5 mitos sobre los coches eléctricos
La movilidad eléctrica está en auge y el que diga lo contario se fija poco en los vehículos con los que se va cruzando por las calles. A medida que la tecnología avanza y la conciencia ambiental crece, cada vez más personas consideran la posibilidad de adquirir un coche eléctrico, sin olvidar aquellos que quieren dejar de repostar combustibles tradicionales y simplemente enchufar su coche al llegar a casa.
A pesar del crecimiento de este tipo de vehículos, todavía existen muchos mitos y malentendidos en torno a ellos, por lo que hoy ponemos sobre la mesa cinco de los más oídos.
1. Los coches eléctricos no tienen suficiente autonomía
Uno de los mitos más escuchados es que los coches eléctricos no pueden recorrer largas distancias con una sola carga. Si bien es cierto que los primeros modelos tenían limitaciones en su autonomía, las cosas han cambiado drásticamente. Hoy en día, muchos coches eléctricos pueden recorrer entre 300 y 500 kilómetros con una sola carga, y algunos modelos premium superan incluso los 600 kilómetros.
Otro comentario común es que no hay suficientes estaciones de carga para que los coches eléctricos sean prácticos para el uso diario. Aunque la infraestructura de carga aún está en desarrollo, ha habido un crecimiento significativo en el número de estaciones de carga disponibles en los últimos años y las estaciones de carga se están instalando desde hace tiempo en gasolineras, supermercados, centros comerciales y otros lugares como algunos restaurantes.
Muchos mitos rodean al concepto de coche eléctrico, pero la mayoría no son más que eso
Gracias a esta expansión de estaciones de carga rápida, es cada vez más fácil encontrar un lugar para recargar el vehículo durante un viaje largo y junto con las mejoras en la tecnología de baterías, la preocupación por la autonomía es cada vez menos relevante, aunque debes saber que si sales de viaje con tu coche eléctrico en algún puente importante, días punta de inicio de vacaciones o fechas complicadas para circular, tendrás más complicado cargar tu coche al haber cada día mayor número de ellos en nuestras carreteras y ser muchos más que los puntos de recarga a pesar de todos los que se están instalando.
Las empresas también están comenzando a ofrecer estaciones de carga para empleados, lo que facilita la recarga durante la jornada laboral. La carga en casa, combinada con la de las estaciones públicas, hace que recargar tu coche eléctrico sea cada vez más fácil.
2. Los coches eléctricos son demasiado caros
Es cierto que estos coches tienden a tener un precio de compra inicial más alto que sus equivalentes de combustión interna, pero es importante considerar el coste total a lo largo de la vida del vehículo. Los coches eléctricos suelen ser más baratos de mantener, ya que tienen menos piezas móviles y no requieren cambios de aceite ni reparaciones frecuentes del motor, lo que ayuda en el cuidado de coches eléctricos, teniéndote que preocupar menos que si tienes un coche diésel o gasolina.
Además, el gasto de electricidad para recargar un coche eléctrico es significativamente menor que el importe de la gasolina. En nuestro país y en muchos otros los gobiernos ofrecen incentivos para la compra de vehículos eléctricos, lo que puede reducir aún más lo que desembolsamos por nuestro nuevo coche y a la larga, los coches eléctricos pueden llegar a ser una opción más económica.
3. La producción de baterías es peor para el medio ambiente
La producción de baterías de iones de litio que alimentan la mayoría de los coches eléctricos, tiene un impacto ambiental significativo, especialmente debido a la extracción de materiales como el litio, el cobalto y el níquel. Sin embargo, algunos estudios han demostrado que a lo largo de su vida útil los coches eléctricos son más ecológicos que los coches de combustión interna.
La clave está en el ciclo de vida completo del vehículo. Aunque la producción inicial de baterías es más intensiva en consumo de recursos, la huella de carbono de un coche eléctrico disminuye considerablemente a medida que se utiliza, gracias a la eficiencia energética y a la posibilidad de usar electricidad de fuentes renovables. Además, las tecnologías de reciclaje de baterías están mejorando, lo que ayudará a mitigar el impacto ambiental de su producción.
4. El seguro de coche eléctrico es más caro
Cuando te compras un vehículo, casi lo primero que debes hacer es contratar un seguro de coche para poder circular con él, y debes tenerlo listo para sacarlo del concesionario, ya que circular sin seguro es una grave infracción que acarrea consecuencias poco deseables. Muchos se echan a temblar pensando que el seguro para un coche eléctrico será considerablemente más caro que para otro tipo de vehículo, pero la realidad es que en El Corte Inglés Seguros no es así.
Todos los seguros que ofrecen cuentan con una versión ECO para coches híbridos y eléctricos, adaptada a sus necesidades. Tendrás asistencia en viaje desde el Km 0 también por descarga de batería y traslado al punto de recarga más cercano, si tu seguro incluye cobertura de daños propios o robo quedará protegido también el cable de recarga, y te darán acceso a talleres expertos en reparaciones de coches eléctricos e híbridos. Y todo, sin que te cueste ni un euro más que la misma póliza para un coche de combustión térmica. Si quieres ver por cuánto te podría salir o las coberturas de cada póliza, calcula tu seguro de coche y sal de dudas ahora mismo.
5. Los coches eléctricos no son seguros
Esta es otra afirmación que se ha escuchado en alguna ocasión, porque la seguridad es una preocupación para cualquiera que piense comprarse un nuevo coche. Sin embargo, los coches eléctricos han demostrado ser tan seguros como sus homólogos de gasolina -o incluso más-, ya que tienden a tener un centro de gravedad más bajo debido a la ubicación de la batería, lo que reduce el riesgo de vuelco.
Además, pasan por las mismas pruebas de seguridad que cualquier otro vehículo, muchos modelos eléctricos han recibido calificaciones realmente altas en las pruebas de impacto y están equipados con características de seguridad avanzadas, como sistemas de asistencia a la conducción, frenado automático de emergencia y alertas de colisión; y esto sin añadir que la falta de un motor de combustión también elimina algunos riesgos de incendio y explosión en accidentes.
La transición hacia la movilidad eléctrica es un paso muy significativo hacia un futuro más limpio y sostenible. Desmontar ciertos mitos puede ayudar a acelerar este camino, permitiendo a cada vez más personas beneficiarse de las ventajas de los coches eléctricos y contribuir así a la reducción de emisiones y la protección del medio ambiente.