¿Cómo reacciona tu cuerpo tras el último cigarro?

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Si seguimos las estadísticas con respecto a años anteriores, el hecho de que cada vez menos españoles fuman es ya una realidad. Por tanto, el propósito para muchos sí se cumple.

Hace unas décadas fumar estaba bien visto por la sociedad siendo un gesto considerado cool para algunos y distinguido para otros. Hoy, las connotaciones han cambiado mucho, y la cantidad de enfermos que el tabaco ha llevado a hospitales y cementerios da que pensar a fumadores y no fumadores.

Y es que el tabaco sigue siendo uno de los grandes problemas de la sociedad. Sus efectos nocivos en la salud son evidentes y son la causa directa de enfermedades como la EPOC o el cáncer de pulmón. Dejar este hábito tan nocivo tiene beneficios en nuestro cuerpo, que incluso se notan a corto plazo.

¿Cuándo se notan los beneficios de dejar de fumar?

El tabaco es una droga legal de la que se obtienen muchos beneficios económicos y por eso se permite su venta a pesar de subir sus precios como medida disuasoria, intentando así que, al tocar el bolsillo del consumidor, la gente se decida a abandonar este perjudicial hábito.  Si por nuestra salud fuese, su precio debería ser aún mucho más elevado, como sucede en muchos países del mundo, donde el precio de una cajetilla duplica o triplica las tarifas del mercado español. Así, quizá más personas dejarían de fumar, aunque fuese por motivos económicos, pero ¿sabes lo que pasa con nuestro organismo tras el último cigarrillo? Solo esto debería ser suficiente para, al menos, intentar apagar el que fuera tu último cigarrillo.

  • Pasados los primeros 20 minutos: tu pulso y presión arterial disminuyen y las manos y pies se calientan mejor.
  • Pasadas 8 horas: la concentración de monóxido de carbono en sangre disminuye aumentando la concentración de oxígeno.
  • Pasadas 48 horas mejoran los sentidos del olfato y el gusto.
  • Pasadas 72 horas los bronquios comienzan a relajarse.
  • Entre las dos primeras semanas y los 3 meses, la circulación y las funciones del pulmón mejoran considerablemente.
  • Desde el primer mes hasta el noveno, las vías respiratorias están más abiertas y la tos comienza a desaparecer.
  • Pasado un año el riesgo de padecer una enfermedad cardiaca se reduce hasta la mitad.
  • Pasados 5 años, tendrás el mismo riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular que una persona no fumadora. Y eso, sin mencionar el riesgo de padecer cáncer de pulmón, boca o esófago...

Tras haber visto los beneficios que tiene dejar fumar, es muy interesante conocer qué efectos y beneficios aportará este hecho a nuestra salud. Por eso es importante que conozcas los cambios positivos que experimenta el cuerpo tras el abandono del tabaco. 

Los efectos físicos y psicológicos de dejar de fumar serán rápidamente apreciados por nuestro organismo

Descubrirlos te ayudará a dejar de fumar y serán una buena motivación para hacerlo, porque eliminar este nocivo hábito de nuestras vidas tiene un doble efecto: físico y psicológico.

Efectos físicos de dejar de fumar

Aunque no te lo parezca, dejar de fumar tiene efectos inmediatos en nuestro cuerpo, tanto es así que, a los pocos minutos de dejarlo, se favorece la disminución de la presión arterial y del ritmo cardiaco.

A las pocas horas de dejar de fumar descienden los niveles de monóxido de carbono en la sangre y aumenta el nivel de oxígeno.

A los dos o tres días, el cuerpo experimenta una normalización progresiva de los sentidos del olfato y el gusto. Asimismo, contribuye a la desaparición de la halitosis, ya que el tabaco causa mal aliento y se elimina el olor a tabaco de la ropa y el pelo.

A los fumadores se les suele distinguir porque el tabaco provoca una pigmentación amarillenta en dedos y uñas, y al dejar de fumar, se eliminarán estas marcas que afean las manos.

