Beneficios y propiedades del tomate para la salud

El tomate. Esa ¿fruta? ¿verdura? ¿hortaliza? Muchos se preguntan qué es exactamente. Podemos pensar que pertenece al grupo de las hortalizas, y generalmente lo encontramos en la zona de las verduras cuando vamos a la compra, pero la realidad es que el tomate es una fruta. 

Si eres fan de la comida saludable, seguro que este producto no falta en tu cesta de la compra, y es que, si quizá has necesitado, gracias a tu seguro médico , visitar al nutricionista, estamos convencidos de que lo ha incluido en los menús que te haya recomendado.

Esta fruta cuenta con pocas calorías, por lo que es ideal para seguir cualquier dieta de adelgazamiento o simplemente, mantenernos saludables. Contiene menos de 20 calorías por cada cien gramos, porque un 95 por ciento de su peso es agua. Su sabor viene dado por ácidos orgánicos (encontramos el málico o el cítrico entre ellos) y unos pocos azúcares simples; esta combinación hace que sea muy digestivo y nos resulte muy agradable de comer.

Si lo comparamos con otros productos vegetales no tiene una gran cantidad de fibra, pero sus semillas, piel y carne bastarían para ayudar al tránsito del intestino en el proceso de la digestión.

Vitaminas contra la oxidación

Contiene un trío ganador de vitaminas consideradas antioxidantes, la A, E y C. La primera aparece en forma de betacaroteno. Está demostrado que ingerir 200 gramos de tomate llega a cubrir un ochenta por ciento de la vitamina C que necesitamos diariamente, un trece por ciento de la vitamina E recomendada y un veintisiete de la vitamina A. La unión de estas tres vitaminas lucha contra el proceso degenerativo de los tejidos, el envejecimiento y ayudan a nuestro sistema inmunitario.

Ingerir 200 gramos de tomate llega a cubrir un ochenta por ciento de la vitamina C que necesitamos a diario

El grupo de vitaminas B está también más presente que en el caso de otras hortalizas, destacando la B1 y B6, por no hablar del ácido fólico (muy importante su ingesta durante el periodo previo al embarazo y durante la gestación completa). Este grupo favorece el buen funcionamiento del sistema nervioso.

Minerales

Rico en potasio, magnesio y fósforo, no olvidamos su aportación en hierro, que hacen que tomar unos 200 gramos de tomate al día cubriría entre el 6 y el 8 % de las necesidades diarias de este mineral.

Licopeno en abundancia

El licopeno que contiene el tomate es una de sus mayores propiedades. Este es un pigmento carotenoide que tiene potentes efectos contra la oxidación celular y que le da su característico tono rojizo.

Se extrae de ciertos estudios que quienes toman mayor cantidad de licopeno obtienen una altísima protección ante las enfermedades de tipo cardiovascular y se reducen los riesgos de padecer otras como el alzheimer, la diabetes, la sordera, ceguera u otras patologías que se asocian a un envejecimiento precoz.

Bueno para los huesos

El licopeno actúa consiguiendo que nuestros huesos estén en un estado óptimo, con mayor interés para las mujeres tras la menopausia. 

Potente anticancerígeno

Cuenta con un fantástico poder anticancerígeno sobre todo relacionado con órganos como la próstata, el pulmón, intestinos, estómago o riñones. Si hablamos de antioxidantes, aún más eficaz que la vitamina E, es el mencionado licopeno. Además, contamos con un efecto multiplicador cuando se acompaña de carotenoides como el betacaroteno, la luteína o el fitoeno. Además, el primero es capaz de sufrir una transformación hasta ser vitamina A si nuestro cuerpo así lo requiere y de este modo protege los ojos, la piel y colabora en la regeneración y crecimiento óseo o en la creación de tejidos embrionarios. 

Ahora que tenemos tomates de muchos tonos de rojo, incluso amarillos o verdosos, hemos de decir que los rojos son los que contienen mayor cantidad de licopenos, pero en cambio, los de tonos naranjas o amarillos lo portan como tetracislicopeno que es mejor asimilado por el cuerpo humano.

Cocinado, antes que crudo

Si lo cocinamos, el efecto del calor rompe las membranas de las células y el licopeno sale, con lo que conseguimos que se absorba tres veces mejor. De ahí que las cremas de tomate, las salsas o los concentrados (por supuesto, mucho mejor si las elaboramos en casa, con tomates de calidad y un buen aceite de oliva que, además, mejora esta absorción) sean las mayores fuentes de licopeno.

Si lo cocinamos, el efecto del calor rompe las membranas de las células y podemos absorber con más facilidad el licopeno

Gran amigo de nuestro corazón

Ya hemos mencionado que en aquellos consumidores que presentan mayores niveles de licopeno en sangre, el riesgo de padecer un infarto se reduce en más de un 50%. Otro beneficio del tomate es que aumenta la flexibilidad de nuestros vasos sanguíneos, favoreciendo así nuestro sistema circulatorio.

Contar con un nutricionista “de cabecera” siempre es interesante, dada la importancia que adquiere día tras día alimentarse bien. Y es que se están investigando y estudiando las propiedades de los alimentos cada vez más. El nutricionista nos dirige en cuanto a llevar una alimentación adecuada y, sobre todo, adaptada a nuestra edad, hábitos y rutinas de vida. Un deportista no debe comer lo mismo ni en la misma cantidad que una persona que solo sale a caminar tres tardes a la semana, durante media hora. 

Si sabes que tienes alguna enfermedad o patología, o quizá acabas de enterarte de ello, los médicos de la especialidad correspondiente te asesorarán también nutricionalmente, o te derivarán con sus indicaciones a la consulta del nutricionista.

Por ejemplo, algunos reumatólogos afirman que las semillas del tomate podrían no ser adecuadas si sufres de artritis o artrosis, por lo que, si es tu caso, siempre puedes desecharlas a la hora de preparar tus platos favoritos. 

Podemos afirmar que la importancia de la alimentación saludable es algo completamente extendido a cualquier especialidad médica. Es el momento, si no lo has hecho ya, de que hagas una comparativa de seguros de salud para elegir aquel que se adapte mejor a ti. Es muy importante, en temas relacionados con la nutrición, conocer que hay seguros de salud como Adeslas, que por ejemplo en su póliza Adeslas Plena ofrece cobertura con especialistas médicos en nutrición, igual que hace Sanitas si contratas Más Salud.