Cómo controlar la ansiedad por comer: 5 consejos

Cómo controlar la ansiedad por comer: 5 consejos

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La ansiedad por comer es un fenómeno que afecta cada vez a más gente en todo el mundo. Este trastorno se caracteriza por una necesidad compulsiva de ingerir alimentos, a menudo como respuesta a estados emocionales negativos como el estrés, la tristeza o la soledad. En el mundo en que vivimos, donde muchas veces las presiones laborales, sociales y personales están en constante aumento, nuestra relación con la comida se ha visto afectada de una forma importante, convirtiéndose en un escape emocional y una especie de consuelo para muchos.

Este comportamiento puede llevar a patrones de alimentación desordenados y a unas consecuencias físicas como el sobrepeso o la obesidad o psicológicas, como el sentimiento de culpa o la vergüenza -y llegados a este punto, es muy importante conocer la diferencia entre ansiedad y depresión, ya que en muchos casos pensamos que nos aqueja la primera cuando es la segunda, y viceversa-.

Entender el origen de la ansiedad por comer implica buscar tanto factores biológicos como psicológicos. La genética, los desequilibrios químicos en el cerebro y las experiencias personales tienen su papel en el desarrollo de este trastorno. Además, el modo de vida actual, con el bombardeo de la comida rápida y la gratificación instantánea, puede incrementar estos impulsos repentinos.

La ansiedad por comer no solo afecta a nuestra salud física, sino que también puede deteriorar la calidad de vida y las relaciones personales, por lo que es fundamental abordar este problema desde una perspectiva integral que incluya cambios en el estilo de vida y, en algunos casos, intervención médica. Como lo importante es empezar, podemos intentar seguir alguno de estos consejos (o todos).

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1. Haz deporte

Hacer deporte es una estrategia efectiva para controlar la ansiedad por comer, ya que el ejercicio no solo beneficia la salud física, sino que también tiene un impacto muy positivo en el bienestar mental. El ejercicio regular ayuda a liberar endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad, que mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés, lo que puede aminorar la necesidad de recurrir a la comida como mecanismo de consuelo emocional

Además, el deporte proporciona una distracción saludable que desvía la atención de los antojos repentinos y la ansiedad relacionada con la comida. Establecer una rutina deportiva nos aporta sensación de control y logro personal, reforzando la autoestima y favoreciendo hábitos más saludables. Hacer yoga, correr o entrenar en grupo puede ser especialmente beneficioso, ya que aporta una combinación de ejercicio físico, relajación y apoyo social que puede contribuir a manejar la ansiedad por comer.

2. Alimentación correcta

Seguir una alimentación correcta es fundamental para tratar este trastorno, ya que una dieta equilibrada ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre. Ingerir alimentos ricos en nutrientes, como frutas, verduras, proteína magra y granos enteros nos mantendrá sanos y mejorará nuestro bienestar general. Este tipo de alimentos proporcionan una liberación sostenida de energía, evitando los picos bruscos de glucosa que pueden desencadenar episodios de ansiedad y hambre emocional.

Si no consigues controlar la ansiedad por comer por ti mismo, buscar ayuda profesional puede ser la solución

Además, es importante incorporar grasas saludables y fibras a nuestra dieta, que aumentan la sensación de saciedad y prolongan el tiempo que pasa entre una comida y otra. Comer a intervalos regulares y evitar saltarse comidas también es importante para mantener un equilibrio y prevenir la ansiedad por comer. Hidratarnos adecuadamente y limitar el consumo de cafeína y azúcares refinados ayudan a una mayor estabilidad emocional y física, consiguiendo que establezcamos una relación más saludable con la comida.

3. Distrae tu mente

Distraer la mente es una técnica bastante efectiva para controlar la ansiedad por comer, ya que desvía la atención de los impulsos y reduce nuestra dependencia emocional de la comida. Las actividades que atraen nuestro interés y mantienen la mente ocupada, como leer, pintar o practicar cualquier otro hobby pueden resultar muy útiles, alejando nuestros pensamientos de la comida.

Las técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda y el yoga también calman la mente y reducen el estrés, factores que sabemos que a menudo desencadenan la ansiedad por comer. Establecer una rutina diaria con actividades placenteras y productivas nos hará disfrutar de una mayor estabilidad emocional, ayudando a romper el bucle de comer por ansiedad.

    4. Descansa correctamente

    Descansar correctamente es crucial para controlar la ansiedad por comer, ya que la falta de sueño puede afectar negativamente la regulación de las hormonas del hambre, lo que puede llevar a un incremento en el apetito y a una mayor propensión a buscar alimentos más calóricos.

    Además, un sueño insuficiente afecta a la capacidad de autocontrol, lo que dificulta resistir los impulsos de comer en exceso. Dormir bien, entre 7 y 9 horas diarias, mantiene nuestro equilibrio hormonal y mejora nuestro estado de ánimo, así que debemos establecer una rutina de sueño regular, crear un ambiente propicio para el descanso y evitar estimulantes como la cafeína antes de acostarnos para mejorar la calidad de nuestro sueño.

    5. Buscar consejo profesional

    Si nos resulta difícil llevar a cabo estas pautas por nosotros mismos, siempre podemos pedir ayuda a profesionales que diagnosticarán correctamente nuestro caso. En el cuadro médico de tu seguro de salud encontrarás aquellas especialidades que se relacionan con el tema que hoy tratamos.

    Los nutricionistas nos enseñan cómo comer bien, de manera correcta y ordenada, de manera que consumamos el tipo de alimentos que precisamos para estar sanos, con lo que la preocupación por nuestra salud física queda cubierta. Y si has llegado al punto de tener sobrepeso u obesidad, en la endocrinología encontrarás la ayuda que necesitas.

    Si, aun así, sabiendo que no presentas déficit de vitaminas o minerales, que te alimentas adecuadamente y que no necesitas atacar la nevera o la despensa, tu mente sigue llevándote por esos derroteros, un psicólogo podrá ayudarte a manejar la situación, indicándote los procedimientos a seguir para calmarte o distraer esos pensamientos. Acudir al terapeuta también es otra posible solución; puede integrarte en grupos de ayuda donde descubrirás que caminar junto a otros que se encuentran en una situación parecida a la tuya puede facilitar tu llegada a la meta.

    No esperes más para hacer una comparativa de seguros médicos y descubrir el que te ofrece más alternativas para comenzar desde ya a tratar este problema y recuperar así la vida sana y la buena relación con la comida que nunca debemos perder.