¿Se puede circular con la luna delantera rajada?

La función primera del parabrisas y de los demás cristales de un vehículo es proporcionar una visibilidad correcta al volante por dos motivos: el fundamental es la propia seguridad del conductor, ya que casi la totalidad de la información que nos llega mientras conducimos lo hace mediante el sentido de la vista. Y el otro, por las cámaras de los ADAS -los sistemas de asistencia al conductor-, que suelen encontrarse en el centro del parabrisas, en su parte superior y cerca del retrovisor.

Llevar el parabrisas roto o sucio dificulta la visión y aumenta el riesgo de sufrir un accidente y esta es la razón por la que la mayoría de las multas asociadas a las lunas de un vehículo se relacionan con el tema de la visibilidad.

Llevar el parabrisas roto o rajado puede ser causa de sanción ya que la visibilidad deja de ser perfecta a través de una luna que no esté en buen estado.

Cierto es que puedes tener un roto en la luna motivado por una piedra que haya saltado hacia tu coche mientras circulabas, y que se sitúe en un lateral donde no impida la visión, caso en el que quizá te librases de la multa, pero es mejor no arriesgarse ya que puedes acabar con una multa de hasta 200 euros.

En casos extremos y si los agentes de tráfico consideran que la luna rajada supone un riesgo grave para ti y el resto de los conductores, podrían incluso inmovilizar el coche, atendiendo a lo expuesto en la Ley de Seguridad Vial, en su artículo 83.

Y es que el parabrisas es una parte fundamental de la estructura del vehículo y cumple funciones importantes, como brindar soporte estructural al techo del coche, servir como barrera contra objetos externos y garantizarnos una visión clara. Un parabrisas dañado puede comprometer la seguridad y aumentar el riesgo de lesiones en caso de accidente.

La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) tiene como objetivo asegurarse de que los vehículos cumplen con los estándares en seguridad y niveles de emisiones. En general, las lunas o parabrisas dañados, rotos o rajados, son motivo de rechazo en una inspección técnica. Esto se debe a que la integridad estructural y la visibilidad del conductor son aspectos cruciales para la seguridad del vehículo.

Si llevas tu vehículo a la ITV con la luna rota o rajada, aunque presente un mínimo impacto, no pasarás la inspección porque se tipifica como sanción grave, así que no te darán la calificación de apto para circular y no podrás hacerlo hasta que soluciones este problema. 

Si tu coche tiene el parabrisas o alguna luna dañada, es recomendable que repares o cambies la luna antes de llevarlo a la ITV. Además, ten en cuenta que conducir con el parabrisas dañado no solo puede afectar a tu seguridad, sino que también puede resultar en multas y sanciones por incumplimiento de las normas de tráfico.

Tal y como citan desde la DGT las situaciones que detallamos debajo son objeto de sanción por importes de hasta 200 euros, aunque no conllevan pérdida de puntos:

• Circular con roturas o daños en el parabrisas o cualquiera de los demás cristales dificultando una visibilidad correcta.
• Conducir con una capa de suciedad o de hielo en el parabrisas o cualquiera de los demás cristales impidiendo así visibilidad correcta.
• Circular con adhesivos, cortinillas, láminas, o accesorios no autorizados en el parabrisas o los cristales obstaculizando la visibilidad correcta. 
• Llevar adherido al parabrisas un soporte para el móvil, en una zona que entorpezca la visibilidad.
• Colocar un tintado o laminado incorrecto también puede conllevar una sanción, aparejada a una multa de 200 euros -aunque sin retirada de puntos- en estos casos: 
  • usar cortinillas o láminas adhesivas y no llevar dos espejos retrovisores exteriores. 
  • usar cristales coloreados o tintados sin homologación. 
  • usar cristales coloreados o tintados en las ventanillas delanteras (excepto en los casos de personas con lupus o enfermedades que causen sensibilidad extrema a la luz solar, en los coches de personas protegidas o en vehículos oficiales).

Además, nos pueden multar con 80 euros -sin retirada de puntos- por llevar gastadas las escobillas de los limpiaparabrisas impidiendo que realicen una función correcta. 

Una luna rota o rajada puede suponer multas de hasta 200 euros

Tener un seguro con cobertura de defensa de multas siempre es una buena opción, ya que su departamento jurídico puede asesorarte acerca de las sanciones que podrías recibir en caso de que te paren mientras circulas si tu coche se encuentra en alguna de las situaciones arriba descritas. Por eso, lo mejor es tener siempre el coche en el mejor estado posible y ahorrarnos algún que otro disgusto, además de no colocar en él ningún accesorio no homologado sin antes habernos informado de si acarreará consecuencias poco deseables.

El seguro de coche cubrirá la reparación de las lunas en algunos casos, siempre dependiendo de la situación y del tipo de póliza que tengas. Si cuentas con un seguro a todo riesgo, quedan incluidos los daños propios por lo que podrás recurrir al seguro en más situaciones que con otros seguros con menos coberturas. 

Si tú no has tenido la culpa y hay un contrario que ha causado el desperfecto, será su seguro quien se haga cargo de la reparación o sustitución de la luna, en virtud de la cobertura de responsabilidad civil que todos los vehículos deben tener obligatoriamente para circular, incluida en el que se conoce como seguro a terceros. 

Otra opción en la que tu seguro puede ayudarte es al tener contratado un seguro a terceros ampliado, en el que queda incluida la cobertura de lunas. 

Calcula tu seguro de coche para descubrir qué tipo de póliza cubre la rotura de lunas y te interesa más atendiendo a tus necesidades, o habla con nuestros expertos, que te asesorarán para que tengas el mejor seguro al mejor precio y puedas circular tranquilo sin temor a que te sancionen.