Seguro para plancha del pelo
En este artículo podrás informarte acerca de
Si tienes una plancha en casa para ayudarte con el estilismo de tu pelo, ya sabrás que hay que tener ciertos cuidados con ella. Las caídas desde cierta altura o los golpes contra otros objetos son muy perjudiciales para ellas, que se moje puede ser letal y debemos tener cuidado también al enchufarla y desenchufarla (sobre todo esto último) para no dañar el cable. Queremos darte alguna pista para mantenerla en buen estado y después, alguna otra para que cuides tu pelo además de la herramienta con la que lo trabajas.
¿Un seguro para mi plancha del pelo? Sí, con El Corte Inglés
Si compras una plancha para el pelo en cualquiera de los centros de El Corte Inglés, Hipercor o lo haces a través de la tienda online, podrás contratar el Superseguro Pequeño Electrodoméstico El Corte Inglés, beneficiándote además de sus coberturas de manera gratuita durante los tres primeros meses. Esto es algo que no encontrarás facilmente en ninguna otra gran superficie de nuestro país, así que no es mala idea aprovechar esta ventaja. Si tu plancha de pelo nueva te ha costado 150 euros o más, cumples el requisito para, en el mismo momento de la compra, contratar el Superseguro Pequeño Electrodoméstico El Corte Inglés que cuidará tu nueva plancha para el pelo de manera que esté protegida desde ese preciso instante, ya que no cuenta con periodo de carencia. De este modo, incluso en el camino a casa, antes de estrenarla, estará protegida contra daños materiales que se produzcan a consecuencia de un hecho accidental que suceda de manera repentina e imprevista.
También queda protegida de las averías que pueda tener, sean de índole mecánica, eléctrica o electrónica.
Todo esto, claro, siempre que no exista dolo o mala intención por parte del propietario de la plancha, como queda recogido en las condiciones del Superseguro Pequeño Electrodoméstico El Corte Inglés.
Lo mejor de todo es que cuando contratas este seguro, una vez finaliza el plazo de tres meses durante el que disfrutas de tu seguro gratuito, puedes continuar protegiéndola hasta que se cumplan tres años desde su compra. Pagarás la cuota del seguro una vez y listo.
Aunque aún mejor es que puedes contar con la asistencia de nuestros expertos que te ayudarán desde el momento de la compra para que puedas irte con la plancha asegurada bajo el brazo.
¿Y si se me estropea la plancha? ¿Qué hará el Superseguro Pequeño Electrodoméstico El Corte inglés?
Pues muy fácil: te recogerán la plancha del pelo en casa, te la llevarán a reparar al servicio técnico por la Aseguradora y te devolverán tu herramienta una vez arreglada. Eso sí, si esto sucede dentro del territorio español, así que, si te compras la plancha en España, pero te vas a vivir al extranjero, no podrías disfrutar de este servicio, aunque el resto de las coberturas siguen vigentes.
Errores que no debes cometer para cuidar tu plancha (y tu pelo)
- Guardar la plancha sin cuidado: ojo con el cable, muchas veces somos impacientes y metemos la plancha en su funda sin mirar qué pasa con el cable. Enrollarlo sobre la plancha puede hacer que se queme o incluso se parta. Lo mejor es colocarlo con cuidado junto a ella, enrollándolo en zigzag, una vez las placas estén frías. Si además metes la plancha en su funda térmica y dejas el cable fuera, lo bordas.
- No limpiar nunca la plancha: aunque parezca que no se ensucia, mantenerla limpia alargará bastante su vida útil y cuidará tu pelo también. Para ello, cuando la plancha esté tibia, casi fría, te recomendamos pasar por las placas un paño de algodón húmedo pero muy bien escurrido para evitar que pueda entrar agua en el interior. Incide en los contornos, porque las planchas basculantes pueden acumular suciedad ahí. Si algún residuo se te resiste, el algodón no engaña; pasa un disco de algodón humedecido en alcohol y verás la diferencia.
- Temperatura lo más alta posible: ¡error! Si piensas que así acabarás más rápido, aciertas; pero acabarás más rápido… con tu pelo. Un truco para saber si estás usando la temperatura correcta es pasarte la plancha por un mechón de cabello y una vez termines, sujeta la punta de ese mechón en tu mano: si te quemas, hay que bajar la temperatura. Deberías poder mantener el pelo en la mano notando el calor, pero sin quemarte.
- Pasar y repasar mil veces el mismo mechón: mejor pasar lentamente una vez, que dos o tres pasadas rápidas. Si tras un par de pasadas no consigues lo que buscas, cambia de mechón y deja que ese se enfríe un poco. Insistiendo sobre el pelo caliente no conseguirás nada y encima, lo estás castigando.
- Plancharse el pelo mojado o húmedo: aunque ya hay planchas en el mercado que ofrecen esta posibilidad, hay que evitarlo en la mayor medida posible. El pelo se castiga muchísimo más porque el calor aplicado es mayor, no asimila bien el secado y el pelo queda al final con menos brillo y mucho más fosco. Para secar el pelo está el secador, y si esto de pasarse las planchas con el pelo húmedo fuera buena idea, lo harían en las peluquerías; ¿verdad que no lo hacen?
- Mal uso del protector térmico: tan malo es no usarlo como pasarse con el producto. Mejor usar uno en formato spray, pero evita ponerte demasiado, ya que estarías mojándote el pelo otra vez y caerías en el error descrito antes. No tienes que notar el pelo húmedo y si es así, hay que esperar a que se seque antes de pasar la plancha.
Ahora que sabes mucho más que antes, si crees que es el momento de reponer tu vieja plancha, ve a El Corte Inglés y consigue tu plancha del pelo con un superseguro para procurarle la mejor vida que le puedes dar.