¿Cuándo hay que hacer la declaración de herederos?

La declaración de herederos es un concepto que muchas veces oímos, pero ¿sabemos qué es exactamente? Cuando un ser querido nos deja, la burocracia es lo último en que deseamos pensar, pero una vez que los días pasan, hay cosas que es necesario hacer y esta es una de ellas. 

La declaración de herederos es un formalismo a través del que se define quiénes van a ser los que hereden las posesiones del fallecido. Esto puede hacerse teniendo en cuenta las voluntades del finado, si las hubiera manifestado, o ateniéndonos a la legislación en vigor. Puedes consultar en las condiciones de tu seguro de decesos si se incluye la posibilidad de adjuntar un testamento para agilizar o facilitar estas gestiones.

Este trámite no se refiere a la partición de los bienes existentes, sino al nombramiento de aquellos que los heredarán.

Desde 2015, con la nueva Ley de Jurisdicción Voluntaria, esto puede hacerse ante notario, lo que reduce bastante la dificultad del acto, de modo que cuando el fallecido tenga cónyuge, descendientes o ascendientes, esta declaración de herederos se puede solventar por vía notarial; pero si no es así, la complejidad aumenta y habrá que recurrir a la vía judicial.

Hay otras circunstancias en las que debe llevarse a cabo este trámite, como cuando alguno de los herederos que figuran en el testamento mueren antes que el propio testador y no hay contemplado un sustituto para su parte de la herencia, o si el testamento se declara nulo, entre otros.

La declaración de herederos no siempre es obligatoria, pero en ciertas situaciones puede ser necesaria para poder hacer efectiva la herencia:

• Cuando no existe testamento y no hay acuerdo entre los posibles herederos sobre quiénes deben ser los beneficiarios de la herencia.
• Cuando se desconoce la existencia de un testamento o no se sabe su contenido.
• Cuando existen dudas o disputas sobre la identidad de los herederos legales.

En cambio, cuando existe un testamento claro y los herederos están claramente identificados, no suele ser necesario realizar una declaración de herederos.

Más que una sanción al uso (multa), lo que podría ocurrir si no se realiza una declaración de herederos, es que en muchos casos estos no puedan realizar los trámites necesarios para recibir la herencia, o que, si se inicia un proceso legal para designar a los herederos, conlleve un gasto y un retraso en la gestión de la herencia.

Una declaración de herederos abintestato es un documento que se utiliza para determinar quiénes son los herederos legales de una persona fallecida que no ha dejado testamento o cuyo testamento ha sido declarado nulo o ineficaz.

En otras palabras, cuando no hay un testamento válido o este no contempla a todos los posibles herederos, se debe realizar una declaración de herederos abintestato para determinar quiénes son los herederos legales y cómo se distribuirán los bienes del fallecido.

La declaración de herederos abintestato se realiza ante un juez y debe ser solicitada por alguna persona que tenga un interés legítimo en la herencia, como un posible heredero o un acreedor del fallecido.

Para realizar la declaración de herederos abintestato, se deben presentar pruebas documentales que acrediten la relación de parentesco entre el fallecido y los posibles herederos, como certificados de nacimiento o matrimonio. Además, se pueden realizar pruebas testimoniales y otras pruebas documentales para demostrar la relación de parentesco.

Es interesante hacer la declaración de herederos para evitar complicaciones posteriores

Si se tiene conocimiento de que el fallecido dejó testamento, lo recomendable es realizar la declaración de herederos después de la lectura del mismo y una vez se haya comprobado que es válido y que contempla a todos los herederos legales.

Si no se tiene conocimiento de la existencia de testamento, pero se sabe que hay bienes o deudas que deben ser distribuidos entre los herederos legales, lo recomendable es realizar la declaración de herederos lo antes posible para poder comenzar con los trámites necesarios y evitar posibles complicaciones legales.

Para que la declaración de herederos tenga validez legal, tendrás que presentarte ante un notario o ante el juez de Primera Instancia del lugar donde se produjo el fallecimiento o donde se encuentren los bienes a repartir.

Para presentar la declaración de herederos, es necesario aportar la siguiente documentación:

• Certificado de defunción del fallecido
• Certificado de últimas voluntades, que permite comprobar si el fallecido dejó testamento
• Documentos que acrediten la relación de parentesco entre el fallecido y los posibles herederos, como pueden ser libro de familia, certificados de nacimiento, matrimonio o defunción, etc.
• En caso de que existan bienes a repartir, se debe presentar una relación detallada de los mismos

El notario o el juez realizará las comprobaciones necesarias para determinar la validez de los documentos presentados y la relación de parentesco entre el fallecido y los posibles herederos. Una vez comprobada la información, se procederá a realizar la declaración de herederos y a fijar la cuota hereditaria correspondiente a cada uno de los herederos.

El mejor momento para hacer la declaración de herederos es al contratar una póliza de vida o decesos

Ya hay diferentes compañías aseguradoras que permiten realizar un testamento al contratar una póliza de decesos o de vida. Esta es una asistencia que incluye la posibilidad de poner a tu disposición los servicios de un despacho de abogados, de manera que puedan aconsejarte para hacer modificaciones o consultar tus posibles dudas. También hay compañías aseguradoras que permiten hacer un testamento online (como el testamento online de DKV), que facilita el trámite a miles de clientes cada año al poder usar esta herramienta.

En caso de no contar con un buen seguro de vida o decesos que nos cubra este gasto, hacer una declaración de herederos puede costarnos entre 50 y 200 euros, dependiendo del notario o abogado que contratemos y de la complejidad del proceso.

En primer lugar, debe considerarse el orden de sucesión, entrando en juego los herederos forzosos, que son quienes tienen derecho por ley a formar parte de la herencia existente. Ellos heredarán al menos una tercera parte del conjunto patrimonial del difunto; es lo que se conoce como “legítima”. 

El orden comienza por los hijos y sus descendientes, sigue con los padres y ascendientes, el cónyuge (a falta de los anteriores), y así continúa el orden hacia los hermanos, sobrinos, tíos… que es cuando esta declaración de herederos pasa por el juzgado. Si faltan todos los enumerados, es el Estado quien hereda.

Como vemos, está bien estipulado el orden de a quién va a parar la herencia si el testamento no existe o no está convenientemente redactado con arreglo a lo que marca la ley. 

A veces nos preguntamos si hace falta que todos los herederos estén para que la declaración se lleve a cabo, pero en realidad, es requerida la presencia de un único heredero como mínimo (más dos testigos que no tengan que ver con la herencia en cuestión). De nuevo, si no se da este caso, la tramitación se hará judicialmente y un juez tomará la última decisión.