¿Cómo puedo dar de baja mi coche siniestrado?

En cualquier caso, lo que debemos hacer será llevar nuestro coche a un Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos (CAT o CATV), que en realidad no son más que los conocidos desguaces. Es más, actualmente, en la mayoría de los casos, no será necesario que nosotros llevemos personalmente el vehículo, sino que, dando aviso al desguace de nuestra elección, será el personal de éste el que envíe una grúa a la dirección que aportemos y se lleve el vehículo.

Para el tratamiento correcto del vehículo que vamos a dar de baja tendremos que tener preparada una fotocopia de nuestro DNI, la tarjeta de Inspección Técnica del Vehículo (ITV) y su permiso de circulación. Con estos tres documentos, el desguace procederá a la destrucción del vehículo, emitiendo tras este proceso dos documentos que habrá que conservar: el certificado de destrucción del vehículo, y el informe de baja oficial emitido por la Dirección General de Tráfico.

Es importante guardar estos documentos ya que será necesario aportarlos para realizar dos fases más de este proceso: su baja en el Ayuntamiento, de manera que podremos dejar de pagar el impuesto correspondiente, el IVTM (Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica), y su baja en el seguro.

No todos los coches necesitan ser enviados a un CATV para ser oficialmente retirados de circulación, ya sea de forma temporal o permanente. Hay ciertos tipos de vehículos, especialmente aquellos que no son clasificados como automóviles de pasajeros o comerciales, que pueden seguir un proceso más simple. Los ciclomotores, motocicletas y microcars pueden ser dados de baja sin necesidad de llevarlos físicamente a uno de estos centros de tratamiento autorizados.

Pero iniciar el proceso para retirar un vehículo de la circulación sin recurrir a un desguace implica tener cierta documentación preparada, como en el caso anterior, documento de identificación del propietario, la ficha técnica del automóvil y el permiso de circulación. Si la gestión no la realiza el titular, necesitaremos una autorización firmada y una copia de su DNI.

Después habrá que rellenar el formulario de solicitud de baja del vehículo proporcionado por la Dirección General de Tráfico (DGT), disponible en sus sedes físicas o en su web oficial.

Si llevas tu coche al desguace, lo habitual es que ellos asuman el importe de la tasa para darlo de baja en la DGT

Tendremos que verificar que el vehículo no tenga ninguna carga, embargo o precinto pendiente, en cuyo caso será necesario cancelar estas obligaciones con antelación.

Si el automóvil cuenta con menos de 15 años de antigüedad, se requiere el pago de una tasa por la baja. El importe de esta tarifa puede variar, por lo que es recomendable consultar su valor actual en la DGT.

Cuando tengamos reunida toda la documentación necesaria y el comprobante de pago de la tasa, iremos a la Jefatura Provincial de Tráfico correspondiente o realizaremos el trámite de baja a través de la Sede Electrónica de la DGT y cuando la gestión esté completada, se emitirá un justificante oficial de baja definitiva. Este documento exime al propietario de las responsabilidades administrativas asociadas al vehículo.

Dependiendo del tipo de gestión que realicemos, el coste será diferente.

Para una baja temporal, es necesario abonar una tasa en Tráfico para procesar el trámite ante la DGT, aunque el importe no alcanzará los diez euros. Sin embargo, si la baja se debe a robo o sustracción, no lleva aparejado ningún gasto.

En el caso de una baja definitiva, tampoco se incurre en ningún gasto, ya que al realizar el trámite a través de un Centro Autorizado de Tratamiento (CAT), ellos asumen los gastos y se encargan de todo el proceso.

Si la baja definitiva en tráfico se debe al traslado a otro país, se debe pagar una tasa y podrás hacerlo a través del portal de la DGT o directamente mediante una entidad bancaria que admita el pago de tasas utilizando el modelo 791.

Dar de baja nuestro coche en nuestra compañía aseguradora puede resultar un proceso diferente al que esperábamos. Lo habitual es que la póliza de nuestro seguro de coche sea una póliza que pagamos con carácter anual, de manera que el coche se encuentra cubierto doce meses a partir del pago. Así, es posible que cuando queremos dar de baja un coche nos encontremos con que tiene su póliza de seguro pagada y que esté cubierto durante algunos meses más. 

Ante esta situación, lo que la compañía sí estará dispuesta a estudiar con mucha probabilidad será la reserva del dinero pagado de la póliza que teníamos contratada, y su adecuación al nuevo vehículo que tengamos pensado comprar para sustituir al siniestrado. 

Es importante conocer el proceso de antemano y prepararse para la operación que vamos a llevar a cabo, así como hacer una comparativa de seguros de coche para conocer las condiciones de cada póliza.

Eso sí, no se te ocurra dejar en la calle tu coche, ese que ya no vas a volver a utilizar, sin darlo de baja. La multa a la que tendremos que hacer frente, al menos en Madrid, está entre los 751 y los 1.500 euros, pero si además es la Consejería de Medio Ambiente la que inicia el proceso sancionador y decide considerar el coche abandonado como elemento nocivo tanto para la salud como para el medio ambiente, la multa podría alcanzar los 30.000 euros.

No te la juegues y ponte en contacto con tu desguace de confianza para dar de baja tu coche de forma legal.