El ahorro que supone en nuestros bolsillos eliminar este mal hábito será palpable desde el primer día. Una práctica que algunos ex fumadores han seguido es guardar el dinero que diaria o semanalmente destinaban a la compra de tabaco. Los ha habido que se han encontrado a final de año con cantidades nada desdeñables…

De manera progresiva, cada mes y cada año que pasa una persona sin consumir tabaco repercute positivamente en su salud. De hecho, los efectos a largo plazo son muy beneficiosos porque:

  • Disminuye el riesgo de los diferentes tipos de cáncer asociados al consumo de tabaco, como el cáncer de pulmón, vías respiratorias, cérvix, vejiga y páncreas.

  • Reduce de manera considerable el riesgo de padecer ciertas enfermedades respiratorias como asma, bronquitis y otras enfermedades crónicas como enfisema, bronquitis crónica y EPOC. Es más, el entorno familiar del fumador también se beneficia de ello, porque hay estudios que demuestran que en las casas de los fumadores hay mayor incidencia de niños que padecen asma.

  • Disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular.

  • También cae el riesgo de padecer alergias y enfermedades del área ORL.

  • La piel es otra de las grandes beneficiadas de abandonar el tabaco, ya que fumar favorece el envejecimiento cutáneo y promueve una peor cicatrización de las heridas.

  • Hay menor riesgo de sufrir una enfermedad periodontal o caries, a lo que sumamos la mejoría en las manchas dentales.

Efectos psicológicos de dejar de fumar

Es evidente que cuando una persona decide dejar de fumar los efectos del abandono de este hábito son también psicológicos y fisiológicos. Son especialmente evidentes durante los primeros días y van disminuyendo a lo largo de las semanas. Cuando se empieza a conseguir controlar estos efectos, permanece otro síntoma que es lo que se conoce como dependencia del hábito de fumar, es decir, la necesidad de encender un cigarrillo en determinadas situaciones cotidianas que, a menudo, es más difícil de superar. 

Si estás pensando en dejar de fumar un buen momento puede ser aprovechar un catarro largo u otra enfermedad como la gripe.

Ya sabemos que la nicotina provoca dependencia, pero la sumisión a dicha sustancia no suele durar más de una semana. Ten en cuenta que, aunque los síntomas de abstinencia puedan ser muy molestos o incluso difíciles de superar, no suponen ningún riesgo para la salud. Dichos efectos incluyen entre otros:

  • ansiedad
  • irritabilidad
  • aumento de apetito
  • dificultad para dormir
  • desánimo

El ex fumador debe ser consciente de que estos efectos son transitorios y enfocarse en los beneficios que va a obtener tanto a corto como a largo plazo. Es posible que el adicto precise de ayuda psicológica durante las primeras semanas para dejarlo con éxito y no debe dudar en recurrir a ello.

Pide ayuda a un profesional

Es muy importante, cuando estás en el proceso de abandono del tabaco, contar con apoyo. Si no quieres que sea tu familia quien te lo dé, porque temes recaer y que puedan reprenderte por tu poca fuerza de voluntad, lo mejor es buscar ayuda profesional (aunque seguro cuentas con algún ex fumador entre tu círculo de amigos que puede darte algunos trucos para dejar de fumar)

Cada día hay más áreas sanitarias que te derivan a los especialistas que pueden aportar soluciones para que digas adiós a tu dependencia, empezando por tu médico de familia. 

Si has decidido que el momento es ahora y no quieres esperar, puedes pedir cita con un especialista del cuadro médico de tu seguro de salud, quien te apoyará y dará seguimiento para que no decaigas en tu proeza. 

Y si aún no tienes un seguro médico, no dejes pasar más tiempo y compara seguros de salud para ver en cual puedes encontrar mejores opciones adaptadas a tu estilo de vida para empezar una nueva etapa.