¿Los seguros de decesos desgravan?

Contratar un seguro de decesos ha sido, desde hace muchas décadas, una opción que se ha hecho casi tradición en gran parte de las familias españolas. Ya solo el hecho de liberar a nuestros familiares de los gastos que se presentan en un momento especialmente complicado, pasa a ser la mejor opción en la que se puede pensar a la hora de contratar uno de estos seguros. 

También conviene saber que, a veces, los seguros de decesos son complementados con garantías más comunes en los seguros de vida, como puede ser designar un capital que pasa a formar parte del patrimonio del beneficiario o beneficiarios cuando suceda el fallecimiento de la persona asegurada. En casos como estos es cuando se puede hallar la relación entre la declaración de la renta y el seguro.

Lo cierto es que, a la hora de presentar nuestra declaración de la Renta, haber contratado un seguro de decesos por el que estamos pagando una prima cada año, no cuenta con desgravación alguna. El Estado estima que tener contratada una de estas pólizas de seguro de decesos no le supone beneficios, así que se entiende que no ha lugar pensar en ella cuando llega la hora de considerar las desgravaciones que pueden aplicarse a nuestra declaración de la renta.

No está de más saber que, aunque los seguros de decesos no desgraven en nuestra declaración, sí lo hacen algunos otros (en determinadas circunstancias), ayudando a minimizar la factura fiscal, como los seguros de salud, los seguros de vida, los seguros de hogar, los de ahorro o aquellos que tienen como destinatarios a los trabajadores autónomos.

Tener un seguro de decesos es algo que siempre viene bien, ya que, tarde o temprano, todos hemos de llegar a ese destino en el viaje de la vida y este tipo de pólizas facilitan ese trance a los familiares del fallecido, ayudando en ese momento en el que muchas veces flaquean las fuerzas necesarias para hacer frente a los trámites que un hecho como este conlleva.

Entre los beneficios que aporta contar con un buen seguro de decesos podemos incluir despreocuparse de la carga económica que suponen todos los gastos que un fallecimiento lleva aparejados, olvidarse del extra que deberíamos afrontar si la muerte sobreviene lejos del lugar de domicilio o incluso fuera del país, ya que generalmente están incluidos los traslados necesarios y los trámites pertinentes. 

Un seguro de decesos te ayuda a vivir con tranquilidad mirando al futuro con mayor seguridad

Además, cuando lo último que quieres es estar buscando funerarias, flores o resolviendo cuestiones relacionadas con un fallecimiento, tu aseguradora se encargará, sea la hora que sea, cualquier día de la semana, de estar a tu lado ayudándote a resolver estas cuestiones y haciéndolo todo un poco más fácil al descargarte de esas responsabilidades para las que solemos contar con poco ánimo ya que nuestros pensamientos están en otro lado.

A la hora de contratar tu seguro de decesos, infórmate bien acerca de todas sus coberturas, ya que, en muchos casos, como hemos visto más arriba, las gestiones que corresponde hacer durante los días que siguen al fallecimiento están también incluidas y tu aseguradora se encarga de ellas.

Sin duda alguna, poder enfrentarse a estos duros momentos sin tener que pensar en trámites, gestiones, papeleos, decisiones y, sobre todo, gastos -que en muchas ocasiones se presentan de forma inesperada y no siempre se tienen los recursos económicos para afrontar-, es la mayor ventaja de contratar un seguro de decesos; saber que tus familiares no tendrán que ocuparse de cuestiones como estas te permitirá vivir con mayor seguridad y afrontar el futuro con tranquilidad.

A pesar de que no podamos usar un seguro de decesos para desgravar ciertas cantidades en la declaración de la renta, sí que influye si hablamos del impuesto de sucesiones y donaciones, y es en este punto donde debemos fijarnos para encontrar las ventajas fiscales asociadas a los seguros de decesos.

Cuando los familiares del fallecido usan el capital asociado al seguro de decesos para sufragar los gastos del sepelio y de los trámites que se asocian, se considera que la cantidad a recibir como herencia se reduce, por lo que el capital que habrá que declarar a la hora de pagar el impuesto de sucesiones será inferior, y, por ende, la cantidad que debamos satisfacer por este impuesto será menor también. 

Sin embargo, el capital asociado al seguro de decesos puede, también, funcionar en otro sentido; no es lo más común, pero cuando este capital no se utiliza completamente para atender los gastos a los que hacíamos referencia con anterioridad, pasará entonces a formar parte de la cantidad a recibir como herencia, y por eso aumentará el patrimonio de los herederos. En estos casos, se debe indicar cuando toca pagar el impuesto de sucesiones y donaciones ya que incide sobre este gravamen. 

El seguro de decesos satisface una función esencial cuando se viven momentos tan difíciles como un fallecimiento: que nuestra familia y allegados no tengan que verse en la tesitura de desembolsar una cantidad de dinero con la que poder pagar los gastos asociados a un fallecimiento. Sin embargo, una vez ejecutada esta función, no es un gasto que se pueda utilizar para disminuir los importes por los que se evaluará, en nuestra declaración de la renta, nuestra tributación. Eso sí, todo lo demás son ventajas y muy importantes que nos hacen ganar en seguridad y tranquilidad.