Cómo asegurar tus esquíes y accesorios

Uno de los deportes de invierno más emblemáticos es sin duda el esquí. Aunque comenzó como un medio de transporte nórdico para desplazarse sobre la nieve, hoy en día se ha convertido en la razón de que muchos ansíen que lleguen los días fríos, puesto que es considerado uno de los deportes más divertidos para hacer solo, con familia o amigos.

El esquí se practica sobre la nieve con dos tablas. Estas tablas están unidas a la suela del calzado del esquiador mediante un sistema de fijación para que todos los movimientos del cuerpo se puedan transmitir fácilmente a las tablas, comúnmente conocidas como esquíes. Dependiendo de cómo nos movamos conseguiremos frenar, ir más rápido o cambiar la trayectoria por lo que conocer la técnica es imprescindible para no tener accidentes esquiando. Lo cierto es que se trata de un deporte con una cierta exigencia para para el cuerpo, por lo que contar con una buena forma física garantizará disfrutarlo plenamente.

De sus múltiples beneficios cabe destacar la tonificación muscular general, liberación del estrés, fortalecimiento y mejora de la pared abdominal y el resto de músculos del tronco, mejora de la coordinación, concentración, del equilibrio y también de la agilidad entre otros. Sobre las ventajas del tipo de vacaciones que suele conllevar ir a esquiar si no resides en una zona cercana a las pistas, podemos mencionar el estar en un bonito entorno (generalmente en la naturaleza) o los planes que rodean al deporte en sí, como charlar tranquilamente con una taza de café o de chocolate caliente o jugar a juegos de mesa en familia mientras el cuerpo se recupera de una jornada de deporte.

Si estás planificando tu temporada de esquí para este año te contamos todas las claves para que ningún imprevisto pueda estropear ese momento.

El seguro para esquíes y accesorios cubre los daños materiales sufridos por el objeto asegurado como consecuencia directa de hechos externos accidentales producidos de forma súbita, imprevista y ajena a la voluntad del asegurado, siempre que no se trate de hechos expresamente excluidos. 

Además, esta cobertura cubre los hechos ocurridos en cualquier lugar del mundo, para que puedas llevarte tus esquíes donde quieras sin correr riesgos innecesarios.

Lo mejor de todo es que ahora puedes disfrutar de este seguro para tus esquíes y accesorios por mucho menos de lo que imaginas. De hecho, para artículos con un PVP superior a 195 euros contarás con 3 meses de seguro gratuito: protección sin coste durante un trimestre para proteger tu artículo con toda la garantía de comprar en cualquiera de las tiendas El Corte Inglés (de forma presencial o a través de la web).

Al comprar tus nuevos accesorios de esquí también podrás asegurarlos, aunque la oportunidad de contar con el seguro gratis 3 meses dependerá del precio del producto elegido. Los accesorios pueden ser de electrónica deportiva (pulsímetros, pulseras de actividad, cronómetros, GPS...), smartwatch, bastones de esquí o cascos de esquí.

El seguro para esquíes puede cambiarlo todo. Tratándose de elementos costosos y que necesitan desplazamiento para su uso, no es complicado que puedan ocurrir diferentes accidentes que nos hagan tener que reponerlos por otros mucho antes de lo que deberíamos, perdiendo así dinero y tiempo de práctica de este deporte hasta poder hacernos con otros nuevos.

Tener un seguro agilizará los tiempos de reparación o sustitución del artículo para que puedas volver a disfrutarlo cuanto antes.

Asegurar tu material de esquí puede librarte de algunos dolores de cabeza

Además, el precio por asegurar los esquíes o los accesorios es menos de lo que te imaginas y más si se tiene en cuenta todo lo que se puede llegar a cubrir, haciendo que merezca la pena invertir un poco en tranquilidad.

Si te has decidido a dejar de alquilar el material o a renovar el que ya tienes es importante que conozcas algunos consejos para elegir aquellos esquíes que mejor se adapten a ti. Se pueden utilizar varios criterios para hacer esta elección como pueden ser el peso y altura del esquiador, el tipo de esquí que se quiere hacer con estas tablas y también la experiencia que se posee en este deporte. Por ejemplo, los esquíes para aquellos que están empezando deben ser más cómodos y más ligeros dado que supone un manejo más sencillo y, además, tienen un coste inferior. Si hablamos de un esquiador experto seguramente buscará unas tablas más duras, largas y pesadas que a su vez, tendrán un mayor coste.

Por otra parte, se debe dar importancia a elegir unos esquíes en función del peso y otras variables, aunque el personal de tienda, especializado en deportes de nieve, sabrá aconsejarte con unas pocas preguntas acerca de tu edad, nivel, peso y altura. Pueden seguirse, a priori, unas medidas recomendadas:

• para esquiadores de menos de 50 kilos, esquíes de 1 metro 40 centímetros de longitud.
• si el peso es entre 50 y 60 kilos, los esquíes deben medir alrededor de 1 metro 50 centímetros.
• para un peso entre 60 y 70 kilos, esquíes de 1 metro 55 centímetros.

Si se trata de un esquiador de más de 90 kilos lo ideal sería que los esquíes midiesen 1 metro 70 centímetros, aunque lo cierto es que ahora que los fabricantes de tablas de esquí cada vez lanzan productos de mayor ergonomía, lo normal es que el peso se utilice para saber el ajuste de las fijaciones y las tablas que debas llevar midan unos diez centímetros menos que tú, peso aparte.

También es muy importante valorar qué tipo de esquí vas a realizar para así escoger las mejores tablas y accesorios. No todos son iguales y podemos encontrar esquíes de pista, freeride, freestyle, polivalentes, o de travesía entre otros.