Cómo obtener rentabilidad si los tipos de interés son bajos
En este artículo podrás informarte acerca de
El tipo de interés se basa en la cantidad de dinero que nos prestan los bancos y entonces, pasamos a ser los prestatarios. En la mayoría de los casos, el tipo de interés se calcula como un porcentaje anual basado en el préstamo pendiente. Muchos aspectos de la economía se juzgan según el tipo de interés vigente. Si eres propietario de un negocio, es importante que comprendas las principales formas en que los tipos de interés afectan e influyen en el funcionamiento de tu empresa, así que sigue leyendo.
Tipos de interés altos = menores ingresos del consumidor
Cuando los tipos de interés suben, los consumidores con deudas tendrán que pagar más intereses a los bancos. Esto generalmente tiene un efecto negativo en sus hábitos de gasto porque cuanto más dinero tengan que pagar para mantener sus préstamos al día, menos ingresos disponibles tendrán para gastar en productos y servicios.
Si eres dueño de un negocio que se dedica a productos o servicios de los considerados “de lujo” (entendemos por esto que no son de primera necesidad), puedes verte más afectado por un aumento en los tipos de interés que una compañía que proporciona productos básicos, porque los artículos de lujo son generalmente lo primero que los consumidores eliminan cuando tienen menos ingresos disponibles.
Los tipos de interés altos también dificultan que las empresas obtengan préstamos
Casi todas las empresas trabajan con préstamos, y cuando los tipos de interés aumentan, esos préstamos se vuelven más caros. Por lo general, estas son deudas a largo plazo que tardaremos años en pagar, por lo que cualquier aumento en el tipo de interés de esos préstamos significa que tendremos que pagar la deuda durante más tiempo y pagar más dinero.
Además, los tipos más altos significan que será más difícil obtener nuevos préstamos a corto plazo para ayudar a pagar gastos inesperados o expandir nuestro negocio cuando sea necesario. Esto puede provocar un cortocircuito en el crecimiento de la empresa durante meses (o incluso años en el peor de los casos).
Los tipos bajos pueden estimular el gasto del consumidor
Cuando los tipos de interés son bajos, los consumidores tienden a pedir prestado más dinero (a veces, más del necesario) y lo devuelven a la economía gastando más en productos y servicios. Los tipos de interés más bajos significan que el coste de pagar un préstamo es menor de lo que solía ser, luego los ahorros que las personas obtienen crean más ingresos disponibles.
Los tipos bajos también favorecen la expansión y el crecimiento del negocio
Esto hace que sea mucho más beneficioso para ti obtener nuevos préstamos para invertir en la expansión de tu negocio. Conseguir un tipo de interés más bajo significa que tu préstamo te costará menos a largo plazo. También puedes refinanciar algunos de tus créditos pendientes durante un período de tipos de interés bajos (sostenidos en el tiempo), lo que ayuda a estabilizar la carga de la deuda.
Cuando los tipos son bajos, también puedes colocar parte del dinero que genera tu negocio (o de tu sueldo) en cuentas de alta remuneración. Hay que buscarlas bien, porque las cuentas bancarias no nos harán ricos (si no lo eres ya cuando la abres), pero te darán un dinerito extra que para algún imprevisto o capricho puede venirnos de perlas.
En definitiva, los tipos de interés más bajos fomentan el gasto de inversión adicional, lo que le da un impulso a la economía del país en tiempos de crecimiento lento.
Los Gobiernos usan la política monetaria para mantener estable la economía. En tiempos de recesión económica, bajan los tipos de interés para alentar el gasto. Cuando la economía está creciendo y en buenas condiciones, toman medidas para aumentar ligeramente los tipos de interés y así mantener a raya la inflación.
Resumiendo, los cambios en los tipos de interés afectan a la demanda de bienes y servicios y, por lo tanto, al gasto e inversión. Una bajada de los tipos de interés reduce el coste de los préstamos, lo que anima a las empresas a aumentar el gasto o invertir más.
Si tú no tienes un negocio, te interesa también saber que los tipos de interés más bajos suelen dar a los bancos más incentivos para prestar dinero a los hogares, lo que, en definitiva, te permite gastar más.