro de salud aún, es hora de que compruebes el precio que tendría contar con uno.
Los años de experiencia nos señalan que, en la mayoría de casos, los problemas del sueño están más relacionados con factores tanto internos como externos al propio individuo como el ritmo de vida que llevamos, las preocupaciones, los trastornos relacionados con el peso, los trastornos de ansiedad (exceso de futuro) o la depresión (exceso de pasado), malos hábitos de sueño y estilo de vida, trabajar de noche, la mala alimentación y el abuso de alimentos procesados, la ingesta de determinados medicamentos, el abuso de sustancias nocivas para la salud como el alcohol o drogas o el propio trastorno del individuo relacionado con el sueño.
Las causas de los problemas con el sueño pueden ser de distinta índole dependiendo de cada individuo, por ello, cuando el problema se alarga en el tiempo, es necesario solicitar ayuda médica y psicológica para volver a retomar la vida cuanto antes.
Es una realidad que, en la actualidad se comete un verdadero abuso de medicamentos que producen el sueño como pueden ser tranquilizantes o relajantes musculares, pero ¿es verdaderamente la ingesta de esos medicamentos la solución al problema? No, aunque hay casos en cuyo tratamiento son necesarios, el paciente debería seguir un tratamiento que compaginara ayuda médica con ayuda psicológica. Incluso cambiando pequeños hábitos en su día a día podría ir adquiriendo un nuevo aprendizaje e interiorizando sensaciones que, a la larga, podrán curarle del tan temido insomnio.
Siempre se puede comenzar a plantar cara a la falta de sueño interiorizando pequeñas conductas en la vida diaria que ayudarán a mejorar notablemente la calidad de vida del sujeto.
¿Qué puedo hacer para lograr conciliar el sueño por mí mismo?
- Practica algo de deporte cada día: se trata de provocar el cansancio físico del organismo y, además, el deporte aporta innumerables beneficios también a la mente liberando sustancias químicas que nos hacen sentir mejor. Es una práctica sencilla, básica y muy útil tanto para cuerpo como para mente. No es necesario hacer una media maratón, una caminata al día puede ser más que suficiente porque ya sabemos que caminar es fuente de vida.
- Fija un horario para irte a dormir: de esta forma y a base de repeticiones día tras día, el organismo asociará la llegada de esas horas con el momento de dormir.
- Evita usar tecnología o plataformas como redes sociales justo antes de dormir: trata de desconectar del mundo (apagón tecnológico) al menos una hora antes de dormir, de esta forma la mente estará en calma llegado el momento y, por tanto, más predispuesta a conciliar el sueño.
- ¿Lectura o no lectura?: existen infinidad de opiniones sobre este tema. Hay a quien la lectura logra desvelar ya que la mente se mantiene despierta y atenta a un tema concreto y, por el contrario, hay a quien le invade el sueño unido a la fatiga visual mientras lee en la cama. Todo es cuestión de probar…
- No te vayas a la cama con el estómago lleno: trata de cenar mínimo dos horas antes de ir a dormir, es decir, nunca te vayas a la cama mientras haces la digestión ya que el cuerpo estará más activo trabajando y, por tanto, menos relajado.
- Evita la medicación: intenta evitar al máximo la ingesta de medicamentos tipo tranquilizantes y, si los tomas, que sea por un tiempo concreto y determinado para ir eliminándolos poco a poco. Hay quienes piensan que dormir gracias a ellos carece de mérito, y no es solucionar el problema sino reforzarlo más. Pero hay ocasiones en las que nuestro médico ve necesario que usemos como apoyo algún tipo de medicación, homeopática o química, para lograr crear en nosotros ese hábito que no conseguimos reconducir por nosotros mismos. Ponerte en sus manos es lo mejor que puedes hacer si ves que no puedes conseguirlo solo.
- Acudir a terapia psicológica: sin duda alguna, puede llegar a ser la mejor forma de poner remedio al problema del insomnio, siempre con el apoyo de tu médico de cabecera, por supuesto.
- Eliminar determinados alimentos y bebidas antes de acostarse: ni que decir tiene que hay que evitar alcohol, sustancias perjudiciales, cafeína y demás inhibidores del sueño desde el mediodía.
Por último, aconsejamos crear un ritual del sueño, es decir, se trata de hacer todos los días lo mismo llegado el momento de ir a la cama. Por ejemplo, ponerte el pijama, lavarte la cara, cepillarte los dientes, ponerte cremas o algún tratamiento, leer un poco… Cada persona puede hacerlo como considere, es una forma de ir comunicando al cerebro cuál es tu intención: ir a dormir y conseguirlo. Y si tienes que pedir ayuda a tu médico para lograrlo, consulta el cuadro médico de tu seguro de salud, donde encontrarás profesionales que te ayudarán a dormir como un bebé.