Viajar con mi perro estas vacaciones
En este artículo podrás informarte acerca de
Viajar con nuestro perro es algo que todos deberíamos probar una vez en la vida. Eso sí, ten cuidado, porque si lo haces, lo mismo repites todos los años…
Los aspectos positivos son muchos más (o mejores) que los negativos: además de enriquecer y afianzar el vínculo que tenemos con él, le estamos permitiendo vivir momentos inolvidables y experiencias que, en los alrededores de casa, si es donde suele pasear, no vivirá nunca.
Como son muchas las cosas en las que tenemos que pensar, vamos a enumerar algunos de los consejos más útiles para la generalidad de los viajes, o dependiendo del viaje que vayas a emprender o en qué medio de transporte. Empecemos.
Algunos consejos para viajar con tu perro estas vacaciones
No sin mi familia
Las familias se están acostumbrando cada vez más a llevarse con ellos a su perro cuando salen de vacaciones. Cierto es que también, cada vez más, los alojamientos piensan en los peludos y hay muchos más donde elegir. En Internet se pueden encontrar incluso webs que se especializan en mostrar todas las alternativas que se nos ofrecen, desde un camping hasta un hotel de lujo, pasando por apartamentos o casas rurales.
Una de las cosas más importantes para viajar con un perro es tener al día algún seguro que nos cubra en caso de imprevistos relacionados con el animal
Pero antes de viajar, vienen los preparativos. Así que debemos tener en cuenta que viajamos con uno más que debe ir tan a gusto como nosotros.
Antes de irnos de vacaciones… a revisión
Aunque puede que ni se nos pase por la cabeza, seguro que si te decimos que acerques a tu perro al veterinario antes de viajar para que le revise, además de quedarte tranquilo respecto a su estado de salud, también te podrá informar si en el lugar de destino son necesarias vacunas distintas a las que ya tiene o de los insectos que le pueden atacar en la zona a la que vais.
Pregúntale por lo que deberías meter en un “perribotiquín” por si acaso necesitas echar mano de él durante las vacaciones.
Algunas cosas que podría indicarte son:
- Crema con efecto antiinflamatorio.
- Medicación para cortar diarreas.
- Antiparasitarios.
- Un preparado para limpiarle los oídos.
- Gasas, toallitas, algún desinfectante.
- Antiinflamatorios y analgésicos en la presentación que el veterinario te indique.
No está de más que le preguntes a tu veterinario si en el lugar donde te alojarás o cerca de allí conoce a algún veterinario de su confianza donde poder llevar a tu perro si fuera necesario.
Mete en la maleta su comida y sus premios
De esta manera evitarás tener que cambiarle la dieta si cuando llegues no encuentras la comida que toma habitualmente en casa. Ya sabes que un cambio de pienso y más aún, de tipo de dieta, suele provocar trastornos digestivos que terminan en diarreas o vómitos. Llévate la cantidad necesaria en una bolsa más pequeña o compra un saco pequeño que puedas transportar con facilidad.
Dime en qué viajas…. y te diré cómo hacerlo
Podemos llevarnos a nuestra mascota en distintos medios de transporte, así que vamos a hacer una breve reseña de los más habituales.
Es imprescindible que el animal esté chipado (identificado con un microchip que le implanta el veterinario donde constan los datos de contacto de su dueño y alguna otra información de interés) y si acaso, que lleve alguna pequeña placa o bordado en el collar donde aparezca al menos el número de teléfono de su propietario. Piensa que si se pierde será más rápido que te llame quien le encuentre en lugar de tener que esperar a que le lleven a un veterinario que pueda leerle el chip.
Tienes que acordarte de incluir en el equipaje su cartilla sanitaria y si sales de España, llévate su pasaporte.
Avión
Como si de una maleta se tratara (salvando las distancias, evidentemente), si llevamos al perro en avión, hay que tomar medidas. Literalmente. Y es que las compañías aéreas tienen límites establecidos para el transporte de mascotas y dependiendo de su tamaño y peso, podrán viajar con nosotros en la cabina o tendremos que meterlos en la bodega, en una jaula especialmente diseñada para este fin. Te interesa consultar las condiciones de cada aerolínea antes de comprar los billetes.
Hay gente que seda a su mascota para viajar, pero no está especialmente recomendado, porque eleva los riesgos de tener problemas de corazón y sistema respiratorio mientras voláis. Ten en cuenta que tener que llevarle en la bodega, lejos de ti, es una situación que probablemente le estrese bastante, y si haces un viaje de muchas horas, puede sufrir un jet lag parecido al nuestro, que derive en problemas gastrointestinales y que esté irritable.
