Consejos para tener unos pies sanos

Vida Saludable

En este artículo podrás informarte acerca de

Calcula tu seguro de salud

Los pies son una de las partes más importantes y trascendentes de nuestro cuerpo, a pesar de que no solemos prestarles el cuidado y la atención que requieren.

Nuestros pies son los encargados de soportar el peso de nuestro cuerpo, los que permiten que nos desplacemos y los que nos procuran equilibrio. Tienen una estructura fuerte y resistente que está formada por una compleja combinación de huesos, articulaciones, músculos, ligamentos, tendones y nervios, y además muchos vasos sanguíneos irrigan la zona. La piel de la zona plantar del pie es diferente de la del resto del cuerpo; en esta zona hay abundantes glándulas sudoríparas, pero cuenta con muy pocas glándulas sebáceas y melanocitos y en las zonas donde el pie hace su apoyo, la epidermis tiende a ser más gruesa. De ellos depende la salud de nuestra columna vertebral, de nuestras piernas y de nuestro cuerpo en general.

Ahora que sabemos lo importantes que son nuestros pies, se entiende la necesidad de tener unos buenos hábitos de higiene y cuidados diarios, pero lo cierto es que se trata de una de las zonas del cuerpo de las que más nos olvidamos habitualmente.
 

Con los cuidados correctos tus pies estarán sanos y además tendrán un buen aspecto 


En la actualidad es muy común diagnosticar patologías como juanetes, callos o durezas, que pueden influir de forma muy negativa en nuestra calidad de vida. Prevenir estas y otras de las patologías más comunes que se producen en los pies es tan sencillo como mantener un buen cuidado y hay algunas pautas que podemos seguir para tener unos pies cuidados y bonitos.

Cuidar la higiene

Es importante realizar un lavado diario de nuestros pies con agua templada y jabón, cepillar las uñas con un cepillo suave y utilizar piedra pómez para frotar las zonas de piel endurecidas. También es recomendable utilizar un rascador para eliminar las callosidades. 

Otro de los pasos fundamentales para mantener la buena higiene de nuestros pies es el secado: hay que secar bien todas las zonas y pliegues entre los dedos y es importante revisar si hay lesiones en la piel. Si observas alguna patología como callos, juanetes, verrugas, uñeros, o cualquier otro tipo de afección deberás acudir al podólogo para que prescriba un tratamiento.

Después del secado debemos aplicar crema hidratante para aportar flexibilidad e hidratación a la piel. Durante el masaje no hay que olvidarse de incluir las uñas, que también necesitan hidratación.

Al menos una vez a la semana es recomendable exfoliar la piel para eliminar las células muertas, para lo que puedes poner los pies en remojo, frotar con la piedra pómez, secar bien la zona y realizar ese masaje con crema hidratante.

El siguiente paso fundamental para una correcta higiene de pies es cortar las uñas. Para hacerlo correctamente tenemos que cortarlas rectas ya que si les das forma redondeada podrías provocar un uñero. Evita limarlas ya que puedes hacer que se vuelvan frágiles.

Evita la sudoración excesiva utilizando productos especializados que pueden ayudar a evitar hongos también.

Utilizar un calzado adecuado

Es recomendable usar zapatos de piel que sean suaves y flexibles y que además absorban el sudor. También se pueden utilizar otro tipo de tejidos siempre y cuando sean transpirables y suaves.

Deben ser cómodos y no tener demasiado tacón ni ser completamente planos para evitar deformaciones en el pie. Los tacones altos no solo pueden deformar el pie, sino que también pueden producir un acortamiento de los gemelos. El mejor momento para comprar calzado nuevo es a última hora del día, el momento en que nuestros pies están más cansados e hinchados. Es fundamental probarse los dos zapatos a la vez puesto que un pie siempre suele ser algo más grande que otro.

Si es posible, se recomienda utilizar habitualmente más de un par de zapatos para que el calzado pueda respirar entre uso y uso. De lo contrario podría aparecer sudoración, ampollas, rozaduras o callos.

En verano, cuando las temperaturas son más altas, es aconsejable el uso de sandalias o zapatos abiertos, puesto que facilitan la transpiración y evitan la mala circulación. En invierno, con la bajada de temperaturas, se recomienda elegir calcetines de algodón con calzado transpirable.

Usar un calzado inadecuado puede dar lugar a diferentes patologías que no solo afectarán a los pies sino también a la salud de nuestras articulaciones de rodilla o la cadera.

Acudir a la consulta de este especialista sería lo ideal para detectar algún problema de forma precoz. Es el encargado de cuidar nuestros pies, darnos consejos para mantenerlos en buen estado y aconsejarnos el tipo de calzado que nos conviene, atendiendo a la forma de nuestros pies o las patologías que él mismo pueda diagnosticar. 

Muchos seguros de salud incluyen dentro de sus coberturas el servicio de podología; si ya tienes contratado un seguro médico puedes consultar si tienes incluidas entre sus coberturas tus visitas al podólogo.

Si por el contrario aún no cuentas con ninguna póliza de salud para ti y tu familia puedes utilizar nuestro comparador de seguros de salud, para compararlas y de forma rápida y sencilla poder encontrar la que mejor se adapte a ti.

Hacer ejercicio

Hacer ejercicio de forma habitual ayuda a mantener la salud de nuestros pies. Una de las actividades más recomendadas es caminar descalzo por la playa, ya que además de andar -siempre beneficioso-, la arena junto con el agua salada del mar hará una exfoliación suave y todo ello favorecerá el descanso de las articulaciones inferiores.

Algunos de los ejercicios más recomendados para cuidar la salud de tus pies son andar de puntillas, coger objetos con los pies, hacer rotaciones, movilizar los dedos o rodar una pelota de punta a talón.

Estas recomendaciones son muy sencillas, no cuesta mucho ponerlas en práctica y si empiezas a realizarlas de forma habitual adquirirás el hábito rápidamente. 

Un buen cóctel de todo lo anterior hará que tengas unos pies envidiables y envidiados y que todo tu organismo se beneficie de los cuidados prodigados a esta parte de nuestro cuerpo en ocasiones casi invisible.