La mampara del baño, ¿la cubre el seguro de hogar?
En este artículo podrás informarte acerca de
Si tienes niños en casa, sabrás que entra dentro de lo posible que se te rompa la mampara del baño. O sin involucrar a los niños, puede pasar cualquier percance que haga que se descuelgue, se agriete o se caiga, haciéndose añicos en el peor de los casos.
Y te habrás preguntado, antes de buscar alguien que repare el daño, si tu seguro de hogar ofrece este tipo de cobertura. Lo cierto es que esto depende del seguro que tengas contratado, aunque, normalmente, sí lo hace.
También se rompen de vez en cuando el cristal de una mesa, una ventana por un golpe de aire o un balonazo, la vitro o se agrieta un lavabo. Aunque todas ellas son importantes y peligrosas por el riesgo que corremos de sufrir algún corte, la rotura de la mampara es especialmente molesta porque darse una ducha hasta que se arregle este desperfecto será más incómodo, por no hablar de cómo dejaremos el cuarto de baño: perdido porque se saldrá el agua.
La garantía de rotura en el seguro de hogar
Hay excepciones, pero, generalmente, el seguro de hogar cubre o indemniza lo que cuesta reparar o sustituir los cristales, espejos, mamparas, vidrieras de las ventanas o puertas que se consideren parte fija de la casa. También se incluyen los muebles o componentes fabricados en mármol, piedra, metacrilato o similares. Dentro de la cocina, entran dentro de los bienes asegurables la vitrocerámica y en el baño, los sanitarios (inodoro, bañera o plato de ducha, lavabos o bidés).
En la póliza Hogar Flexible Confort de AXA, incluso podrás encontrar dentro de las coberturas de rotura la de los acuarios o peceras de cristal de más de 30 litros.
Según esto, podemos determinar que aquello que se considera que forme parte de la casa, esté fijado o integrado en ella, entrará en las coberturas del seguro de hogar que contratemos.
Suelen estar cubiertos el material que se use para reparar estos bienes, el trabajo de retirar lo que se haya roto, la mano de obra y el desplazamiento, aunque como siempre recomendamos, es imprescindible consultar con nuestro agente de seguros o asegurarnos de que está incluido en las condiciones generales o particulares de nuestra póliza.
Por el contrario, no se cubren generalmente dentro de esta garantía molduras, marcos de ventanas, vajillas, cristalerías, bombillas, lámparas, pantallas de televisión u ordenador o lentes de gafas. Lo que es ajeno a la estructura propiamente dicha de tu hogar y representan objetos que no se consideran “esenciales”.
¿Debemos incluir esta cobertura?
Si no lo está ya en tu seguro de hogar, definitivamente es muy recomendable. Algunos de los enseres objeto de cobertura son elementos frágiles y, si bien un cristal pequeño de una puerta o un espejo de sobremesa pueden ser algo económico de costear si se rompen, otros de más envergadura como un espejo de cuerpo entero, la vitrocerámica, las encimeras de piedra como el granito o el mármol, son objetos que tienen un valor de reposición bastante elevado, llegando a costar miles de euros dependiendo de lo que tengamos que sustituir, por lo que es más que interesante incluir esta garantía. Hay pólizas en las que podemos encontrar asegurados incluso los cristales de los hornos o de las chimeneas.
Si tienes esta cobertura contratada, debes llamar a tu seguro, desde donde te enviarán un profesional (o varios, si la reparación lo requiere), que reponga en este caso el cristal de la mampara, o si esa reparación no es posible, se traerá una nueva mampara y se enviará un instalador para que la coloque, de manera que cuando el servicio esté completado, tengas tu casa tal y como estaba antes de sufrir el daño.
Y, si aún no la tienes dentro de las coberturas de tu seguro, no dudes de que es algo que deberías pensar muy seriamente y no tardar en incluirla. Busca un seguro de hogar que te la ofrezca, porque nunca se sabe cuándo la podemos necesitar.