Seguro de Impago de Alquiler

El primer interesado en disponer de este seguro es el propietario del inmueble, ya que es el principal beneficiario de las garantías que ofrecen este tipo de pólizas y por supuesto, consigue una mayor protección ante los múltiples imprevistos que pueden acontecer en un hogar, sobre todo si la vivienda está destinada a ser alquilada. No existe ninguna normativa al respecto de quién debe contratar el seguro de impago de alquiler, pero es lógico que sea el arrendador quien lo contrate. En algunas ocasiones el propietario puede fraccionar el precio del seguro en 12 partes para calcular la cuota mensual y la suma al precio del alquiler, de manera que el inquilino es quien corre con ese gasto.

Las compañías aseguradoras, para obtener el precio final de una póliza suelen realizar un cálculo entre el 3 y el 5 % de la renta anual del inmueble. Esto quiere decir que el importe final del seguro dependerá del precio que se pague por ese alquiler. Como ejemplo, en una casa cuyo alquiler sea de 1.000 euros, la tasa de la póliza estará entre los 300 y los 600 euros. De todos modos, el precio final de un seguro de impago de alquiler será diferente dependiendo de las características de la vivienda y de las garantías adicionales que se quieran contratar. 

El mejor seguro de impago de alquiler es el que más se adapte a las necesidades del tomador de la póliza. Además de las coberturas básicas se pueden añadir coberturas que mantengan protegido al inquilino ante algún siniestro. Es importante que la póliza cuente con la cobertura de Responsabilidad Civil y ofrezca la protección necesaria cuando el inquilino cause algún daño, como goteras a un vecino o en caso de provocarse un incendio accidental. También puedes encontrar algún seguro de alquiler que contemple en su condicionado el supuesto de que el inquilino deje de cumplir con sus obligaciones de pago.