¿El seguro a todo riesgo cubre los daños al motor?

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Cuando contratamos un seguro a todo riesgo esperamos que cualquier imprevisto que suceda y en el que se vea implicado nuestro vehículo esté cubierto por nuestra póliza, pero ¿sabemos si el seguro a todo riesgo cubre los daños al motor? Vamos a intentar resolver esta y otras dudas acerca del seguro a todo riesgo en las siguientes líneas.

Vehículo nuevo, seguro a todo riesgo

Cuando estrenamos coche nuevo tendemos a ser extremadamente cuidadosos con él. Nos gusta verlo limpio y cuidarlo para no hacerle el mínimo rasguño. Es en estas situaciones cuando la mayoría de los conductores contratan un seguro a todo riesgo. Este seguro suele incluir los daños propios derivados de accidente, la rotura de lunas, la asistencia en viaje o la cobertura por robo o incendio. 

Normalmente durante los primeros dos o tres años compensa tener el coche lo más protegido posible, pero una vez pasado ese tiempo, muchos conductores se plantean dejar de protegerlo tanto y pasar a un seguro a terceros ampliado, que nos protege frente a accidentes que causemos a otros y añade alguna otra cobertura importante que suele tener que ver con rotura de cristales o robo, dos incidentes frecuentes que pueden ocurrir a nuestro vehículo.

En el tarificador de seguros de coche de El Corte Inglés Seguros puedes comprobar de un solo vistazo el importe de la prima de tu seguro según la póliza que contrates, todo riesgo o terceros y las coberturas opcionales que desees añadir.

El seguro a todo riesgo y los daños al motor

Como decimos, cuando compramos un coche nuevo, tendemos a contratar un seguro a todo riesgo que nos aporte la máxima tranquilidad. Lo que muchos conductores no saben es que, a pesar de tener contratado un seguro a todo riesgo, no todo está cubierto por nuestra póliza y siempre hay exclusiones que debemos tener en cuenta.

Toda póliza tiene sus excepciones y letra pequeña y, a pesar de que cada una es diferente y cada aseguradora tiene sus propias directrices al respecto de lo que incluye en sus pólizas o no, es cierto que hay algunas circunstancias que ninguna póliza suele cubrir. Los daños propios, cuando están provocados por un accidente de tráfico, sí que están garantizados por nuestro seguro. Por ello, el seguro a todo riesgo sí cubrirá los daños provocados al motor de nuestro coche en caso de ser consecuencia de un accidente de circulación

Sin embargo, los daños propios originados por un fallo mecánico, electrónico o eléctrico no suelen estar contemplados ya que se derivan de roturas accidentales imprevistas o fallos de fabricación. Por lo tanto, el seguro a todo riesgo no cubrirá los daños al motor originados por un fallo de este tipo, bien sea rotura o defecto de fábrica.

Si el coche es nuevo, los fallos mecánicos o de otro tipo, deberían estar cubiertos por la garantía del automóvil, por la que responde el fabricante y que tiene una duración de dos años. Pero pasado este periodo, somos los propios conductores los que deberemos hacer frente a este tipo de averías. Ahora bien, existe un seguro denominado de garantía mecánica que cubre precisamente ese tipo de fallos mecánicos, electrónicos o eléctricos y que podemos contratar si queremos dar cobertura a este tipo de averías en nuestro coche. Es muy importante leer bien las coberturas y contratar este seguro de garantía mecánica con una compañía de seguros sólida y de prestigio que nos asegure una cobertura real y eficaz ante este tipo de averías.

El seguro a todo riesgo y garantías adicionales opcionales

Ya hemos dicho al comienzo del post que, además de las exclusiones como la de los daños propios derivados de averías o fallos técnicos, hay una serie de coberturas que el seguro a todo riesgo no suele incluir por defecto pero que se pueden contratar como adicionales a nuestra póliza a todo riesgo

Por ejemplo, garantías como la gestión de multas es una de las coberturas que, en función de la póliza y compañías elegidas, debemos contratar aparte, ya que, en algunos casos, el hecho de que el seguro nos ayude a gestionar la reclamación de una multa de tráfico, bien sea de circulación o estacionamiento, no es una cobertura fundamental para el vehículo o el conductor. Debemos leer bien lo que nos ofrece cada seguro porque hay algunas pólizas que no sólo prestan un servicio de reclamación de multas si no que lo completan también con la defensa jurídica y administrativa ante dichas multas o sanciones. 

Otra cobertura que se suele ofrecer como opcional es el vehículo de sustitución, es decir, el hecho de que el seguro nos incluya la prestación de un coche de sustitución en caso de tener el vehículo asegurado en el taller por haber sufrido un accidente o una avería. Este servicio  suele estar sujeto a una duración limitada, normalmente 30 días.

Los cursos para la recuperación de puntos suelen ser otra cobertura adicional, que no todas las aseguradoras ofrecen y que tiene que ver con la ayuda que nos presta nuestra compañía de seguros a la hora de recuperar los puntos perdidos de nuestro carné. Esta cobertura incluye un curso de sensibilización y reeducación vial que nos permitirá recuperar seis puntos, pero, atención, porque sólo se pueden recuperar seis puntos por curso y tan sólo se puede realizar un curso de este tipo cada dos años (excepto en el caso de los conductores profesionales que pueden hacerlo de manera anual). 

En resumen, si bien las compañías de seguros difieren en las coberturas adicionales que ofrecen para completar sus pólizas a todo riesgo, todas coinciden en la exclusión de los daños propios derivados de un fallo mecánico, eléctrico o electrónico, como podría ser un fallo en el motor. 

Si deseas conocer más en profundidad los detalles de los seguros a todo riesgo que nuestras compañías ofrecen, puedes ponerte en contacto con nuestros asesores expertos que, sin ningún tipo de compromiso, te ayudarán a elegir el mejor seguro para tu vehículo.