Evita que un catarro se convierta en bronquiolitis

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La bronquiolitis es una de las infecciones víricas que más preocupa a los padres de niños menores de un año, especialmente durante los meses de invierno. Esta enfermedad puede llegar a agravarse en algunos casos y requiere incluso hospitalización clínica.

Una bronquiolitis aguda, aunque puede afectar tanto a niños como a adultos, en el primer año de vida de una persona tiene una mayor agresividad, por lo que es muy importante que los padres vigilen a los bebés cuando tienen un catarro para poder detectar cuanto antes esta infección.

Por si lo desconoces, la bronquiolitis aguda provoca con frecuencia una afectación de las vías respiratorias inferiores, es decir que ataca especialmente a los bronquios más finos, los denominados bronquiolos, que puede conllevar ingresos porque causa dificultad respiratoria en quien la padece.

De hecho, dicha afección puede ser causada por multitud de virus, aunque el más frecuente y el que comporta una mayor gravedad es el virus respiratorio sincitial (VRS). Este virus tiene una especial facilidad para afectar a las células de la parte más distal del árbol bronquial en los lactantes que cuentan con pocos meses de vida. Provoca una importante secreción de moco motivo por el que se produce la dificultad respiratoria.

Esta infección, al igual que la gripe, causada por el virus influenza, suponen durante el invierno más de un tercio de las consultas pediátricas en atención primaria y urgencias y dan lugar a numerosos ingresos hospitalarios. Actualmente con el coronavirus afectando a una gran parte del país, hay que estar muy vigilante con los síntomas de los bebés ya que podrían ser muy similares.

Ten en cuenta que entre los niños menores de un año que pueden contraer bronquiolitis, existen ciertos grupos de riesgo en los que puede volverse más agresiva:

  • recién nacidos
  • bebés durante su primer mes o mes y medio de vida,
  • bebés prematuros,
  • que tengan presencia de alguna enfermedad pulmonar o cardíaca de base  
  • niños con sistema inmune debilitado por alguna enfermedad o toma de alimentos.

Como se contagia

Este virus se contagia principalmente tocando objetos que estén contaminados como, juguetes, chupetes... en los que se suelen quedar gotas de saliva o mucosidad con el virus que luego se transmiten al llevarse las manos contaminadas a los ojos, la nariz o la boca. Igual que sucede con el coronavirus Covid19.

También puede contagiarse respirando gotas de pequeño tamaño que generan las personas que tienen el virus al toser o estornudar cerca de un bebé sano. Por este motivo es muy normal que los bebés que acuden a guarderías tienen mayor riesgo de contraer una infección que podría derivar en bronquiolitis porque están en contacto directo con muchos niños pequeños.

Cómo identificar los síntomas de la bronquiolitis

Esta enfermedad suele empezar como un típico catarro leve y presenta tos, estornudos y aumento del moco. También puede aparecer fiebre, congestión nasal y disminución del apetito. En algunos bebés muy pequeños, incluso pueden aparecer pausas cortas en la respiración de 15 a 20 segundos, que pueden darnos la pista sobre uno de los síntomas que presenta esta enfermedad.

Desde las primeras 24-48 horas desde el inicio de los primeros síntomas, puede aparecer dificultad respiratoria. La respiración del pequeño se vuelve más rápida, se le marcan las costillas al respirar o se mueve mucho el abdomen. Además, se pueden percibir ruidos extraños en la respiración, como un “silbido” y otra serie de ruidos que se descubren en la auscultación.

También pueden presentar tos persistente y falta de apetito.

Cuánto duran los síntomas

El período de incubación varía desde unos días hasta una semana, dependiendo del virus que produzca la infección. En niños que están sano en el momento en que contraen la enfermedad, suele durar entre 7 y 12 días, pero la tos puede persistir durante 14 días o más.

Puede darse el caso en algunos niños, que después de haber tenido una bronquiolitis, y especialmente durante el primer año después de ésta, cuando se vuelven a resfriar pueden volver a presentar dificultad respiratoria.

Cómo se trata la bronquiolitis

El tratamiento de la bronquiolitis busca aliviar los síntomas de la enfermedad y al tratamiento de las posibles complicaciones.

El principal objetivo aplicar un tratamiento es asegurar la oxigenación adecuada. Por eso puede ser necesario administrar más oxígeno al niño o algún tipo de medicamento que le permita mejorar la apertura de la vía aérea. El pediatra ser el que índice a los padres el tratamiento a realizar en casa.

Los bebés que tienen problemas para respirar, están deshidratados o parecen fatigados deben ser evaluados por un médico. Algunos de estos niños pueden necesitar ingreso en el para controlarlos más de cerca y administrarles, líquidos y oxígeno. En contadas ocasiones y en casos muy graves, se utilizan respiradores para ayudar al bebé a respirar hasta que empiece a mejorar.

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