¿Qué es un seguro de dependencia?

Pólizas

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Nos encontramos hoy ante uno de los temas que más dificultades puede traer asociadas cuando ocurre, y es la pérdida de la independencia personal y la posibilidad de perder nuestra autonomía para realizar las actividades más normales de nuestra vida. Las dificultades no son sólo físicas, que pueden ser las que provoquen la pérdida de la autonomía, sino también psicológicas, por el estado de depresión en el que las personas dependientes pueden caer. En este sentido, es interesante acudir a la película Intocable, que cuenta la historia entre una persona dependiente y su cuidador, que nos muestra hasta qué punto son necesarios el apoyo emocional y el acompañamiento para lograr devolver la felicidad a esta persona. 

Por supuesto, se producen también dificultades económicas, ya que estas personas necesitarán la contratación de una persona que les preste el apoyo del que dependen en cada momento. Para estas situaciones están previstos los seguros de dependencia, íntimamente ligados a los seguros de vida.

¿Qué es un seguro de dependencia?

Para protegernos de forma personal ante un accidente o una enfermedad que pudiera llevarnos a sufrir una dependencia en alguno de los grados más graves, existen los seguros de dependencia. Estos seguros se pueden contratar de manera ajena a un seguro de vida, pero es cierto que también hay alguno de estos últimos que incluyen coberturas para el caso de llegar a un estado de dependencia, como es el caso de los seguros de vida que puedes encontrar en El Corte Inglés Seguros, que contemplan la invalidez permanente absoluta y la invalidez permanente absoluta en caso de accidente.

El seguro de dependencia contempla varias coberturas, aunque la principal se trata de la percepción de una indemnización cuando, legalmente, se obtiene la declaración del grado de dependencia que se aplique a la persona. Se contempla que esta indemnización se cobre en forma de renta, es decir, en un pago dividido de manera mensual o trimestral, o en forma de capital, recibiendo la cantidad completa. Lo habitual es que se contemple una cantidad para la persona que tiene reconocido el grado dos de dependencia y que dicha cantidad se duplique directamente cuando se trata de una dependencia de grado tres. 

Los seguros de dependencia contemplan también coberturas en forma de prestación de servicios, entre los que se pueden observar la necesidad de contratación de una persona de ayuda a domicilio, el coste de las estancias en centros de residencia o asistenciales, así como servicios de teleasistencia que pueden complementar la ayuda domiciliaria. Otras coberturas adicionales pueden ser la de asistencia familiar, la formación de los cuidadores o la estancia en el extranjero por un periodo de tiempo no superior a un rango de meses que establezca la póliza contratada. 

Podemos protegernos de una enfermedad o accidente que nos limita psíquica o físicamente gracias a un seguro de dependencia

Debemos saber que el seguro de dependencia no está pensado para su contratación por personas de edad avanzada; de hecho, las compañías aseguradoras establecen un límite de edad para poder contratar uno de estos seguros. Asimismo, será necesario que aportemos algunos datos sobre nuestra salud, cumplimentar un formulario médico, e informar de las enfermedades que se han sufrido con anterioridad a la contratación. Por otra parte, nos pedirán también datos de nuestras actividades profesionales o de nuestros hobbies, ya que hay determinados deportes de riesgo que quedan fuera de la cobertura de estos seguros de dependencia. 

Si contratamos un seguro de dependencia debemos fijarnos tanto en las exclusiones como en los periodos de carencia. Las compañías aseguradoras suelen contemplar periodos de carencia de un año para las situaciones que no se consideren excepcionales, así como aquellas situaciones que se dan como consecuencia de una enfermedad neuronal, psiquiátrica o mental. Y en cuanto a las exclusiones, es habitual que la práctica de deportes de riesgo se encuentre excluida de estas pólizas, así como las consecuencias que puedan deberse al consumo de alcohol o de drogas. 

El seguro de dependencia constituye, en sí mismo, un aporte de tranquilidad, ya que sabremos que estaremos protegidos ante un giro brusco de la vida. En el caso de tener familia, se trata de una tranquilidad aún mayor, ya que evitaremos que nuestro cónyuge o nuestros hijos se vean en la necesidad de desembolsar una cantidad importante de dinero si se diese una de las situaciones descritas anteriormente.

Razones para contratar un seguro de dependencia

Contratar un seguro de dependencia es una decisión importante que puede reportarnos beneficios por diversas razones. Cada uno dará más peso a una de ellas, a varias o a todas a la vez, pero lo cierto es que siempre encontrarás una razón por la que te compensa tener un seguro de dependencia o un seguro de vida que contemple esta eventualidad entre sus coberturas, como VidaMovida, el primer seguro que te paga por andar. Si no habías oído hablar de él, puedes comparar entre seguros de vida y ver qué te ofrece este en concreto o cualquiera de los que están a tu disposición.

Asegurar tu futuro

Con uno de estos seguros, estarás tranquilo sabiendo que tienes un respaldo del que tirar en caso de no poder valerte por ti mismo, bien porque te proporcione los servicios de una persona que pueda asistirte, bien porque tú la contrates con los importes recibidos de la aseguradora.

Obtener beneficios fiscales

Podrás gozar de una deducción en tu IRPF cuando quede acreditada la Dependencia Severa o Gran Dependencia, y si tomador, beneficiario y asegurado son la misma persona.

En el caso de tener un seguro de vida, tendrás beneficios fiscales si este seguro está ligado a una hipoteca (y la vivienda se compró antes de 2013) o si eres un trabajador autónomo.

Facilitar la vida a amigos y familiares

Pensar que no seremos una carga si llega el momento en que no podamos valernos por nosotros mismos es un alivio considerable para cualquiera. Por mucho que sea el amor con que dedicasen su tiempo a nosotros, familia y amigos deben continuar con su vida y está en nuestra mano lograr que estar a nuestro lado sea un placer y no una obligación.

¿Qué tipos de dependencia hay?

Desde el punto de vista legal, se considera que una persona es dependiente cuando se da una limitación física, psíquica o intelectual por la que la persona es incapaz de realizar las labores cotidianas por sí misma, y necesita que una tercera persona le asista en estas tareas. Ahondando más en las definiciones, y de acuerdo a la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia (conocida como Ley De Dependencia), puede dividirse la situación de dependencia en tres grados, que extraemos del texto de la Ley: 

  1. Dependencia moderada: cuando se necesita ayuda para realizar ciertas actividades básicas del día a día, una vez diaria al menos o se tienen necesidades de apoyo intermitente o limitado para la autonomía personal.

  2. Dependencia severa: cuando se necesita ayuda para realizar varias actividades básicas del día a día dos o tres veces diarias, pero no se quiere el apoyo constante de un cuidador o se tienen necesidades de extenso apoyo para la autonomía de la persona.

  3. Gran dependencia: cuando se necesita ayuda para realizar varias actividades básicas del día a día varias veces diarias y, por causa de una pérdida total de autonomía mental, física, sensorial o intelectual, se necesita el apoyo indispensable y continuo de un tercero o se tienen necesidades de apoyo generalizado para la autonomía de la persona.

Como vemos, la ley contempla la pérdida de autonomía de forma total o parcial, y por supuesto, la medida en que se requiere la ayuda de una tercera persona cambia de acuerdo con este grado de dependencia. Para curarnos en salud, lo mejor es tener uno de estos seguros y vivir tranquilo, sabiendo que tu póliza te ayudará cuando más lo necesites.