Cómo deberías llevar a tu perro en el coche

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Si viajar en coche es para muchos un verdadero placer, sobre todo cuando se avecinan unas vacaciones, viajar con tu perro puede hacerte sentir todavía mejor. Ahora bien, si no se realiza de forma adecuada, un trayecto, aunque sea corto, puede llegar a convertirse en una pesadilla o en un viaje estresante. Si el perro no está cómodo y protegido como debiera estar, todos los ocupantes del vehículo acabarán estando también incómodos y deseando llegar a destino. Además, otro factor que hay que tener en cuenta en estos casos es el del cumplimiento de la ley. ¿Qué debemos saber en relación a este tema?

Recomendaciones de la DGT para llevar a tu perro en el coche

Según la Dirección General de Tráfico, todo conductor que realice un trayecto con su mascota debe tener en cuenta dos factores fundamentales: 

  • La seguridad.
  • Respetar cívicamente al resto de conductores o ciudadanos.

Por otro lado, algunas recomendaciones básicas son: 

  • Colocar una barra trasera, malla o separador que divida el espacio del perro y el de las personas. 
  • El perro ha de ir siempre bien atado y a la vista del conductor. 
  • Realizar paradas periódicas para que el perro pueda moverse y eliminar el estrés que haya podido ir adquiriendo bien por el viaje o bien por el hecho de ir atado durante todo el camino. 
  • Sí o sí, el perro debe viajar seguro con alguna de las medidas que detallaremos bajo estas líneas. 

¿Qué dice la Ley sobre llevar al perro en el coche?

Respecto a este tema, son muchos los conductores que se quejan sobre la falta de una legislación concreta. Aun así, aunque parezca una obviedad, la Ley de Tráfico establece de forma obligatoria que todo conductor ha de tener el campo de visión libre y sin distracciones, sobre todo pensando en los espejos retrovisores, y que ningún elemento interno del vehículo dificulte la conducción. En este caso, un perro atado de forma inadecuada o no asegurado como se debe, puede hacer que la visión se vea entorpecida a causa de sus movimientos. 

Viajar con un perro siempre implica un riesgo adicional al que ya es inherente a la carretera

Disponer de un seguro de coche adecuado también es fundamental para garantizar la seguridad de todos los pasajeros ante posibles accidentes fortuitos, así como la de otros conductores o viandantes. Muchos seguros de coche no consideran a las mascotas como ocupantes del vehículo, pero algunos otros sí ofrecen coberturas relacionadas con asistencia veterinaria o indemnizaciones por defunción. Todo depende de la compañía aseguradora elegida, del tipo de seguro y de las coberturas añadidas. 

Los riesgos de llevar al perro en el coche

Viajar con un perro a bordo conlleva unos riesgos adicionales, ya que es un ser vivo con identidad propia que puede tomar decisiones erróneas que nos pongan en peligro en un momento dado.

  • No llevarlo bien atado, lo que puede terminar en un susto o accidente.
  • Vivir una situación delicada motivada por los nervios, estrés o cansancio del perro. 
  • Disponer de baja o nula visibilidad al volante a causa de la mascota.
  • Para evitar que se mareen es mejor no darles de comer justo antes de salir de viaje, ya que es fácil que acaben vomitando. Es mejor dejar pasar varias horas o incluso medio día entre la última comida que le des y el inicio del viaje.
  • Puede darse el caso de que el perro se suelte de sus anclajes de seguridad, por lo que es fundamental preocuparse previamente de elegir la opción más adecuada, porque hay mucho perro escapista…

Sistemas de retención para perros y mascotas

Podemos llevar a las mascotas de diversos modos, aunque lo fundamental es que los sistemas de retención estén homologados. Hay quien se atreve a llevar a su perro suelto en el coche, pero esta que describimos en primer lugar es la alternativa que nunca debes tomar.