Tren
Solo podrás viajar en AVE o trenes de media y larga distancia con tu perro, si pesa menos de diez kilos y le llevas en un transportín. Puedes llevarlo cerca de ti, pero si molesta al resto de los viajeros, puedes verte obligado a cambiarte de vagón o a bajarte del tren en la estación más próxima.
Barco
Cuando embarcamos no suele ser para poco tiempo, a no ser que estemos hablando de un ferry que recorra una distancia relativamente corta. En este transporte los perros viajan generalmente lejos de sus dueños y son colocados en zonas específicamente pensadas para las mascotas. Ahora lo veremos, pero si has ido con tu perro en coche alguna vez y se marea, caben muchas posibilidades de que se maree en barco. Caben incluso si no se marea en coche, a decir verdad. Deberás en este caso, darle alguna medicación o producto que sirva para evitar que el perro pase un mal rato por marearse.
Coche
Ante todo, no emprendas el viaje si no estás convencido de que tu seguro de coche ampararía a tu mascota si algo sucediera. Una vez comprobado este punto, tendremos que adecuar las medidas que tomemos al perro en cuestión. Si son pequeños pueden ir en un transportin, si son medianos puedes usar un arnés de seguridad y un cinturón anclado a la sujeción isofix de tu coche, y si son grandes, tendrías que llevarlos en el maletero, instalando una reja que le separe del habitáculo donde viajan las personas.
Consulta las condiciones generales de tu póliza para saber si tu perro estaría amparado por el seguro en caso de algún tipo de incidente
En cualquier caso, debes asegurarte de que, en caso de frenazo imprevisto, tu perro esté bien sujeto y protegido.
Igual que recomiendan que cuando conducimos, paremos cada dos horas a estirar las piernas, tomar un café o comprarnos una botella de agua, haremos lo mismo con nuestro perro. En esa misma parada, hay que darle de beber y dejar que husmee un poco por la zona; a lo mejor, quiere hacer pis. Pero no le des de comer: ya lo hará cuando lleguéis al final del viaje, por si acaso se marea y vomita en el coche.
Hemos llegado, ¿y ahora qué?
Viaja con el perro recién bañado o llévale a la peluquería antes de irte. Piensa que cuando te vayan a dar la llave de la habitación en un hotel, la impresión que se llevarán de él será mucho más agradable. Es lógico que te pusieran problemas si pretendes alojar en un establecimiento a un perro sucio, por muy “pet friendly” que sea.
Tu perro está habituado a sus rutinas en casa y ahora encara una localización nueva y quizás, nuevas costumbres, cambios en sus horarios... por eso al principio puede mostrar cierta inseguridad, irritabilidad o timidez. Pero en poco tiempo se le pasará y se adaptará perfectamente, así que no debes hacer demasiado caso ni magnificar sus temores iniciales, sino comportarte con total normalidad para que él vea, justamente, que todo es normal y no debe asustarse. Encontrará ruidos y olores diferentes y a veces hasta la comida va a ser distinta.
Ten mucho ojo en los paseos. Ni tú (probablemente) ni él tampoco conoceréis la flora del lugar y hay que evitar a toda costa que ingiera alguna planta y se pueda intoxicar.
Los juguetes, siempre con el perro
Llevarte algún juguete de los suyos y también sus chuches -como harías con un niño- es fundamental para la adaptación y para que se quede tranquilamente en la habitación o casa de alquiler si en algún momento debe permanecer solo.
El plan B
Si después de todo lo que te hemos contado, no ves claro lo de viajar con tu perro, puedes llevarle a lo que se conoce por “hotel de perros” o “guardería”. Si este es tu caso, lo mejor es ir con tu mascota con alguna antelación para que pueda conocer el lugar y se pueda familiarizar con lo que se va a encontrar durante tus vacaciones. Puedes dejar allí el contacto de su veterinario, y la información relativa a tu seguro de mascotas, por si sucediera algún incidente y necesitaran usarlo en tu ausencia. Además, lo mejor es que informes de sus alergias, si las tiene, o de la alimentación que necesita si es especial.
Hay una última cosa en la que pensar, y es que nuestro perro es, siempre y en todo momento, nuestra responsabilidad. Por eso hay que saber, entender y asumir, que tenemos que estar pendientes de que no moleste a otras personas, que debemos dejar perfectamente limpio aquello que ensucie y abonar lo que pueda romper. Eso sí, no es habitual que esto pase si tu perro está bien educado y por los buenos momentos que podréis pasar juntos, todos estos detalles merecerán la pena.