Hipopotasemia, ¿Qué es y cuáles son sus síntomas?

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Quizá no estamos muy familiarizados con este término, pero sí habremos oído hablar a amigos o conocidos sobre sus niveles de potasio, si son altos o son bajos, cuando se hacen analíticas. Hoy conocemos cómo se llama esta alteración y qué puede pasar si nos encontramos con ella, así como de qué manera nos puede beneficiar contar con un seguro de salud.

¿Qué es la hipopotasemia?

La hipopotasemia se da cuando nuestro nivel de potasio en la sangre baja excesivamente y es que este es un electrolito importante para que las células musculares y nerviosas, especialmente las células musculares del corazón, funcionen como deben. Los riñones controlan los niveles de potasio de nuestro cuerpo, lo que permite que el exceso de potasio se elimine a través de la orina, las heces o el sudor.

Si notas alguno de los síntomas que se describen, acude a tu médico para descartar que tengas hipopotasemia

La hipopotasemia leve es asintomática. En algunos casos, los niveles bajos de potasio pueden provocar arritmias o ritmos cardíacos anormales, así como debilidad muscular severa. Pero estos síntomas suelen revertir después del tratamiento. Aprendamos lo que significa tener hipopotasemia y cómo tratar esta afección.

¿Cuáles son los síntomas de la hipopotasemia?

La hipopotasemia leve generalmente no muestra signos ni síntomas, como hemos reseñado. De hecho, los síntomas generalmente no aparecen hasta que los niveles de potasio son extremadamente bajos. Un nivel normal de potasio en sangre es de 3,6 a 5,2 milimoles por litro (mmol/L).

Conviene conocer los síntomas de la hipopotasemia y debemos acudir o consultar a un médico si experimentamos alguno o varios de ellos: calambres musculares, debilidad, estreñimiento, fatiga o palpitaciones.

Los niveles por debajo de 3,6 se consideran bajos, y cualquier valor inferior a 2,5 mmol/L es muy peligroso, pudiendo incluso considerarse mortal. En estas cifras, pueden darse roturas del tejido muscular o íleo, insuficiencia respiratoria o síntomas y signos de parálisis.

En casos más graves, pueden producirse los ritmos cardíacos anormales a los que nos referíamos más arriba. Esto es más común en personas que toman medicamentos antiarrítmicos, como la digoxina, o presentan unas condiciones de ritmo cardíaco irregular, como fibrilación auricular o ventricular, taquicardia (latidos del corazón demasiado rápidos), bradicardia (demasiado lentos) o latidos cardíacos prematuros. Otros síntomas incluyen pérdida de apetito, náuseas y vómitos.

¿Qué causa la hipopotasemia?

Se puede perder demasiado potasio a través de la orina, el sudor o las deposiciones. La ingesta inadecuada de potasio y los niveles bajos de magnesio también pueden provocar hipopotasemia. La mayoría de las veces, la hipopotasemia es un síntoma o efecto secundario de otras afecciones o medicamentos.

Algunos de ellos son: 

  • Síndrome de Bartter, un trastorno renal genético que causa un desequilibrio de sal y potasio.
  • Síndrome de Gitelman, también trastorno renal genético que provoca un desequilibrio de iones en el cuerpo.
  • Síndrome de Liddle, que causa un aumento de la presión arterial e hipopotasemia.
  • Síndrome de Cushing, una enfermedad provocada por la exposición prolongada al cortisol. 

Debemos decir que todas estas son enfermedades poco comunes y bastante infrecuentes entre la población.

También altera los niveles de potasio hasta producir hipopotasemia tomar sustancias como bentonita (una arcilla de grano muy fino) o glicirricina (se encuentra en regaliz natural y tabaco de mascar), diuréticos que hacen perder potasio -como tiazidas, diuréticos osmóticos y de asa-, el uso prolongado de laxantes, altas dosis de penicilina, la cetoacidosis diabética, la dilución debida a la administración de líquidos por vía intravenosa, tener deficiencia de magnesio, los problemas de las glándulas suprarrenales, la desnutrición, el hipertiroidismo, el delirium tremens, la acidosis tubular renal tipos I y 2, un aumento de catecolaminas -como en un ataque cardíaco-, medicamentos como la insulina y los agonistas beta 2 -utilizados para la EPOC y el asma- el envenenamiento por bario o padecer hipopotasemia hereditaria.

