Beneficios de caminar 30 minutos al día
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Son muchos los beneficios de caminar 30 minutos al día. Acostumbrados a una cultura social basada en la comodidad y en la que abundan ascensores, escaleras, vehículos, cintas transportadoras, transporte público... nos hemos relajado de tal forma que crece una tendencia basada en hacer el mínimo esfuerzo y, si podemos, en evitar caminar.
Si fuéramos conscientes de los beneficios de caminar 30 minutos al día, comprenderíamos que es un ejercicio ligero que no cuesta nada (en términos de esfuerzo y económicos) y que resulta muy saludable para cualquier persona.
¿Cuáles son los beneficios de caminar 30 minutos diarios?
Andar es un tipo de ejercicio que existe desde que el mundo es mundo. Evidentemente, no era considerado como tal, sino como una manera (la única manera, de hecho, durante miles de años) de desplazarse de un lado a otro. Ahora sabemos que, además de poder ir a donde nos apetezca dando un agradable paseo, podemos convertir esta simple acción en toda una declaración de intenciones para llevar una vida más sana.
Ya conocerás el famoso dicho “quien mueve las piernas, mueve el corazón” y, si encima te haces el seguro VidaMovida, te pagarán simplemente por andar. Si no conocías este seguro de vida, no esperes más y ve a una oficina a que te lo cuenten o pide que nuestros expertos te contacten para darte toda la información que precises.
Esto sí son dos pájaros de un tiro: incorporaremos una rutina saludable y tendremos un poco de dinerito extra, que siempre viene bien.
Andar media hora al día nos permitirá disfrutar de más energía para afrontar nuestra jornada
Todos sabemos de los beneficios de andar, más o menos deprisa, pero vamos a desgranar unos cuantos para refrescar nuestra memoria y hacer que nos levantemos del sofá con más ganas.
- Caminar te ayuda a eliminar calorías. Si eliminas grasa, luego te resultará más fácil tonificar ciertas zonas del cuerpo si te animas a acudir al gimnasio.
- Una caminata diaria de 30 minutos fortalecerá tus músculos, sobre todo los de las piernas. También desentumece las caderas. Y es que un músculo fuerte consigue que los huesos queden mejor protegidos, por lo que se reducirá el riesgo de sufrir alguna fractura, sobre todo a medida que se van cumpliendo años.
- Mantener las piernas activas ayuda a mejorar la circulación sanguínea.
- Es una actividad que te ayudará a liberar estrés, porque relaja mente y cuerpo.
- Andar es un ejercicio cardiovascular que reduce el riesgo de sufrir un infarto al fortalecer tu corazón.
- Lo que notarás a los pocos días de practicarlo, es que te hará sentir más activo y animado, con lo que podrás afrontar cada día con más fuerza mental y física.
¿Es beneficioso caminar después de comer?
Muchísimas de las personas que se inician en esta actividad lo hacen alentadas por la idea de adelgazar andando, aunque lo ideal es complementar el ejercicio diario con una dieta sana y equilibrada.
Hay quien piensa que es mejor salir a caminar después de haber comido, por aquello que decían los abuelos de pasear para “bajar la comida”. Pues no van desencaminados en su pensamiento.
De hecho, se ha demostrado que salir a caminar después de comer, nos evitará la sensación de modorra que se apodera de nosotros, sobre todo tras una comida copiosa o cargada de carbohidratos. Ayudará a aligerar nuestra digestión y disminuirá nuestros niveles de glucosa en la sangre. Si no salimos a caminar después de comer o de cenar, esa glucosa tomará forma de grasa rápidamente mientras que, si lo hacemos, utilizaremos su energía para la caminata.
Lo que sí se desaconseja es realizar ejercicios intensos después de comer, ya que una mala digestión está prácticamente asegurada en estos casos.
¿Es bueno caminar en ayunas?
Caminar en ayunas, a un ritmo moderado, quema más grasa que hacerlo después de haber comido, según algunos estudios recientes. Y no solo se recomienda a aquellos que quieren perder peso, sino a todo el mundo, por los cambios positivos y profundos que puede llegar a generar en quien se decide a ponerse en marcha.
Al despertar, los niveles de insulina de nuestro cuerpo son más bajos y nuestro cuerpo recurre a las grasas almacenadas en los tejidos para conseguir la energía que necesita, en vez de “tirar” de la energía que hemos aportado con el alimento.
Caminar antes de desayunar controla los niveles de azúcar en sangre, evitando así enfermedades cardíacas y la diabetes.
Si nos ejercitamos de manera moderada con el estómago vacío, quemaremos con la pequeña cantidad de glucógeno almacenada (este es un carbohidrato que se guarda en músculos e hígado y utilizamos como combustible al hacer ejercicio) y se accederá a la grasa acumulada mucho antes que si lo hacemos después de haber comido.
Eso sí, ya que no comemos nada antes de empezar a andar, debemos hacerlo convenientemente hidratados. Dos vasos de agua antes de comenzar y otros dos nada más terminar de caminar son muy necesarios para evitar mareos o sensación de malestar. Además, tras haber pasado la noche sin beber, nos despertamos algo deshidratados, así que esta ingesta de agua hará que nuestro cuerpo trabaje de manera más eficaz.
Si vas a caminar antes o después de haber comido, recuerda ajustar la intensidad del ejercicio a cada momento y situación
Camines antes o después de comer, lo ideal es que, si no estás acostumbrado, hagas una visita a un doctor de los que encontrarás en el cuadro médico de tu seguro de salud. Él sabrá recomendarte la mejor manera de ponerlo en práctica, ajustando la intensidad del mismo a cada caso en particular, te aconsejará en cuanto a cómo empezar, cómo alimentarte y te dará ciertas pautas que te ayudarán a comenzar con buen pie y no dejarlo al primer día. Y si aún no tienes un seguro, no dejes de hacer una comparativa de seguros médicos con la herramienta que ponemos a tu disposición en nuestra web. Te será de gran utilidad para ver qué tipo de seguro o de póliza te interesa más.
¿Andar es un deporte?
Parece que sí, que lo es, y además se dice que es de los más sanos, de los que ofrecen mayores beneficios y de los más fáciles (en esto, estaremos todos de acuerdo). Pocos deportes hay que sean comparables a caminar y una muestra es que es el deporte en el mundo que cuenta con mayor participación.
Una de las razones es que no se necesita una gran equipación, tampoco habilidad extrema ni estar en una condición física excelente: con un buen par de zapatillas, ropa que permita flexibilidad de movimientos y ser constante, puedes echar a andar.
Mantén una postura correcta, da pasos rápidos y cortos (a mayor velocidad, más cardio harás) e intenta que tu zancada sea regular. Tus hombros se mantendrán relajados, y no subirás las manos más allá del pecho cuando las muevas.
El talón será el primer apoyo que hagas con el pie y recuerda apretar la zona glútea cuando te toque apoyar los dedos al terminar de dar el paso.
Y la respiración, nuestra gran aliada, debe ir acompasada al ritmo de tu zancada para que todo vaya sobre ruedas.
Así que ya lo sabes, una vez conseguido el visto bueno del especialista en salud y conocidos todos estos beneficios, hazte con unas zapatillas de deporte cómodas y adecuadas, hidrata bien tu cuerpo bebiendo agua y lánzate al placer de disfrutar de una buena caminata.