Mejorar tu salud: 7 consejos

Vida Saludable

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Calcula tu seguro de salud

El cuidado de nuestra salud es muy importante para garantizar una vida plena y saludable en el futuro a corto y largo plazo, reduciendo el riesgo de enfermedades y afecciones graves a lo largo de la misma. 

Lo mires por donde lo mires, siempre puedes hacer algo por tu cuenta para mejorar tu salud así que, siguiendo algunos consejos fáciles, en menos de lo que piensas estarás llevando una vida ordenada y te sentirás cada vez mejor.

Duerme lo suficiente

Lo suficiente… y correctamente. Que se den estas dos variables es crucial para mantener una buena salud, tanto física como mental. Para conseguirlo, mantén un horario regular de sueño y trata de irte a la cama y levantarte a la misma hora todos los días (sí, incluso los fines de semana), crea un ambiente propicio para el sueño manteniendo tu cuarto en oscuridad, fresco y tranquilo. 

Evita tomar nada que te estimule cuando va a llegar la hora de dormir, como té, café o alcohol (y recuerda que el tabaco cuenta como estimulante). Limita el uso de pantallas antes de irte a la cama, ya que está demostrado que el brillo de las pantallas de dispositivos como móviles o tablets puede interferir con el sueño, así que intenta apagarlos al menos una hora antes de dormir. Una rutina de relajación o un rato de lectura pueden ayudarte a conciliar el sueño.

Haz ejercicio

El ejercicio de manera regular puede ayudar a incrementar la calidad del sueño, pero es mejor que evitemos hacer ejercicios de mucha intensidad poco antes de ir a dormir. Puedes incorporar a tu día a día caminar a paso ligero, andar en bicicleta o una tabla de ejercicios que puedas hacer incluso en casa. Estas actividades te aportarán muchos beneficios, mejorando la salud cerebral, la memoria, aumentarán la fuerza de huesos y músculos y en general, notarás más energía y vitalidad.

Ten un buen seguro médico

Hay muchas maneras de las que puedes cuidarte y esto pasa por crear hábitos para seguir una rutina diaria saludable y contar con un buen seguro de salud para aquellas necesidades e imprevistos que se puedan presentar, o para tener acceso a una buena medicina preventiva. Podrás hacerte revisiones médicas regulares, para una detección temprana de cualquier problema y asegúrate de seguir las indicaciones de tu médico para cuidar de tu salud de la mejor manera posible.

Para mejorar nuestra salud debemos seguir algunas pautas e incorporar unos pocos hábitos saludables en nuestro día a día, y es más fácil de lo que piensas

Todo es poco cuando hablamos de mejorar la salud, y a la hora de contratar una póliza médica es fundamental revisar que tengamos coberturas para lo más elemental, pero también para casos de mayor importancia. Desde productos de seguro más básicos hasta los más completos, en el mercado hay un amplio abanico donde elegir el que mejor se adapte a ti, teniendo en cuenta tu forma de vida, y las prestaciones que consideres más importantes y acordes a ella.

Reduce tu nivel de estrés

Esto que se dice alegremente parece muy fácil sobre el papel, pero todos sabemos que cuando estamos estresados, abandonar ese estado cuesta más de lo que creemos. Pero es un hecho que el estrés crónico puede tener efectos negativos en la salud, así que debemos poner manos a la obra y encontrar maneras de manejarlo, como la meditación, el yoga, la terapia o cualquier otra actividad que disfrutes. Si te centras en ello, en poco tiempo conseguirás, si no evitarlo, sí controlarlo y poder gestionarlo para que no te bloquee.

Evita el consumo de alcohol y tabaco

El consumo de tabaco y alcohol tiene un impacto significativo en la salud, tanto a corto como a largo plazo. Todos sabemos ya que el tabaco puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de pulmón, garganta, vejiga, riñón y otros órganos, así como de sufrir enfermedades cardíacas y pulmonares. Además, fumar también puede provocar arrugas prematuras, manchas y otros signos de envejecimiento en la piel.

El consumo excesivo de alcohol puede hacer que aumente el riesgo de contraer enfermedades hepáticas, pancreáticas y cardíacas, así como ciertos tipos de cáncer, y también puede afectar al cerebro y a nuestro sistema nervioso.

Ya hemos visto más arriba que ambos pueden influir en la calidad del sueño, llevándonos a tener peor salud física y mental y podemos añadir que pueden acabar afectando a la memoria y a nuestra capacidad de tomar decisiones, lo que nos conduciría a tener comportamientos que pueden ser peligrosos y ponernos en riesgo.

Además, cuando vayas a hacer una comparativa de seguros de salud, verás que en los cuestionarios que debes rellenar a la hora de contratar el que elijas, hay preguntas acerca de nuestros hábitos en relación con estas dos sustancias, así que abandonarlas o no iniciarnos en su consumo parece una idea más que razonable.

Sigue una dieta saludable

Una forma fácil de cuidar de nuestra salud y prevenir enfermedades es seguir una dieta saludable, compuesta por una alimentación adecuada. Esta dieta debe ser equilibrada, restringiendo la cantidad de alimentos azucarados que consumimos y hacer énfasis en incorporar diferentes tipos de frutas y verduras en cada comida. Esto nos ayudará a mantener un peso saludable, a mejorar nuestro estado de ánimo y puede prevenir patologías como ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares o cáncer en un futuro. 

Empezar diariamente con un desayuno saludable es más que aconsejable, porque la forma en que comiences tu día siempre afectará a las horas siguientes ya que los alimentos que tomes por la mañana te darán la energía que necesitas para afrontar el resto de la jornada.

Pasa tiempo de calidad con tu familia

La salud mental es fundamental para el bienestar personal de todos, y la vida a veces puede ser tan ajetreada que te olvidas de lo importante que es pasar tiempo con tu familia. Una forma divertida para todos de pasar juntos ese tiempo tan necesario, es ir de vacaciones; es una de las mejores maneras en que se puede pasar un tiempo muy agradable en familia, disfrutando y alejándose de preocupaciones; y, además, tiene un impacto duradero en los niveles de felicidad tanto de los niños como de los adultos.