Los riesgos de hipopotasemia pueden aumentar si tomamos medicamentos, especialmente diuréticos que se sabe que causan pérdida de potasio, padecemos una enfermedad prolongada que nos causa vómitos o diarrea, o tenemos una condición médica entre las arriba enumeradas.

Las personas con afecciones cardíacas también tienen un mayor riesgo de complicaciones: aquí incluso la hipopotasemia leve puede provocar ritmos cardíacos anormales. Es muy importante mantener un nivel de potasio de alrededor de 4 mmol/L si tenemos una afección médica como insuficiencia cardíaca congestiva, arritmias o antecedentes de ataques cardíacos.

Nuestro médico generalmente descubrirá si estamos en riesgo de tener hipopotasemia durante los análisis de sangre y orina rutinarios. Si queremos saber cómo andamos y hace tiempo que no nos hacemos una revisión, podemos acudir a uno de los profesionales que componen el cuadro médico de nuestro seguro de salud y solicitar una analítica de control. Estas pruebas verifican los niveles de minerales y vitaminas en la sangre, incluidos los niveles de potasio.

En caso de sospechas, el médico también pedirá un electrocardiograma, ya que la hipopotasemia y las anomalías cardíacas suelen estar relacionadas.

Tratamiento de la hipopotasemia

Alguien que tiene hipopotasemia y muestra síntomas necesitará hospitalización. También necesitará control para asegurar que su ritmo cardíaco sea normal.

El tratamiento de los niveles bajos de potasio en el hospital requiere un enfoque con varios pasos:

  • Hay que eliminar las causas: después de identificar la causa subyacente, el médico recetará el tratamiento adecuado para la enfermedad sospechosa de provocar el déficit de potasio.
  • Restaurar los niveles de potasio: podemos tomar suplementos para restaurar los niveles bajos. Pero fijar los niveles demasiado rápido puede causar efectos secundarios no deseados, como esos ritmos cardíacos anormales. En casos de niveles de potasio peligrosamente bajos, es posible que se necesite un goteo intravenoso para controlar la subida de potasio. 
  • Controlar los niveles durante la estancia en el hospital: allí se controlarán nuestros niveles para asegurar que los niveles de potasio no se revierten y provocan hiperpotasemia; los niveles altos también pueden causar complicaciones graves.

Después de salir del hospital, nos pueden recomendar una dieta rica en potasio. Si necesitamos tomar suplementos, debemos hacerlo con mucho líquido y con las comidas o tras ellas. También es posible que, entre estos suplementos, debamos añadirlos de magnesio, ya que la pérdida de magnesio puede producirse a la vez que la pérdida de potasio.

El seguro médico y la hipopotasemia

La hipopotasemia es tratable. El tratamiento generalmente implica tratar la afección subyacente. La mayoría de las personas aprenden a controlar sus niveles de potasio a través de dietas o suplementos. Si presentamos síntomas debemos acudir rápidamente al médico, ya que un diagnóstico y tratamiento tempranos pueden ayudar a prevenir que la afección se convierta en parálisis, insuficiencia respiratoria o complicaciones cardíacas.

Para intentar evitar padecer hipopotasemia, es aconsejable seguir una dieta rica en potasio, que puede ayudar a prevenir y tratar los niveles bajos de potasio en sangre. Analiza tu dieta con tu médico de familia o con el que sea de tu confianza en tu póliza de salud. Si aún no tienes un seguro médico, es buen momento para usar el comparador de seguros de salud del que dispones en nuestra web. Entre tanto, procura evitar tomar demasiado potasio, especialmente si ya te han prescrito suplementos de ese tipo. Podemos encontrar buenas fuentes de potasio en los aguacates, plátanos, higos, kiwis, naranjas, espinacas, tomates, leche, guisantes y judías o salvado.

Si bien una dieta baja en potasio rara vez es la causa de una hipopotasemia, no olvidemos que consumir potasio es importante para mantener las funciones corporales en condiciones idóneas. A menos que tu médico te indique lo contrario, una dieta rica en alimentos que contengan potasio es una opción saludable, siempre que no descuidemos el resto de los ingredientes que la componen.