15 consejos para conducir en verano
El clima invernal a menudo se considera más peligroso que los días soleados y despejados de verano, pero no hay que dejarse engañar: conducir en verano tiene su parte peligrosa. Más gente viajando que puede no estar familiarizada con la zona, reventones de ruedas y trabajos en las carreteras, más habituales debidos al buen tiempo. También circulan más motos y bicicletas. Y eso, sin mencionar la climatología, que puede variar desde temperaturas muy altas en el principio de tu viaje hasta lluvias torrenciales cuando estés llegando a destino.
Así que este verano, queremos que estés a salvo en la carretera, por lo que queremos darte algunos consejos para evitar los peligros del clima caluroso y que conduzcas hacia tus vacaciones sin problemas.
- 1. Comprueba que tu seguro de coche está en vigor y que conoces todas sus coberturas. Una buena asistencia en viaje es fundamental para no encontrarte en una cuneta durante horas.
- 2. Prepárate para el calor: el sobrecalentamiento puede causar averías serias. Inspecciona el sistema de refrigeración, incluido el radiador y la tapa de presión, para asegurarte de que están en buen estado. También debes revisar las gomas y las correas para detectar signos de ampollas, grietas o desgaste. Mantén tu coche verificando los niveles adecuados de gasolina y líquidos y busca señales de fugas, especialmente de líquido refrigerante. Puedes llevar en el coche algún envase extra de refrigerante o aceite, especialmente si vas a viajar por una zona que no conoces bien y no sabes dónde podrías comprar más.
- 3. Reduce la velocidad: el calor siempre “carga” el coche, por lo que conducir a velocidad alta puede desgastarlo más. Respeta los límites de velocidad para reducir el desgaste de tu vehículo y mantén hábitos de conducción seguros.
- 4. Revisa el aire acondicionado: hay lugares en los que el aire acondicionado del coche no es opcional si quieres sobrevivir a un viaje por carretera. Sin él, los ocupantes del vehículo pueden pasar largo tiempo sometidos a temperaturas realmente altas en el interior, por lo que es importante asegurarse de que el aire funciona correctamente. Por supuesto, nunca debes dejar a tus mascotas ni por supuesto a los niños solos en un coche.
- 5. No te olvides de las gafas de sol: no son sólo accesorios que te quedan genial. También te ayudan a evitar el resplandor del sol, que puede causar accidentes ya que afecta bastante la visibilidad a determinadas horas del día.
- 6. Presta atención al indicador de temperatura: si comienza a indicar niveles anómalos, necesitas ayuda, ya que el motor corre riesgos de sufrir un sobrecalentamiento. Encuentra un taller lo antes posible y, si no puedes hacerlo en ese momento, baja las ventanillas y enciende la calefacción (aunque parezca una incongruencia), ya que eliminará parte del calor del motor y puede ayudar a evitar que el motor falle. Detén el coche en lugar seguro, pero deja el contacto puesto para que el ventilador continúe funcionando y vaya haciendo descender poco a poco la temperatura del coche.
- 7. Si bebes, no conduzcas: conducir ebrio es un delito durante todo el año: si has ingerido alcohol, búscate un conductor que no lo haya hecho para que lleve tu coche o cambia de plan, pero no emprendas el viaje.
- 8. Consulta la previsión del tiempo: ya sabemos que los meses de verano son propicios para encontrarse tormentas e incluso inundaciones, así que echa un vistazo a alguna aplicación donde puedas ver las predicciones meteorológicas antes de salir. Conducir bajo la lluvia puede ser peligroso, incluso los chubascos de poca duración pueden hacer que las carreteras estén resbaladizas ya que la lluvia se mezcla con la suciedad y el aceite de la carretera.
- 9. Controla y cambia tus limpiaparabrisas si es preciso: los necesitarás si te quedas atascado en la carretera con decenas de conductores más bajo una lluvia torrencial.
- 10. Recuerda cambiar el aceite: este mantenimiento es importante durante todo el año, pero el aceite limpio es esencial durante el verano. El aceite ayuda a tu coche a evitar el sobrecalentamiento del que hablábamos antes, lubricando las partes móviles de manera segura.
- 11. Comprueba la presión de los neumáticos: el inflado adecuado de las ruedas siempre es importante para un buen rendimiento de la gasolina y un desgaste seguro de las gomas. Pero en los meses de verano, es especialmente importante mantener los neumáticos fríos con la presión correcta para evitar un reventón. Ten en cuenta la recomendación del fabricante que se encuentra en el manual del coche, en el lateral de las puertas o en la tapa del depósito de combustible para conocer el nivel de presión adecuado que deben tener tus ruedas. También debes inspeccionarlas visualmente para detectar desgastes irregulares, banda de rodadura baja y otros problemas similares.
- 12. Ojo a la batería: el clima cálido es complicado para las baterías. Señales de una batería baja pueden ser luces tenues cuando las enciendes, que el coche parece quedarse “sin energía” cuando pones el aire acondicionado y el arranque es lento o “le cuesta” cuando enciendes el coche.
- 13. Cuidado con las obras: ya hemos comentado que suelen aumentar los trabajos de mantenimiento en las carreteras durante los meses de verano, así que conduce prestando atención a las señales y los operarios que puedan estar trabajando en los márgenes de la vía.
- 14. Vigila las bicicletas y motos: también ellos aprovechan los meses de más calor para lanzarse al asfalto, así que ve con cuidado, no cometas imprudencias y respeta las distancias.
- 15. “Limpia” tu coche: el calor del verano puede derretir o hacer explotar elementos en tu vehículo que ni se te ha ocurrido considerar: mecheros, aerosoles o las baterías de los móviles pueden ser un peligro en un coche al sol. También debes tener cuidado con aquellas cosas que pueden dejarte las tapicerías hechas una pena, como chocolate, bolis o rotuladores que pueden llegar a licuarse si las temperaturas son extremas. Y por supuesto, muchísimo cuidado con el gel hidroalcohólico: también puede explotar si alcanza la temperatura precisa, ya que el alcohol es el componente de mayor porcentaje en sus ingredientes.