Trucos para limpiar el motor del coche

Cuando llega el momento de limpiar un vehículo y de eliminar la suciedad, muchas personas se esmeran en la limpieza del interior del habitáculo, de la tapicería y de la carrocería. ¿Pero qué ocurre con las piezas que se ocultan en el interior del capó?

Vamos a centrarnos en la limpieza de una pieza clave del vehículo que a mucha gente le produce inseguridad manipular, y que es como el corazón del organismo de nuestro vehículo: el motor.

A continuación, veremos unos cuantos trucos para limpiar el motor del coche. Si lo haces bien, quedará reluciente y sin peligro de que algunas partes o sistemas eléctricos adyacentes puedan resultar dañados.

Antes de ponerte manos a la obra y si tienes alguna duda, no dudes en comentarlo en tu taller de confianza. Aunque dependerá del uso que tenga el vehículo, no es recomendable limpiar el motor del coche con demasiada asiduidad por lo delicado de sus componentes, que podrían dañarse si se exponen al agua sin cuidado; por eso cuando lo limpies, debes tener claro qué zonas puedes humedecer.
 

Limpiar el motor del coche es una tarea fácil, pero requiere cierto cuidado

El motor tiende a acumular polvo, grasa y arena que, con el tiempo, pueden provocar un sobrecalentamiento de las piezas o afectar al condensador del aire acondicionado. Incluso pueden provocar roturas en zonas más frágiles de goma o plástico, por lo que sería recomendable darle un repaso de vez en cuando. Piensa que podría formar parte del mantenimiento de un coche.

Antes de comenzar con la limpieza del motor del coche, pon en marcha el vehículo y deja que el motor se caliente unos minutos. De esta forma, la suciedad saldrá más fácilmente. Después, apágalo para limpiarlo.

Eso que se escucha de que lavar el motor con agua podría afectar gravemente a sus componentes no es más que un mito. Lo cierto es que es mejor que evites el agua a presión, eso sí, y que cubras las conexiones con lonas o algún tipo de plástico impermeable. Después, podrás lavar el resto de los elementos con jabón, para limpiar en profundidad, y enjuagar después con agua.

Coloca el coche en un terreno que no presente desnivel y que sea lo más horizontal posible, procurando además llevar a cabo la operación en un entorno donde el jabón y el agua no provoquen daños ambientales.

Ya has leído más arriba que debes proteger tu coche cuando te dispongas a limpiar el motor. Sobre todo, los sistemas eléctricos adyacentes a la pieza del motor. Cúbrelos con plásticos y protege el carburador y la toma del aire acondicionado. En el caso de la batería, desconecta los cables y protégela también. Debes evitar que el agua se filtre en ellos para que no afecte a su funcionamiento.

Con un pequeño cepillo impregnado con agua y jabón, frota la superficie del motor hasta eliminar la suciedad incrustada en él. Para las zonas más sucias, puedes utilizar jabón antigrasa que facilite la limpieza del motor. Una vez enjabonado, repasa la superficie con un paño humedecido en agua. Retira los restos de jabón a los que no puedas acceder con un chorro leve de agua, procurando que salpique lo menos posible a otras zonas del coche.

Al terminar, retira los plásticos que colocaste para proteger tu coche y enciende el motor para que se caliente y la humedad desaparezca rápidamente.

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