¿Cuál es la inversión más segura?

Cuando se habla de inversiones la mayoría deciden no arriesgar por desconocimiento: aprende cuál es la inversión más segura. Finanzas

Cuántas veces nos habremos hecho esta pregunta, y cuántas veces habremos escuchado respuestas de todo tipo… desde aquellas que nos prometen rentabilidades que luego obviamente no se cumplen, hasta aquellas que nos garantizan que no se perderá nada de nuestro dinero, y que finalmente, como veremos a continuación, tampoco se cumple. Es más, ni siquiera se cumple ante aquel que pudiera responder que la mejor inversión es la que no se hace, y que lo mejor es dejar a buen recaudo el dinero… pues bien, ni siquiera así estaremos protegiendo nuestro dinero al 100%. 

Son varios conceptos los que hay que analizar a la hora de dar una respuesta medianamente cierta y lógica a esta pregunta. Y te los ofrecemos a continuación. O quizá prefieres dejar de leer y pasar directamente a nuestra página de productos de ahorro e inversión, en donde nuestros asesores podrán responder a todas tus preguntas.

El riesgo y la rentabilidad de una inversión

A estas alturas, ya sabrás que los unicornios no existen, como tampoco existen las inversiones rentables a riesgo cero ya que el riesgo es precisamente el precio a pagar por una rentabilidad. Por lo tanto, lo primero que hay que aprender es a huir de ciertos titulares que nos llevan a aportar dinero porque nos prometen una cantidad mayor de vuelta sin arriesgar nada. 

Toda inversión rentable tiene un riesgo asociado, partamos de esta máxima. Una vez hayamos aceptado esto, debemos considerar cuál es nuestra capacidad de arriesgar, de manera que así podremos llegar a entrar en un grupo de inversores: si nos cuesta aceptar el riesgo, y tememos perder nuestro dinero, nuestro perfil de inversor será conservador. Si, por el contrario, podemos superar algún susto en cuanto a rentabilidad se refiere y podemos soportar una caída de los mercados sin perder el sueño, a sabiendas de que más tarde o más temprano, el mercado se recuperará, entonces nuestra aversión al riesgo es baja, y podemos decir que tenemos un perfil de inversión agresivo

Estos son los dos extremos en cuanto al perfil inversor, pero en el camino de uno al otro extremo hay muchos perfiles en los que podemos encajar, siempre de acuerdo a cuánto riesgo podemos aceptar en nuestra inversión.

El tiempo en la inversión

Este es el otro factor que hay que tener en cuenta a la hora de invertir: cuál es el plazo de tiempo en el que quiero recuperar mi dinero, con sus ganancias, en qué momento voy a querer deshacer mi inversión. Y es fundamental tenerlo claro, ya que de acuerdo a esto tendremos productos con un plazo temporal muy elevado, de más de treinta años, como un plan de pensiones, o con un plazo temporal corto, de cinco años, por ejemplo, por el que podríamos acogernos a un Plan Individual de Ahorro Sistemático, conocidos por sus siglas, PIAS

O quizá nuestra aceptación del riesgo es total, y no nos importa arriesgar mientras tengamos una rentabilidad inmediata y lo más alta posible. Entonces podemos optar por herramientas como los futuros, y usar la técnica del apalancamiento, por la que multiplicamos nuestras ganancias. Cuidado: el efecto multiplicador también se da en las pérdidas.

¿Existe entonces la inversión segura?

Decíamos al principio que ni siquiera es segura la inversión que no se hace, ya que debido al efecto de la inflación el valor del dinero bajo la baldosa no será el mismo ahora que lo guardamos que dentro de quince o veinte años cuando lo saquemos. Pero si hemos llegado hasta este artículo es posible deducir que entramos en el perfil del inversor conservador, y que nuestra exposición al riesgo ha de ser lo más baja posible

En este caso, existen instrumentos financieros a los que podemos acceder con una exposición al riesgo muy baja. Ojo, no es inexistente, pero sí muy baja. Así, uno de los productos más seguros son los depósitos a plazo fijo, en los que tanto la rentabilidad como el plazo de la inversión se conocen a priori. Se trata de productos que están garantizados por el Fondo de Garantía de Depósitos, quien en el caso de una quiebra estará obligado a reembolsar al cliente los primeros 100.000 euros. 

Algunas entidades bancarias están poniendo a disposición de sus clientes cuentas remuneradas, que si bien anteriormente no alcanzaban valores de rentabilidad altos, poco a poco se han ido convirtiendo en una herramienta de captación de clientes, y actualmente pueden encontrarse algunas cuentas que nos ofrecen rentabilidades de hasta un 5% TAE.

Otro de los productos considerados seguros es la inversión en deuda, ya sea pública o privada. Consiste en la compra de Letras del Tesoro,  Bonos del Estado u Obligaciones del Estado. Se conocen como productos de Renta Fija, ya que su rentabilidad no es muy alta, pero su exposición al riesgo es también muy baja. 

Instrumentos más actuales para el ahorro y la inversión son los conocidos como PIAS, que nombramos antes, o los Seguros Individuales de Ahorro a Largo Plazo, conocidos como SIALP. Se trata de productos que pertenecen al sector asegurador, por lo que no están sujetos a las variaciones del mercado a los que se exponen otros productos, y que garantizan rentabilidades a partir de los cinco años, plazo mínimo por el que se deben contratar. En este artículo te hablamos de las diferencias que tienen estos productos, así como de sus rentabilidades. 

Si a pesar de todo lo nombrado, el universo inversor te sigue pareciendo extremadamente extenso, en El Corte Inglés Seguros ponemos a tu disposición un equipo asesor que se encargará de ayudarte a elegir tu inversión más segura.