¿Necesito un seguro médico privado para viajar a África?

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Un rápido recuento al equipaje: las maletas están, la cámara lista, las baterías de unos y otros listas, el salacot de safari y listo para el viaje. Los billetes, la escala de tres días en Casablanca, los hoteles aquí y allá comprobados, y ya está, podemos salir camino de Tanzania. ¡A descubrir sitios nuevos! ¡A correr por el desierto y la jungla! Anda, y, ¿dónde voy si me caigo y repito mi esguince habitual? ¿Y si soy pasto de los leones? ¿A que al final va a ser verdad que necesito un seguro médico privado para viajar a África?

La respuesta a esta pregunta es que sí, se necesita un seguro médico privado si quieres ir tranquilo, no tanto porque te vaya a ocurrir algo tan remoto como que te coma un león, pero sí para cubrir los gastos producidos por algo tan sencillo como un esguince de tobillo. Ten en cuenta que tu viaje incluye estancias en sitios que probablemente no conocemos con anterioridad, y de los que no tenemos el conocimiento suficiente como para saber a dónde acudir ante una de estas necesidades. Y que los gastos sanitarios oscilan mucho de un país a otro; una rotura de una pierna puede alcanzar los 30.000 euros, y si no tenemos contratado este seguro médico privado nos encontraremos con que habrá que pagarlos de nuestro bolsillo. 

Seguro médico para viajar a África

Cuando estemos programando nuestro viaje de safari a Tanzania, o cualquier otro de los países en los que se organizan este tipo de actividades, es fundamental que suscribamos un seguro médico de viaje específico. De hecho, incluso en la web del Ministerio de Asuntos Exteriores se puede leer “se recomienda encarecidamente contratar un seguro médico”.

Este seguro médico debe cubrir todos los gastos que se produzcan en el caso de enfermar o sufrir un accidente, pero no solo la asistencia médica en el lugar de destino, sino también los gastos de hospitalización, de las intervenciones quirúrgicas a las que se deba hacer frente, e incluso los gastos que más lejanos nos parecen, pero que pueden ocurrir, como los gastos de evacuación en un avión medicalizado, o los gastos de repatriación. 

Asimismo, un seguro médico de viaje debe incluir, si queremos estar cubiertos ante cualquier situación, la posibilidad de regresar antes de lo previsto por cualquier causa, ya sea una enfermedad o una urgencia hospitalaria de un familiar en origen, el fallecimiento de un familiar en origen, el desplazamiento de uno de nuestros familiares al hospital en el que nos encontremos en el país de destino y los gastos de alojamiento de este familiar durante el tiempo que estemos hospitalizados. 

En el caso de que nos veamos en la necesidad de anular nuestro viaje, este seguro debe observar la devolución de las cantidades pagadas con anterioridad, los gastos en los que incurramos por su anulación antes de su comienzo, así como el reembolso en el caso de que nos veamos obligados a interrumpir el viaje una vez ha comenzado. Respecto de los equipajes, nuestro seguro debe también contemplar las pérdidas materiales que podamos sufrir por la pérdida de nuestro equipaje, los gastos en los que debamos incurrir en el caso de que se demore la entrega de nuestros equipajes, o incluso el envío de los objetos que hayan podido ser robados durante el viaje, así como en el caso necesario, la anulación de tarjetas. Muchas de estas coberturas tendrán un límite de gasto, pero pueden ayudarnos ante un momento difícil.

Otras ideas para recordar

A la hora de contratar uno de estos seguros médicos que nos van a permitir viajar con plena tranquilidad, no olvidemos que debemos hacer referencia a los deportes que vamos a practicar allí, o a las actividades que puedan caer dentro del ámbito de las actividades consideradas de riesgo. En tal caso, debemos asegurarnos de que la póliza que estamos contratando contempla la cobertura de los accidentes que puedan ocurrir en el desarrollo de estas actividades. Ten en cuenta que puede que sea necesario contratar una cobertura adicional a la cobertura básica que nos proteja ante un accidente durante estas actividades. Y por supuesto, si tenemos pensado conducir, es importante que nuestro seguro cubra la responsabilidad civil.

Es también necesario confirmar que la póliza con la que vamos a viajar contemple todas las coberturas de las que hemos hablado anteriormente en los aeropuertos y países en los que se haga una escala, por corta o larga que sea. En el ejemplo del viajero con el que abríamos este artículo tiene pensado pasar unos días en Casablanca, por lo que su póliza debe cubrir los posibles eventos que pueda sufrir allí.

En estos casos en los que incluimos una escala en nuestro viaje, o nos vemos obligados a hacerla porque no exista vuelo directo al destino final, queda una cobertura que confirmar. Debemos tener claro que cuando contratamos el seguro de viaje vamos a estar cubiertos también para las demoras o cancelaciones que puedan darse en las escalas. La pérdida de actividades contratadas con anterioridad y de las que no podamos disfrutar por un retraso o una cancelación de la compañía aérea en la escala pueden ser reembolsadas si tenemos un seguro médico de viaje. 

Por último, no debemos confundir los seguros médicos de viajes con los seguros médicos internacionales, aunque al estudiarlos parezcan muy similares. Su diferencia principal radica en el tiempo para el que están pensados: el seguro médico de viaje está pensado para cubrir incidencias que se produzcan durante una estancia momentánea en uno de estos países, mientras que el seguro médico internacional tiene su objetivo en la cobertura de enfermedades o tratamientos continuados para aquellos que vayan a vivir en un país diferente durante un tiempo indeterminado y posiblemente prolongado.  

Por tanto, antes de salir de safari, es importante que hayamos hecho esa llamada a nuestra compañía de seguros de salud, y confirmar si todo lo que hemos detallado está cubierto. De no ser así, lo más recomendable es contratar su cobertura. No hay nada peor que un buen viaje con un mal recuerdo.