Mi vecino no me deja pintar mi pared

Mano con rodillo de pintar, pintando una pared de blanco Seguridad en el Hogar

Está claro que, en cuestiones de averías en el hogar puede resultar aterrador afectar a un vecinocon el que no terminamos de congeniar o que sea él quien haya causado daños a nuestra vivienda. En el mejor de los casos, se trataría de un parte cubierto por el seguro de hogar y ambas partes quedarían conformes sin mayores contratiempos, pero, como no siempre es así, aquí te resumimos uno de los mayores quebraderos de cabeza de aquellos que residen principalmente en casas unifamiliares: los límites con los vecinos a la hora de hacer una reforma en los muros.

Mi vecino no me deja pintar mi pared, ¿qué hago?

Lo primero que debemos conocer como propietarios es qué paredes nos pertenecen, cuáles pertenecen al vecino y si existe alguna pared medianera.

Aun siendo un muro exclusivamente tuyo puede darse el caso de que para repararlo debas invadir en cierta manera la propiedad de tu vecino y que este se niegue en rotundo a darte acceso. Debes saber que, si esto ocurre, no puedes rebasar los límites de la vivienda de otra persona sin su consentimiento o de lo contrario el vecino podría interponer una denuncia y casi con toda seguridad ganar ese juicio.

Está claro que a primera vista puede resultar injusto, puesto que se trata de tu pared y puedes elegir si pintarla o no, pero debes tener en cuenta que puedes pintarla, por ejemplo, siempre y cuando los trabajos y sus posibles consecuencias (suciedad, escombros…) queden dentro de tus lindes sin sobrepasarlas.

Pongamos un ejemplo: en un bloque de edificios es probable que resulte más cómodo limpiar los cristales de un cerramiento desde la terraza del vecino, dado que sería tan sencillo como alzar los brazos y quitar la suciedad sin necesidad de desmontar cristales o ponerse en riesgo asomándose de más por dicho ventanal, pero no por ello tenemos derecho a invadir la terraza de una vivienda que no es nuestra para llevar a cabo estas tareas de mantenimiento. Con el ejemplo de pintar una pared ocurre lo mismo.

Ahora bien, como veíamos más arriba, antes de saber si realmente puedes o no pintar esa pared debes asegurarte de que se trata de un muro de tu propiedad o privativo.

¿Qué es un muro privativo?

Hablamos de un muro privativo cuando pertenece a una persona (normalmente a quien lo mandó construir) y está dentro de su terreno, no en el límite entre dos propiedades. No obstante, hay otros indicadores que pueden ayudarte a conocer a quién pertenece una pared, como si en esa pared existen ventanas u otro tipo de huecos que den acceso a una de las propiedades.

El muro será privativo cuando esté en su totalidad dentro de una de las propiedades o en el caso de que sirva de apoyo a la construcción en una de las fincas, pero no haga la misma función en la contigua, entre otros ejemplos.

¿Cómo saber si la pared es mía o del vecino?

Aunque adelantábamos que es una duda muy frecuente con los muros que se encuentran entre dos propiedades, es imprescindible conocer a quién pertenece la pared sobre la que se quieren hacer modificaciones antes de comenzar a realizarlas.

Aprender a diferenciar una pared medianera resulta vital para no verse envuelto en un posible problema, incluso legal, con nuestros vecinos. Ciñéndonos a su definición, se trata de una pared común entre dos viviendas, parcelas, u otro tipo de construcciones contiguas, pero, más allá de eso, se trata de una propiedad compartida por ambos propietarios, pero no en su totalidad.

Es importante saber que una medianera no siempre es una pared de piedras, ladrillos o mampostería, ya que puede ser una valla o vegetación como unos setos divisorios, por ejemplo.

La pared medianera se refiere a la limitación física que existe entre las propiedades

Para resumir, se trata de un elemento que no es del todo tuyo ni del todo del vecino, pero para cuya modificación deberéis estar de acuerdo. No suena muy fácil, ¿verdad? Por esa razón te recomendamos que siempre cuentes con la cobertura de protección jurídica al calcular tu seguro de hogar. Si, llegado el momento, tuvieras que reclamar a tu vecino o si él te reclamase a ti, tener la protección que brinda la defensa jurídica será primordial para el asegurado.

¿Puedo pintar la pared del vecino por mi lado?

A pesar de que a veces seamos los que más acceso tenemos (aun simplemente visual) a una zona de la casa del vecino, no podemos hacer modificaciones sobre la casa de una tercera persona sin su consentimiento. De lo contrario, nuestro vecino podrá acudir a un abogado para interponer una denuncia y acabaremos en un juicio que, con mucha posibilidad, ganará el dueño legal de esa pared.