No usar retención

Lo peor que nos podemos plantear es que tu mascota viaje suelta por el habitáculo del coche. Puede terminar tumbándose en la bandeja que cubre el maletero y además de impedirte la visibilidad, puede sufrir graves daños si un vehículo embiste al tuyo por detrás. Por otro lado, si sale despedido hacia delante, los daños se los va a provocar tu perro a los ocupantes del vehículo. También te expones a que te pongan una multa porque el perro debe viajar correctamente sujeto.

Arnés de un solo enganche

Este arnés para perros se engancha al cinturón de seguridad del vehículo. Sin embargo, en caso de colisión, la hebilla del arnés puede romperse, por lo que el perro chocaría contra el respaldo del asiento, provocando graves lesiones al conductor en la columna. El animal también sufriría lesiones graves o mortales.

Arnés con dos enganches

Este arnés evita el desplazamiento hacia delante, y, por lo tanto, no se transmite ninguna carga al conductor. Para evitar que nuestro peludo choque contra los asientos -lo que acarrearía consecuencias muy graves-, deberán tener un sistema de unión corto.

Trasportín sujeto con el cinturón de seguridad

El trasportín destroza los puntos de sujeción del cinturón en caso de colisión, además de romperse su parte superior. El perro puede sufrir lesiones muy graves y los ocupantes del vehículo soportan cargas importantes si esto sucede.

Trasportín colocado en el suelo del vehículo

Si es un trasportín pequeño encajará bien en el suelo. Como tienen poco espacio la energía del impacto es absorbida rápidamente y apenas se deforma el habitáculo del animal que solo sufriría lesiones leves.

Trasportín en el maletero

En caso de tratarse de un perro más grande, el trasportín tiene que serlo también y se puede colocar en el maletero en posición transversal a la dirección de la marcha. Pese a esto, debido a las dimensiones, no se puede excluir la posibilidad de que los ocupantes de las plazas traseras sufran lesiones.

Rejilla divisoria

Colocar una rejilla detrás de los asientos traseros del coche, que separe el maletero del habitáculo de las personas, permitirá a la mascota moverse com mayor libertad sin molestar al conductor, pero si se produce una colisión y dependiendo de dónde esté el perro colocado en ese momento, puede sufrir lesiones importantes. Lo mejor es combinar el trasportín con la rejilla. En cualquier caso, si el perro viaja en el maletero, protegido por la rejilla, debe ir también sujeto correctamente.

Por último, no debes olvidar que, a lo largo de un trayecto en coche, sobre todo si es de larga distancia, debes llevar agua y hacer alguna parada extra para que el perro pueda atender sus necesidades, dar un pequeño paseo y beber con tranquilidad, igual que lo haríamos nosotros. Y cuando pares, ten cuidado al abrir la puerta, especialmente si has desatado antes a tu perro (esto es poco recomendable, no obstante): puede salir disparado y provocar un accidente o sufrir un atropello. Los seguros de coche pueden contemplar en sus condicionados alguna de estas situaciones, pero es mejor no tener que dar uno de estos partes.

La Responsabilidad Civil te cubre si tu perro es el motivo por el que ocurre un accidente, pero al no ser considerados ocupantes del vehículo, es cuando menos complicado que la aseguradoras vean a las mascotas como alguien que percibiría una indemnización en caso de atropello o siendo perjudicado en un accidente. Algunas, como comentábamos al inicio, sí se hacen cargo de los gastos de veterinario si el animal sufre lesiones, pero si eres tú quien debe ser trasladado al hospital, no se contempla la recogida del animal. Debemos contar con la buena disposición de alguien, si estamos conscientes, a quien podamos llamar para que recoja a nuestro perro, o llamar al Seprona o la Guardia Civil, quien se encargaría de su recogida y de llevarle a un refugio hasta que su dueño o alguien designado por él pueda recogerle.

Viajar con nuestro perro no tiene por qué convertirse en una odisea si planificamos bien las cosas y lo hacemos con el cuidado y la seguridad que exigen la ley y el sentido común.