En qué casos es necesario el pasaporte

Dicen que nada es para siempre y, aunque a veces esta afirmación no es tan positiva, si hablamos de la situación por la que ha pasado la población mundial en los últimos años, decir que algún día será sólo un recuerdo amargo es la mejor esperanza que podemos albergar. Poco a poco vamos retomando los hábitos de vida que teníamos antes como salir a comer con amigos y familiares, visitar a nuestros seres queridos en sus casas o recibir su visita en la nuestra, así como poder, por fin, planificar unas vacaciones fuera de nuestras fronteras y soñar con nuevos destinos.

Conocer perfectamente cuáles son los casos en los que utilizar el pasaporte resulta obligatorio será de gran ayuda a la hora de evitar retrasos innecesarios e, incluso, una posible situación estresante en aeropuertos o fronteras extranjeras.

Hacer la maleta acorde al clima o a las actividades que vayamos a realizar en nuestro destino, llevar un pequeño “kit” con nuestros imprescindibles como medicación, cargador para el teléfono o algo de dinero en efectivo y, por supuesto,  contar con un seguro de viaje que nos proteja frente a situaciones inesperadas que puedan darse justo antes o durante nuestro viaje pueden parecer, a primera vista, los puntos más importantes a tener en cuenta a la hora de organizar nuestro viaje pero, ¿qué ocurriría si la documentación que llevases encima resultara no ser la adecuada para el país que te recibe? En el caso de no poder presentar un documento oficial que certifique la identidad del viajero, este puede enfrentarse a problemas legales por no poder demostrar quién es con todo lo que esto conlleva. Además, lo más probable es que el país de destino no permita al viajero entrar hasta que no disponga de los documentos necesarios.

El pasaporte no es otra cosa que un documento de identificación intransferible y personal cuyo cometido es acreditar quién eres y cuál es tu nacionalidad. 

Conseguirlo es un trámite administrativo de lo más sencillo y cualquier ciudadano español puede solicitarlo. No obstante, hay tres circunstancias bajo las cuales no se dispone de este derecho: 

• Contar con una condena penal o con medidas de seguridad que hayan derivado en privación o limitación de la libertad de residencia o de movimientos.
• En el caso de que haya sido la autoridad judicial quien haya determinado la prohibición de expedición del pasaporte o la salida de nuestro país del solicitante porque se encuentre involucrado en un proceso penal.
• Y, por último, se limitará este derecho en situaciones en la que sea el propio Ministerio del Interior quien lo decida. Esto ocurre cuando se dan circunstancias recogidas por la Ley Orgánica 4/1981, que es, por ejemplo, la que regula los estados de alarma.

En resumen, disponer de un pasaporte en vigor permite a cualquier español cruzar nuestras fronteras así sea para salir o para entrar a nuestro país. Además, la nacionalidad española lleva consigo el derecho a moverse libremente por un listado de países libres de frontera entre ellos. 

Estos países para los que no necesitamos pasaporte son los países pertenecientes a la Unión Europea y algunos países añadidos mediante acuerdos internacionales. En su conjunto, es lo que se conoce como espacio Schengen.

Como hemos visto, la respuesta es sí, cualquier persona con nacionalidad española podrá moverse entre estos países sin necesidad de aportar el pasaporte, solo será obligatorio el DNI.

Ahora bien, como todos sabemos, en los viajes hay una cosa que nunca sobra: prevenir. Nuestra recomendación es llevar siempre, además del DNI, el pasaporte en regla.  Si, por ejemplo, nuestro viaje se viese modificado por alguna circunstancia no prevista y tuviéramos que cruzar fronteras fuera del espacio Schengen, la rapidez y la tranquilidad de podernos identificar con un documento con validez mundial será completamente distinto a la situación que viviríamos si solamente llevásemos encima nuestro Documento Nacional de Identidad (DNI).

Actualmente, se puede consultar online el listado de países pertenecientes a este acuerdo.

Desgraciadamente, muchas veces ocurre que, al poder viajar sin pasaporte, se da una apariencia de “confort” a nuestro viaje que nos puede llevar a ser poco precavidos y correr riesgos innecesarios. El hecho de realizar un viaje dentro de los países asociados al espacio Schengen no nos garantiza estar exentos de sufrir un accidente inesperado estando lejos de casa. Contratar un buen seguro de viaje que nos cubra frente a situaciones desagradables que puedan suceder mientras viajamos es tan imprescindible para moverse por Europa como si nuestro destino se encuentra en cualquier otro rincón del mundo.

Por el contrario, presentar nuestro pasaporte en vigor será imprescindible a la hora de querer viajar a cualquier país que se encuentre fuera del espacio Schengen. Algo muy importante a tener en cuenta es que no todos los países de Europa pertenecen a este conjunto. Aunque resulte algo obvio, es frecuente encontrar este error y confundir el continente europeo con la Unión Europea y, a su vez, con el listado de países adheridos a este acuerdo. 

Si te roban o pierdes el pasaporte, durante el resto del viaje deberás llevar otro documento identificativo y la copia de la denuncia interpuesta. 

Si te ha pasado antes de emprender el viaje y llega el día de salida y aún no ha sido expedido el nuevo pasaporte, se podrá solicitar un salvoconducto. 

Nuestra recomendación para estos posibles casos es contar con un buen seguro de viaje. En ellos, se suele cubrir la pérdida de los documentos como el pasaporte, tarjetas e incluso, billetes de tren o avión dándonos el respaldo y la tranquilidad que necesitamos en un momento tan comprometido como encontrarnos en otro país sin la documentación necesaria o sin nuestro medio de transporte para regresar a casa.

Siempre que se pretenda realizar un viaje es recomendable consultar en la web del Ministerio de Asuntos Exteriores todos los detalles. En ella se ofrece toda la información que podamos necesitar actualizada en relación a los requisitos o documentos que se exige por cada estado en un momento determinado.