Ahora bien, si por culpa de esa pared, nuestra vivienda está sufriendo daños sí se puede reclamar al vecino para que su seguro o él mismo solucionen el problema. Para estas situaciones, tener un seguro de hogar con cobertura de daños estéticos nos garantiza que, tras las reparaciones, nuestra casa seguirá manteniendo su armonía estética tal y como estaba antes del siniestro. Por eso es recomendable contratar un seguro de hogar a todo riesgo, que cuenta con esta garantía, de forma que estarás protegido ante un incidente de este tipo.

¿Quién pinta la pared medianera?

Cuando la pared medianera necesita ser pintada de nuevo y así lo decide hacer uno de los vecinos, en principio el otro propietario no puede negarle el paso a la persona o personas que quieran entrar en su propiedad por ese motivo.

Si se tiene que hacer mantenimiento a dicha pared medianera, deberán ser ambos vecinos quienes contribuyan a su coste

Si uno de los propietarios no quiere contribuir, ni con el coste ni autorizando el paso a su propiedad, pero tampoco cede su parte al otro vecino, lo más probable es que el asunto acabe en un juicio contra él, igual que, como vimos antes, si decide hacer modificaciones en la propiedad sin consultar con la otra parte.

¿Y si el vecino usa mi pared?

En caso de ser medianera, cada copropietario puede usar la pared en proporción a su derecho, permitiendo, por ejemplo, apoyar construcciones o introducir vigas hasta la mitad de su espesor, siempre que no se impida el uso común y respectivo de los demás medianeros. No obstante, para realizar tales modificaciones, es necesario obtener el consentimiento de los demás interesados en la pared; en caso de no conseguirlo, serán los peritos quienes fijen las condiciones que fueran necesarias para que los derechos de los afectados no se vean perjudicados por la obra nueva.

Sin embargo, si la pared no es medianera y pertenece exclusivamente a una propiedad, el vecino no tiene derecho a utilizarla sin autorización.

En tales casos, cualquier uso no consentido podría considerarse una invasión de la propiedad, y estarías en tu derecho de exigir que finalice dicho uso.

Siempre es lo mejor, en primera instancia, intentar resolver la situación de manera amistosa con tu vecino. Si no se llega a un acuerdo, sería prudente buscar asesoramiento legal (la de tu seguro, por ejemplo) para conocer las acciones que puedes emprender y garantizar la protección de tus derechos.

En los seguros de hogar que encontrarás en El Corte Inglés Seguros existe la cobertura de Protección Legal que brinda ese asesoramiento jurídico y defensa en situaciones legales relacionadas con la vivienda. Contarás con asistencia jurídica con un límite de hasta 6.000 euros por siniestro, además de incluir los costes de procedimientos legales, incluyendo abogados y procuradores, la constitución de fianzas penales, así como la asistencia al detenido y el pago de costas procesales. Además, te proporciona asesoramiento legal sobre la normativa española y ampara la reclamación de daños, disputas relacionadas con compras o servicios en internet y otros conflictos vinculados con tu vivienda.

Esta cobertura es especialmente útil en casos donde surgen conflictos con vecinos, como cuando uno de ellos decide utilizar la pared de la vivienda colindante sin autorización.

Además, la Protección Legal Extra, una garantía opcional, amplía los servicios legales, proporcionando una defensa más completa y especializada en disputas complejas. Concretamente, cubre los costes legales (abogado y procurador), así como la constitución de fianzas penales y el abono de costas judiciales en diversas situaciones, como la defensa en asuntos fiscales y laborales, la asistencia jurídica en el extranjero, el reembolso de gastos en procedimientos de separación y divorcio (hasta un máximo de 6.000 euros) y la protección legal para estudiantes, entre otras.

En el Corte Inglés Seguros dispones de diversas modalidades de seguros de hogar adaptadas a tus necesidades específicas. Por ejemplo, en caso de ser un propietario que alquilas tu vivienda, tienes un seguro para arrendadores que incluye coberturas específicas como pérdida de alquileres, responsabilidad civil como propietario, protección legal por desahucio y reclamación de rentas o actos vandálicos del inquilino, asegurándote de tener protección ante cualquier incidente que suceda en tu propiedad.

Por otro lado, para propietarios de segundas viviendas, es esencial contar con un seguro de hogar de temporada, diseñado para proteger viviendas que no son de uso habitual. Este seguro cubre incendios, explosiones, fenómenos atmosféricos, daños por agua y eléctricos, roturas, actos vandálicos, inhabitabilidad, responsabilidad civil, asistencia en el hogar y, por supuesto, protección legal.

Así que, si eres tanto inquilino como propietario, contratar un seguro de alquiler es muy recomendable, con el fin de tener protección asegurada y, en consecuencia, la tranquilidad que todos buscamos, ya que tendrás a tu disposición una gran variedad de coberturas fundamentales para cuidar tu propiedad.

Ahora ya sabes que, si la Protección Legal está incluida en tu póliza y tu vecino pone problemas con el uso de alguna pared, tienes quien te ayude a encontrar una solución, evitándote muchos quebraderos de cabeza.